domingo, 11 de diciembre de 2022


 

HENRI MICHAUX

 

 

Mi vida

 

 

Te vas sin mí, vida mía.
Ruedas.
Y yo todavía espero dar un paso.
Llevas la batalla hacia otra parte.
Me abandonas así.
Nunca te he seguido.
No veo claramente tus ofertas.
Lo poco que quiero, nunca lo traes.
A causa de esa falta, anhelo tanto.
Tantas cosas, casi el infinito…
A causa de ese poco que falta, que nunca traes.

 

 

 

RAFAEL ALCIDES PÉREZ

 

 

Aquellos espaguetis

 

 

Aquellos espaguetis a la crema que hacíamos al terminar,
aquellos espaguetis que comíamos todavía temblando
(dejábamos el agua puesta a la candela,
con la llama bien bajita,
y quince minutos antes del final
volando tú ibas, descalza, y los echabas,
y descalzas volvías volando,

Pla, pla, pla… ¿te acuerdas?);

aquellos espaguetis de entonces al caer la tarde
con su olor a guayabas remotas, que el viento traía desde el bosque y el río
si el recuerdo no miente,
si todo no fue un sueño,
aquellos espaguetis de entonces son testigos,
me confirman aquellos espaguetis,
que durante un tiempo
por aquí cruzó, por aquí anduvo,
hizo nido por aquí la Felicidad,
disimulada entre calderos y sábanas,
y tal vez por eso
no nos dimos cuenta.
Pero, ¡qué quieres! Sí entonces eran calderos y sábanas solamente,
una cama que crujía y aquellos espaguetis en el agua.

1970
 

 

CARMEN VERDE AROCHA

 

  

Moneda
[Primera versión]

 

 

Una moneda de plata roída
limpia al pasar la lluvia

Refleja las facciones de un rey celta

Lo imagino con sus manos arrugadas
sacudiendo con desenfado los bolsillos

A lo mejor este rey…… un tirano
¿de qué maleficio habrá surgido?

¿La gente aún llora su odio?

¿Será un rey
abandonado a la suerte por su pueblo?

No sé la historia de esta moneda
Tampoco sé de qué me servirá saberla

La vida siempre más sencilla que una moneda

Tal vez hallada por unos marinos
en el blando hueco vacío que hacen las olas

 

De: “Canción gótica”

 

 

JULIA SANTIBÁÑEZ

 

  

Oscure siendo

 

 

No sé qué tarde estoy mirando
en la ventana, bien callada.
Ayer nos despedimos,
como siempre.
Cuando me fui y sonreías satisfecho
supe que voy a violentar esta armonía.
Es que de veras siento que me ahogo
y cada vez tu abrazo es más estrecho.
No puedo decir no,
pero me ahogo.
Qué ironía,
el giro que le espera a nuestra historia
fugaz que pudo ser más de lo que fue.
Y aquí estoy
pensando en la tarde que cae
en la ventana, bien callada.
Ayer nos despedimos,
como siempre,
y hoy que sé lo que no esperas
pienso que tampoco yo sé
qué noche estoy mirando
en la ventana.

 

De: “Eros una vez”

 

 

MARÍA CINTA MONTAGUT

 

  

 

En una habitación de hotel
las cortinas esconden las luces de la tarde
gotea a intervalos regulares el grifo del lavabo
y se oyen lejanos los silbidos del tren.
Es una habitación sencilla,
no daba para más el presupuesto,
con apliques dorados y un perchero
donde colgar la noche
y la mochila de los días perdidos
y de los desengaños.
Al pasar de los años
el equipaje se hace más pesado
y el viaje continúa inagotable
a través de una piel o de unos ojos
aunque sé, desde siempre,
que yo nunca viajaré a Dinamarca.

 

HARRY ALMELA

 

 

 

Esa ventana en el cielo
para irnos a otra parte
se llama luna.

La noche nos hunde.

En el sueño somos
la mitad que nos falta.

Y la muerte
pasa a veces
tan cerca
y uno no sabe.
 
 

De: “Poemas”