martes, 18 de noviembre de 2014

JOSÉ WATANABE




La boca


 

En la encañada
había piedras como huesos de un animal prehistórico
                   que se desbarató
antes de alcanzar nuestro valle.

Un gran cráneo
quedó detenido en la pendiente con la boca abierta
y el resto del cuerpo se dispersó hacia el río.

Yo trepaba la pendiente
y me detenía frente a esa boca, una oquedad
donde el viento se huracanaba,
                                              y escuchaba
murmullos, palabras que se formaban a medias
          y luego, sin decir nada, se diluían.

Nunca hubo una frase clara. La boca
como un oráculo piadoso
trababa sus propias frases ante el niño:
                        lo sé ahora
y le agradezco la vida ciega.

 

 

JOSÉ MARÍA EGUREN





 

Pasó el vendaval; ahora,
Con perlas y berilos,
Cantan la soledad aurora
Los ángeles tranquilos.

Modulan canciones santas
En dulces bandolines;
Viendo caídas las hojosas plantas
De campos y jardines.

Mientras sol en la neblina
Vibra sus oropeles,
Besan la muerte blanquecina
En los Saharas crueles.

Se alejan de madrugada,
Con perlas y berilos,
Y con la luz del cielo en la mirada
Los ángeles tranquilos.

 

 

RODOLFO HINOSTROZA



Aria Verde (II)

 

& el hombre en algún tiempo fue recolector y nómade
/ grandes simios herbívoros
ah recuerdo arquetípico /los sucesivos paraísos derrumbados
  pero en lo nuevo habita el germen de lo viejo & viceversa
& la historia carnal y la historia espacial
confluyen en un punto
again
Donna m´aparve sotto verde manto
vestita di color di fiamma viva
canto /
Y vimos:
la nostalgia
del viaje aniquila a la nostalgia de la tierra y somos nómades
confiados a la Rosa de los Vientos / N S E & O
rota la posesión
no casa / no animal / no objeto /no persona
& nada pertenece a nadie
recolectores de los Super Markets y las viñas
trabajo = juego
las incesantes migraciones / por amor
intercambios de continentes y de razas
no padre único / no única madre:
hijos hijos de todos
el amor finalmente el medio humano / So:
Qué es el dinero? me dijo un niño
mostrándome ambas manos llenas
Qué podía yo responderle al niño?
yo no sé, como él, qué es el dinero
& la armonía se alimenta a sí misma
incesantemente.

 
 

GIOVANNA POLLAROLO


 

 

Delirios (cuatro)

 

Le cuenta que pintó el cuarto:
se ha transformado, dice sonriente,
antes, con el verde cancha de tenis de Vencedor
lucía asfixiante, opresivo, oscuro.
Ahora, ahora,
si lo vieras verías cómo irradia luz
cómo parece amplio, alegre. Serena el alma.
Invita al amor, iba a decirle.
Pero no se atrevió.
Y ella pensó que él entendió algo así como:
Antes me oprimías. Ahora que te has ido
lo veo todo más claro.
Pero él no pensó nada.

 

 

 

BLANCA VARELA



A Rose Is A Rose

A Rose

 

inmóvil devora luz
se abre obscenamente roja
es la detestable perfección
de lo efímero
infesta la poesía
con su arcaico perfume

 

 

ESTHER M. ALLISON



Tan el amado amor

 

Tan amado el Amor y tan amante
sin noción de reloj o calendario,
se vuelve más que el aire necesario
y en mi cielo es el único levante.

No el agua la llaméis vivificante
y no el sol me señale itinerario.
Porque sólo el Amor fija mi horario,
Volvéndose en mis venas tripulante.

Que no me hablen de cosas que no entiendo.
Que todo lo demás me deja inerte
y apenas lo aprendí lo desaprendo.

Ya no se qué es la vida o qué es la muerte.
Sólo soy tu amor, y, en tu amor siendo,
no quiero ser yo la misma, sino serte.