domingo, 21 de febrero de 2016


MARIO BENEDETTI




215



tu ciudad sigue
con sol y sin jactancia
siempre esperándote



MIGUEL FLORIANO TRASEIRA




Haiku del hastío



Sugiere el tedio:
si el mañana regresa,
es para esto.



RAQUEL LANSEROS




El discreto encanto de la autenticidad



Fue Antoine de Saint-Exupéry quien dijo
que conocer a alguien
no era memorizar su nómina y su oficio
sino saber si amaba los geranios…
                             vas contando radiante mientras corres
                             al abrigo del tiempo
                             rasgando una guitarra imaginaria.

Yo apenas te conozco
de esa manera convencional y triste
en que se miden las gentes rigurosas
las mismas que calculan circunspectas
los números ajenos, las posibilidades
de establecer un marco común satisfactorio
como base de sólidas alianzas
que redunden en beneficios mutuos.

     Afortunadamente ignoro todo eso.
    Pero sé muchas cosas.

Aprendí navegando tu mirada infinita que los días
nos premian sólo a veces con veinticuatro horas
que un pez es el vecino del charco de la esquina
y la esquela de un príncipe un folio de papel.

Si conocer es verte sin que te vean los ojos
soñar a tumba abierta y no saber
                             quién se adueña de quién
pulimentar la luna
izar contigo todas las banderas
                                     exentas de pecado
vislumbrar el secreto
elevar al cuadrado la risa de la tierra
escuchar sin abismos
tender la mano igual
                  que quien construye un puente.

Entonces, te conozco.




RENÉ MORALES HERNÁNDEZ



  
Inmigrantsong



Ella se despierta pensando en la construcción de las prisiones más frías de Alaska
en una taza de café servida en una mañana blanca del Medellín de 1875
y en ese justo momento en que todo ha desaparecido

ella sabe mejor que nadie
que hoy tampoco se puede regresar a casa





JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO



  
Esos locos furiosos increíbles



Llegan apresurados y nunca dicen para qué
ni de dónde proceden
y enseguida te piden dos mil francos
que casi siempre te han de devolver
o te quitan la toalla sin respeto
cuando te estás duchando
se ponen la colonia los polvos el masaje
la loción de tu novio o de tu hija
te arrastran a lugares espantosos o bellos
y ni siquiera piden tu opinión
y beben prodigiosamente se ponen a cantar
en cualquier parte
o arman la del gran dios en un bar miserable
y por motivos nimios
siempre siempre avasallan te compran un sombrero
o unas flores
y un día salen al galope quizá hacia los infiernos
qué desastre.

Señora caballero muchachita asustada
militante de un partido ecologista:
si se tropieza usted con uno de esos
locos furiosos increíbles
no le deje escapar llévelo a casa
son tiernos como niños
a veces tienen frío quién sabe si es porque
les han pegado duro
duermen poco se lavan todo el rato y son muy
besucones y mirones
pero cuidan los libros sacan todas las noches
el cubo de basura a la escalera
y están sólo pendientes de tener siempre
un cenicero al lado.

Tienen por fin el gran inconveniente:
se van mas vuelven pronto
duran toda la vida.




JORGE GUILLÉN

  


Amor a una mañana



Mañana, mañana clara:
¡si fuese yo quien te amara!
Paso a paso en tu ribera,
yo seré quien más te quiera.

Hacia toda tu hermosura
mi palabra se apresura.
Henos sobre nuestra senda.
Déjame que yo te entienda.

¡Hermosura delicada
junto al filo de la nada!
Huele a mundo verdadero
la flor azul del romero.

¿De tal lejanía es dueña
la malva sobre la peña?
Vibra sin cesar el grillo
A su Paciencia me humillo.

¡Cuánto gozo a la flor deja
Preciosamente la abeja!
Y se zambulle, se obstina
la abeja. ¡Calor de mina!

El grillo ahora acelera
su canto. ¿Más Primavera?
Se pierde quien se lo pierde.
¡Qué mío el campo tan verde!

Cielo insondable a la vista:
amor es quien te conquista.
¿No merezco tal mañana?
Mi corazón se la gana.

Claridad, potencia suma:
mi alma en ti se consuma.