lunes, 9 de febrero de 2015

ODETTE ALONSO

 


Bailarina

 
Saltó desde mi ojo a la ventana
desnuda está en la acera mojada a la intemperie
bajo una luna extraña.
De pronto ya no baila
me sigue el rastro ajeno taciturno
la ira del zapato sobre el lomo.
Salta la bailarina
me recorre la espalda
habla de Irlanda en mis hombros y no entiendo
la hago saltar a punta de pistola
dolor para gritar malas palabras
y no aguantar ni un poco
y no tener piedad.
Gritar para que salte disparar
y ver su cuerpecito llevado por el aire
danzando a contraluz.

 

 

LEOPOLDO ALAS MÍNGUEZ



Al filo de los treinta
 

Supón que todo sigue...
La voz que siempre escuchas por las tardes
cuando a solas suspiras para aliviar el peso,
con ganas de cambiar y miedo a las personas
y cierta desazón de estar sin ellas.
Oigo la luz, más que verla, tumbado
en esta cama antigua, en Almería,
al filo de los treinta.
Las notas del silencio,
el cielo azul cansado y una torre dormida.
...que todo siga siendo tan sencillo:
despenar sin heridas como en los viejos tiempos,
madrugadas difusas y, a la tarde,
un rato nada más en el abismo.
 


De "La posesión del miedo"

 

 

DOLORES ETCHECOPAR


 

El sacrificio

 
ella murió
pero pudieron salvar
al primer resplandor del océano
que se abría en el iris de sus ojos

 

De "Notas salvajes"

 

MANUEL ALCÁNTARA

 


Soneto para esperarte en una cafetería

 
Resulta que la historia estaba escrita
cuando yo quise hacerla a mi manera.
Cuando yo no quería que volviera
resulta que la historia resucita.
Resulta que en el tiempo de la cita
tendrán que hacer un banco de madera.
Al corazón le viene bien la espera,
quién sabe si además la necesita.
Azafatas de vuelo alicortado
van del café a las piñas tropicales
por aires ciudadanos y ruidosos.
Arriba el tiempo nuevo ha presentado
sus fluorescentes luces credenciales
y enrolla pergaminos luminosos.


 

MANUEL DEL CABRAL

 

Huésped súbito
 

Ahora estás aquí.
¿Pero puedes estar?
Tú dices que te llamas... Pero no, no te llamas...
Desde que tengas nombre comienzo a no respirarte,
a confirmar que no existes,
y es probable que desde entonces no te nombre,
porque cualquier detalle, una línea, una curva,
es material de fuga;
porque cada palabra es un poco de forma,
un poco de tu muerte.
Tu puro ser se muere de presente.
Se muere hacia el contorno.
Se muere hacia la vida.

 

 

 

RENATA DURÁN


  

Después del amor...

 

Después del amor
vino el silencio
grité toda mi voz.
Morimos juntos
muchas noches.
Incendiamos
recuerdos - voces.
Arañamos las
caricias ajenas.
Nos desnudamos
de otros.
Quedamos
frente a frente
en silencio
para siempre.