FUERTE DE SAN DIEGO, ACAPULCO, GUERRERO
"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 4 de mayo de 2013
ELENA TAMARGO
La muerta
Teníamos en común algunas cosas: comíamos la sobra de
los pájaros;
compartimos el vino y las almohadas;
escogimos el nombre de Nazim y el aire para poner las tumbas;
él no creía en dios porque ya lo había visto;
teníamos amuletos: las palabras;
ahora yo soy la muerta y él escribe estos versos.
compartimos el vino y las almohadas;
escogimos el nombre de Nazim y el aire para poner las tumbas;
él no creía en dios porque ya lo había visto;
teníamos amuletos: las palabras;
ahora yo soy la muerta y él escribe estos versos.
JORGE BUCKINGHAM
Esclava
Desnuda y extasiada;
Terrible suceso:
Muslo al rojo vivo
Y un dolor incomparable
A la comprensión sacude los nervios:
Llevar una marca para toda una vida.
Indefensa y en sábanas delicada
Rodillas separadas
Y un brillo mortal en la mirada:
Hermosa y elegante esclava del placer.
Sexualidad negativa e inerte,
Un cuerpo arde en deseo,
Una niña se hace mujer.
Gotas de sangre ahora secas.
Nunca se derraman las mismas:
Se dedican a las tareas del amor.
ALBERTO ROJAS JIMÉNEZ
Invitación
Querida.
Yo no tengo qué darte.
ni collar ni sortija.
Los Hombres
ya lo han tomado todo.
Yo no tengo qué darte.
ni collar ni sortija.
Los Hombres
ya lo han tomado todo.
En mi pobreza
tan sólo el cielo siento
que me abriga.
Un día hasta tú dejarás
de ser mi amiga.
tan sólo el cielo siento
que me abriga.
Un día hasta tú dejarás
de ser mi amiga.
Entonces
quedaré más solo,
desnudo y triste ante la vida.
quedaré más solo,
desnudo y triste ante la vida.
ALDO PELLEGRINI
Mármoles
Nadie podrá olvidar
la voz velada del arqueólogo en cuclillas
buscando entre antiguas ruinas
las huellas de la angustia de los siglos
hundidas en la arena
sólo prosperan las prostitutas petrificadas
que conservan a través de los siglos
un inagotable deseo de amor
la voz velada y lejana busca lo viviente en lo
muerto
a la sombra de la voz
la más deliciosa de las doncellas se desnuda de sus
heridas
piadosamente
cae una noche rota
piadosamente
sopla sobre los antiguos mármoles
el gran viento de los acoplamientos
en cada instante nacen y mueren de un modo
infinito
seres invisibles que fecundan al tiempo
la voz lejana llama
al misterio derramado entre los monumentos
arqueológicos
una tempestad de mordiscos
hace sangrar los mármoles
sangre coagulada del tiempo inalcanzable
sangre inalcanzable del vacío.
HÉCTOR ROSALES
Acróstico inicial
Límite impreso larva del símbolo ilimitado
En ti el sonido del alma queda blindado
Trinchera en el papel de la emoción escrita
Recluta en tus hilos de tinta esta breve cita
Antes que la olvide y antes que sea olvidado
En ti el sonido del alma queda blindado
Trinchera en el papel de la emoción escrita
Recluta en tus hilos de tinta esta breve cita
Antes que la olvide y antes que sea olvidado
FRANCISCO HERNÁNDEZ
60
Rumbo al manantial, ya temeroso de lo que pudiera
suceder en la Isla, vi unos monos jugueteando con algo similar a una pelota ,
por curiosidad, los ahuyente a pedradas.
La pelota resulto ser un cráneo de niño y en la parte frontal
podía leerse esta sentencia de un poeta latino:
“no pongas grandes esperanzas
En la breve existencia”.
De “Una isla de breves
ausencias”
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