"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 6 de agosto de 2012
LINA ZERON
Réquiem
Hoy
cerré la casa con un candado de oro remendado,
regué
primero los girasoles que solícitos se erguían
las
dubitativas rosas que conocen el dolor de la defensa.
Recorrí
la luminosa alcoba entre lo oscuro
y
sellé con gruesos listones las indiscretas persianas.
Hoy
abandoné la infinitud de una vida en casa,
los
cimientos de amor a mi espalda quedaron,
se
derrumbó la perfección de una armónica rutina,
la
joya de caricias que entretejió nuestras vidas.
No
volveré a doblar cortinas ni manteles de motivos
ni
a zurcir más trozos de suspiros a la vieja sobrecama,
ni
los paseos de fin de semana esperar con impaciencia,
no
lucharé más por extirpar el olor a humedades
y
besos que cada rincón nos pillaba.
Debo
arrancar de la memoria el polen de tu risa,
tus
manos remolino de nubes esparcidas en mi piel,
olvidar
tus besos -trino de mirlos en la mañanael balanceo perfecto de nuestros
cuerpos.
No
volveré a mirar tus ojos de fuego de luna
ni
a esperar en la ventana que aparezca tu figura.
Ayer
debí incinerarte y tragarme las cenizas
para
tenerte dentro aun tu cuerpo fallecido
en
vez de enterrarte en un frío cajón de madera.
Hoy
me encuentro mas sola que un viejo faro de mar.
SERAFINA NUÑEZ
Jazmín
de la presencia
Qué
dulcísimo asombro de nube o de gacela
encendiendo, apagando, persiguiendo, ondulando,
marea gris-azul, azul-gris, rosa-tibio
clava en el aire ausente el ángel de tu ruego
y destrenza la gracia y dona olas ilesas de asustado misterio
para remos y velas.
encendiendo, apagando, persiguiendo, ondulando,
marea gris-azul, azul-gris, rosa-tibio
clava en el aire ausente el ángel de tu ruego
y destrenza la gracia y dona olas ilesas de asustado misterio
para remos y velas.
¿En
qué soplada tierra de huracanes seráficos,
por qué nieves tatuadas en el azul errante,
la inocencia del hombre, su llama imperturbable,
obedientes prodigios, y bestias y relámpagos
transparentes respiran en tu seno abrigado?
por qué nieves tatuadas en el azul errante,
la inocencia del hombre, su llama imperturbable,
obedientes prodigios, y bestias y relámpagos
transparentes respiran en tu seno abrigado?
Esa
comarca del rocío
que algunas veces siento pesar sobre mis párpados.
Novia del coral de ultra-cielo,
Espuma de Dios sonriente,
paloma de mis venas poseída.
Tu frente de girasol en éxtasis
llueve la deslumbrante atmósfera de una playa amorosa
donde todos podemos recoger un consuelo
como tesoros, conchas o astros por la arena.
que algunas veces siento pesar sobre mis párpados.
Novia del coral de ultra-cielo,
Espuma de Dios sonriente,
paloma de mis venas poseída.
Tu frente de girasol en éxtasis
llueve la deslumbrante atmósfera de una playa amorosa
donde todos podemos recoger un consuelo
como tesoros, conchas o astros por la arena.
Tu
frente, que avanza provincias
donde el caballo del viento rinde sus azares.
Tu hombro reposado de arpas
para que cada criatura le tome el color a su llanto
y te lo entregue.
donde el caballo del viento rinde sus azares.
Tu hombro reposado de arpas
para que cada criatura le tome el color a su llanto
y te lo entregue.
Tu
piel centelleando de amanecidos misterios.
Tu pecho acantilado del suspiro,
tu celada mejilla donde el ámbar
nutre su cambiante raza fina.
Tus ojos fluyen entre las voces,
resbalan por las plegarias, por los gemidos
como cabellera peinada tiernamente.
Y aquí yo; te pulso alabanzas, convoco:
vengan algas, sirenas, extasiados corales,
tierras de los náufragos entreguen sus tragedias
y la paz desgarrada en húmedos remolinos,
de vacíos crepúsculos.
