sábado, 3 de julio de 2021


 

MATTHIAS GÖRITZ

 

 

Soliloquio

 


Los compromisos no llevan
a nada, la memoria duerme
continúa
persiguiendo sus propios
objetivos. Supremos reinan
el soliloquio
y los sueños. Un sólo
ruido quieto en la habitación, pling
perdiendo
el pelo-
los pasadores, celulares y
actitud, de eso
se trata
recordar
el susurro de los árboles

 

Ya ves: estoy pensando en ti

 

A veces
el tiempo es
una inmensa ranura

 

Todo
parece haber sucedido

 

Insertas una moneda

 

Entras despacio en la habitación,
comprendes
que sin

existes

 

eso es
todo

 

lo que quisimos decir
cuando hablábamos de amor

 

tú o yo

 

tocamos la canción
no lo sé

 

 

VALERIO MAGRELLI

 

  

 

 

En ocasiones se introduce en el pensamiento
como en el agua, un reflejo
que lo atraviesa y mide su fondo.
Es un ojo que se abre
dentro de las ondas luminosas y se hunde en ellas.
La trayectoria disminuye y la luz
descendente se detiene.
Después la mente vuelve a cerrarse
en el impulso vertical y profundo
de la herida y el abismo.

 

 

ABDUL HADI SADOUN

 

 

 

23

 



Bastantes cabezas
cada una salta de un agujero
y tu cabeza es la única
sonriendo
decide su asiento habitual:
Blanca
es la silla
vacía
como la misma ausencia.

 

De: Sencillo equilibrio

 

ANNA ŚWIRSZCZYŃSKA

 


 

Virginidad

 

 

Uno debe ser valiente para vivir a través
de un día. Lo que queda
es nada salvo el placer de la nostalgia –cosa inapreciable.

La nostalgia
purifica como lo hace el vuelo, fortalece como lo hace un esfuerzo,
esculpe el alma
como el trabajo
esculpe el vientre.

 

Es como un atleta, como un corredor
que nunca dejará
de correr. Y esto
le concede resistencia.

 

La nostalgia
es alimento para los fuertes.
Es como una ventana
en una alta torre, a través de la cual
sopla el viento de la intensidad.

 

La nostalgia,
la virginidad de la felicidad.

 

ADA LIMÓN

 

  

 

La luz que ven los vivos

 


Nos hemos parado en Subiaco
    para poner piedra sobre piedra
        en la tumba de otro polígrafo

 

donde cotorreamos, aturdidos
    y mareados del viaje, sobre entierros
        o incineraciones. “Yo no quiero

 

ocupar más espacio,”
    les digo a los chicos, padres los dos,
        quienes, como árboles, se inclinan

 

hacia la tierra. Me imagino
    sus hijas de viejas dejando 
        unas alfajores de bodega,

 

aguardiente, una bellota niquelada, damas
    haciendo picnic en la sombra de un pino
        tan inmóvil como la cascarilla del cuerpo.

 

Sustancias químicas y gusanos, sin duda,
    mas también un lugar donde hacer luto, un arroyo,
        una constelación de la muerte de la que se puede fiar.

 

Estos hombres saben algo
    que yo no. Que alguien les hará luto
        más allá de sus huesos, podrán fiarse de ello,

 

alguien estará allí en la sombra de los pinos
    que se parecen a las rigurosas rejas
        de una jaula generosa.

 

(¿Qué pasará si nadie viene al acantilado
    desde el que la ceniza de mi piel zarpare?
        Ningún familiar en luto, ningún mochilero perdido.)

 

Pero amigos, es hora de almorzar,
    y a ver, ¿acaso no funciona aún mí boca;
       mi apetito, mi lengua viperina?

 

De: The Carrying

 

TAKAKO ARAI

 

 

 

Entréganos la mañana¹


 

La mañana es el momento en que contamos a los muertos
En los periódicos, en los hospitales, en las carreteras, en las costas
En los escombros que alguna vez formaron nuestros hogares
Ten piedad de nosotros, Ame-no-Uzume-san²
La mañana todavía no es suficiente
Todavía no podemos contarlos a todos
Todavía no podemos llevarnos a todos
Baila más para nosotros, Ame-no-Uzume-san
Pon una ramita verde en tu cabello
Y llámalos
Entrega los muertos
A la mañana
Sé piadosa, llámalos

 

Soy yo, la chica flotando aquí durante todo este tiempo
Soy yo, el niño de mamá que fue aplastado
Soy yo, el chico del brazo derecho arrancado
Quiero verte otra vez, quiero verte otra vez
Una bala en la sien
Me rasco la garganta, me duele
Ahora me estoy hundiendo en lo más profundo, tanto como puedo bajar
¿Por qué? ¿Por qué era yo el chico
dejado a un lado por la explosión de la bomba?
Los dedos de fuego llegaron en poco tiempo
Lucho pero solo hay arena, lucho pero solo hay arena
Un pulmón fue aplastado por el techo
Abandonada de esta manera, ¿a dónde flotaré?
Espero por una mano extendida
Aquí estoy, aquí estoy
Quiero escapar de esta escuela bañada en sangre
Con mis ojos de niña todavía bien abiertos
Sé que este es mi último aliento
Estoy harta del estruendo de las bombas
El mar ha levantado su puño apretado


La mañana es el momento en que contamos a los muertos
En los noticieros de televisión, en las embajadas, en los centros comunitarios
En los escombros que una vez fueron nuestros edificios y nuestros santuarios
Ten piedad de nosotros, Ame-no-Uzume-san
La mañana todavía no es suficiente
La mañana todavía no es suficiente
La mañana todavía no es suficiente
Baila para nosotros aún más, Ame-no-Uzume-san
Arranca la leche de tu pecho, sacude tu cabello salvajemente
Golpea tus pies en el suelo
Y baila
Gira tus brazos, sacude tu sudor
Dobla tu cuello hacia atrás
Y baila, baila
Más
Más
Balancea tu columna, levanta tus piernas
Sacude tus caderas
Más
Más
Incendia tu sombra femenina³
Abre tu sombra femenina
Y llámalos
Y baila para ellos
y ten piedad de ellos
y reúne
A los muertos
En la sombra


Entrégalos a la mañana
Entréganos la mañana
Que es el tiempo en que contamos los cadáveres

 

 

 

1.- El poema fue escrito en la temporada de la Guerra de Irak y el tsunami del Océano Índico en 2003-2004 respectivamente.

2.- Es la diosa de la felicidad, la fertilidad y la danza. Conocida como la gran persuadora, la hembra divina alarmante. Se dice que fue la responsable de que Amaterasu —diosa del sol—saliera de su cueva, se había encerrado aterrorizada cuando Susanoo —el dios de los océanos y las tormentas— se creyera vencedor tras una lucha contra ella, y destruyera cultivos, altares y la estancia sagrada donde las hilanderas celestiales tejían las túnicas de los dioses. Sin la luz de Amaterasu el mundo oscureció, esto atrajo a los espíritus malignos. Con desesperación, las demás deidades intentaron sacar a la diosa de la cueva, sin resultados. Entonces, Ame-no-Uzume comenzó a bailar sobre un cubo—entró en trance—. Sin embargo, en medio de las sacudidas, el cíngulo de su túnica se desató dejándola desnuda, por lo que los dioses comenzaron a reír estruendosamente. La curiosidad de Amaterasu la llevó a averiguar a qué se debía, gracias a ello —y a un espejo en el que se reflejó—fueron capaces de impedirle volver a la cueva y la luz regresó al mundo: amaneció.

3.- Eufemismo de vagina.