"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 25 de abril de 2021
RAFAEL ARÉVALO MARTÍNEZ
De sus manos cruzadas sobre el pecho…
De
sus manos cruzadas sobre el pecho
separó con ternura la más fría,
y la dio a calentar entre la mía.
Y entonces nuestro amor insatisfecho,
aquel
inmenso amor, tuvo un derecho.
¡Nada puede negarse a la agonía!
Cuando la enferma pálida moría
me dejaron llegar hasta su lecho.
¡Oh
mi amada inmortal! Como un esposo
pude entonces velar por tu reposo
y hacer mios tu goce y tus dolores.
Y
conquisté el derecho de quererte
cuando al vernos sufrir tomó la muerte
bajo su protección nuestros amores.
SANTA TERESA DE ÁVILA
A la profesión de Isabel de los Ángeles
Sea
mi gozo en el llanto,
sobresalto mi reposo,
mi sosiego doloroso,
y mi bonanza el quebranto.
Entre
borrascas mi amor,
y mi regalo en la herida,
esté en la muerte mi vida,
y en desprecios mi favor.
Mis
tesoros en pobreza,
y mi triunfo en pelear,
mi descanso en trabajar,
y mi contento en tristeza.
En
la oscuridad mi luz,
mi grandeza en puesto bajo.
De mi camino el atajo
y mi gloria sea la cruz.
Mi
honra el abatimiento,
y mi palma padecer,
en las menguas mi crecer,
y en menoscabo mi aumento.
En
el hambre mi hartura,
mi esperanza en el temor,
mis regalos en pavor,
mis gustos en amargura.
En
olvido mi memoria,
mi alteza en humillación,
en bajeza mi opinión,
en afrenta mi victoria.
Mi
lauro esté en el desprecio,
en las penas mi afición,
mi dignidad sea el rincón,
y la soledad mi aprecio.
En
Cristo mi confianza,
y de El solo mi asimiento,
en sus cansancios mi aliento,
y en su imitación mi holganza.
Aquí
estriba mi firmeza,
aquí mi seguridad,
la prueba de mi verdad,
la muestra de mi firmeza.
EMILY BRONTË
Poca estima siento por las riquezas…
Poca
estima siento por las riquezas,
y del Amor me río con desdén.
El deseo de fama solo fue un sueño
que se desvaneció con el alba.
Y,
si rezo, la única oración
que mueve mis labios es:
“¡Abandona este corazón que poseo
y dame libertad!”
Mis
días se acercan veloces al final,
y eso es todo lo que imploro.
En la vida y en la muerte, un alma sin cadenas,
con valor para resistir.
1841
PERCY BYSSHE SHELLEY
Temo tus besos
Temo
tus besos, dulce dama.
Tú no necesitas temer los míos;
Mi espíritu va tan hondamente abrumado,
Que no puede agobiar el tuyo.
Temo
tu porte, tus modos, tu movimiento.
Tú no necesitas temer los míos;
Es inocente la devoción del corazón
con la que yo te adoro.
OZAM YEHYA
re
parto mis pedazos de infierno in situ
y
los cito pero ni madres
no
me quieren (hacer caso)
no
quieren (ser) conmigo
ni
pueblo ni gobierno
quesque
muy anarcos
en
su arca como la de noe
llena
de animalitos
pero
no cejaré hasta que deje de respirar
en
la horca nada afuera y todo adentro
cabalgando
Troyas
no
que no
cada
quien sienta (a)sus precedentes
y
sitia su sitio con su propio ejército
(de animalitos)…