Tu pecho acantilado del suspiro,
tu celada mejilla donde el ámbar
nutre su cambiante raza fina.
Tus ojos fluyen entre las voces,
resbalan por las plegarias, por los gemidos
como cabellera peinada tiernamente.
Y aquí yo; te pulso alabanzas, convoco:
vengan algas, sirenas, extasiados corales,
tierras de los náufragos entreguen sus tragedias
y la paz desgarrada en húmedos remolinos,
de vacíos crepúsculos.
Vengan
risueños elfos y rostros de los dioses
y su haz de tormentas;
miremos a sus manos devolviéndole al oro
la cálida vivencia,
la minúscula rosa que aletea en su cuello
y esa paloma fiel vigilándole el paso.
y su haz de tormentas;
miremos a sus manos devolviéndole al oro
la cálida vivencia,
la minúscula rosa que aletea en su cuello
y esa paloma fiel vigilándole el paso.
¡Ay
temeroso cristal de mi sosiego!
Avecillas del otoño indeciso
que muere en el confín de la tarde,
sombras de mi sangre y de mi rezo,
flautas vistiendo de dulzura el aire;
vengan a este alborozo.
Avecillas del otoño indeciso
que muere en el confín de la tarde,
sombras de mi sangre y de mi rezo,
flautas vistiendo de dulzura el aire;
vengan a este alborozo.
Yo
le miro la espuma, la impalpable azucena,
el talle columpiado de musicales universos
y un hemisferio puro me invade silencioso.
el talle columpiado de musicales universos
y un hemisferio puro me invade silencioso.
SERGIO GARCÍA
Mi
Hogar
En
este mar de incertidumbres
Una
Isla apenas
Un
resguardo
Cuando
azota la tormenta
Un
lugar para anidar
Una
playa donde ovar
Donde
el coco
Se
transforma en palmera
Todo
verdor
Todo
palmeras
Donde
brota agua buena
Una
isla apenas
Donde
tus brazos
Firmes
me encadenan
Donde
mi naufragio
Espera
PABLO NERUDA
Final
Matilde,
años o días
dormidos, afiebrados,
aquí o allá,
clavando,
rompiendo el espinazo,
sangrando sangre verdadera,
despertando tal vez
o perdido, dormido:
camas clínicas, ventanas extranjeras,
vestidos blancos de las sigilosas,
la torpeza en los pies.
dormidos, afiebrados,
aquí o allá,
clavando,
rompiendo el espinazo,
sangrando sangre verdadera,
despertando tal vez
o perdido, dormido:
camas clínicas, ventanas extranjeras,
vestidos blancos de las sigilosas,
la torpeza en los pies.
Luego
estos viajes
y el mío mar de nuevo:
tu cabeza en la cabecera,
y el mío mar de nuevo:
tu cabeza en la cabecera,
tus
manos voladoras
en la luz, en mi luz,
sobre mi tierra.
en la luz, en mi luz,
sobre mi tierra.
Fue
tan bello vivir
cuando vivías!
cuando vivías!
El
mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.
MARÍA VICTORIA ATENCIA
Muchacha
Llevas
un vaso lleno de transparencias
entre inquietas manos y escurridizos dedos.
entre inquietas manos y escurridizos dedos.
Puedes
cantar el cielo, el amor, las estrellas:
todo nacerá nuevo de tus labios hermosos.
todo nacerá nuevo de tus labios hermosos.
Descubrirás
en sueños la vida que te acosa
tan dulcemente mansa y le sonreirás.
tan dulcemente mansa y le sonreirás.
Despertarás
el día menos pensado entre
un mayo y un setiembre y moverá el asombro
el filo de tu enagua.
un mayo y un setiembre y moverá el asombro
el filo de tu enagua.
Revolverás
entonces de un desconcierto grande
el mundo que te llena; una luz saltará,
en caños, por tus ojos.
el mundo que te llena; una luz saltará,
en caños, por tus ojos.
Y
seguirá la fuente el curso de tu cuello
mientras pájaros haya en vuelo por tus venas
y palabras diciendo del amor en tu boca.
mientras pájaros haya en vuelo por tus venas
y palabras diciendo del amor en tu boca.
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