sábado, 21 de abril de 2018


SOLÓN ARGÜELLO





Las brujas



Decidme, oh! viejas brujas
Doctoras de los sábados,
ya la buena ventura
o la mala.

Buscaos
en las noches de luna
los más feos y yerbajos,
los que ocultan
lo más raro:
murciélago que fuman
o espeluznantes sapos,
alas negras difuntas
de buhos malhadados,
y viboras que ondulan:
todo bicho que de asco,
 oh! las brujas,
Doctoras de los sábados.

y en marmitas que gruiñan,
y en hordilIas de barro
echad la grasa inmunda
que os aportan los drasgos
desde las sepulturas
de muertos putrefactos,
cuando aúllan
las hienas en el campo.

Y que hiervan, que rujan
tras los conjuros mágicos
y las muecas que emulan
los gestos demoniacos,
al culeabrear columnas
de fuego y humo fátuos,
que en la gruta
dicen futuros casos,
oh! las brujas
Doctoras de los sábados.

Y haced que emerjan
unas sombras, colmillos largos,
y que surjan
fieros diablos
que en nocturnas
asambleas de pálidos
me digan la ventura
que reservan los hados,
oh! las brujas
Doctoras de los sábados.
--Crac cree croc
Gato negro, maúlla.
--Crac cree croc
Perro flébil, aúlla,
croc croc.
--Que en nocturnas
asambleas de pálidos
me digan la ventura
que reservan los hados
oh! las brujas
doctoras de los sábados...
      -¿Qué faz de la Luna buscas?
crac crec croc,
-La que a Citeres alumbra
    entre las rosas dé amor.
    ¿Aún habrá para mi una... ?
--Crac crec croc
¿Cuántos años ha tu daño?
--Oh soy viejo! Toqué hoy

vigésimo octavo escaño...
--Uf! qué horror!
Humo, sube,
croc, croc, croc
Huye, nube.
(Y alzaron el vuelo las viejas,
las doctas perversas,
cual parva de Furias famélicas
con gritas y burlas siniestras,
haciendo mil muecas.
Sus hispidas largas melenas
tendíanse, negras,
cual luengo penacho de luengas
humaredas).



EZRA POUND




  
El encuentro



Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral
ella me exploraba con sus ojos.
y cuando me levanté para marcharme
sus dedos fueron como el tejido
de una servilleta japonesa de papel.


Versión de Javier Calvo


MICHEL BUTOR



  


Zoológico



Al caer la noche
cuando se cierran las rejas
el elefante sueña con su gran manada
el rinoceronte con los troncos de los árboles
el hipopótamo con lagos nítidos
la jirafa con frondosas copas
el dromedario con oasis tintineantes
el bisonte con un océano de hierba
El león con el crepitar de la hojarasca
el tigre siberiano con las huellas en la nieve
el oso polar con cascadas de pescado
la pantera con abrigos que cambian
a la luz de la luna el gorila con platanares que tambalean
sus flores de color púrpura el águila con vendavales
entre cañones de nubes la foca con los cambiantes archipiélagos
de témpanos dislocados los niños del guardia con la playa


MAHMUD DARWISH





Yo soy de allí



Yo soy de allí. Y tengo recuerdos. Nací como nace la gente. Tengo una madre
y una casa con muchas ventanas. Tengo hermanos, amigos, y una cárcel con una fría ventana.
Tengo una ola que han raptado las gaviotas, un paisaje favorito, una hierba silvestre,
una luna en los confines de la palabra, la subsistencia de los pájaros y un olivar inmortal.
He pasado por la tierra antes de que las espadas pasaran por un cuerpo al que convirtieron en mesa.
Yo soy de allí. Retorno el cielo a su madre cuando llora por su madre
y lloro para que me reconozca la nube a su regreso.
He aprendido, para romper la regla, todas las palabras apropiadas en el tribunal de la sangre.
He aprendido todo el lenguaje y lo he deshecho para componer una única
palabra: Patria...


De: “Menos rosas” 

JORGE ROBLEDO ORTIZ






Vámonos corazón



Vámonos, corazón, hemos perdido,
ya nunca espigarán tus ilusiones.
Recoge tu esperanza y tus canciones
y partamos en busca del olvido.

Vámonos, corazón, ya tu latido
sólo podrá contar renunciaciones.
Guarda su nombre con tus oraciones
y si debes sangrar, sangra escondido.

Vámonos, corazón, tu fe no existe.
Al fin y al cabo tu naciste triste
y triste en cualquier puerto morirás.

Vámonos, corazón, ya no la esperes.
Bendice su recuerdo si así quieres,
pero marchemos sin mirar atrás.

ENRIQUE GONZÁLEZ ROJO





IV.- Mar bajo la luna



Bajo la noche, de la nave
han salido las mismas preguntas:
-¿Acaso sabemos hacia dónde vamos?
-¿Nos habremos equivocado de ruta?

Hace tiempo que dejamos la tierra,
y por el mar de la aventura
arribaremos esta noche
a la capital de la luna...


De: “Los cuatro mares”