viernes, 18 de agosto de 2017


LAURA CASIELLES




Primera conjugación



Encontrar las palabras
elementales. Aprender
cómo decir perdón en el idioma del que irrumpe,
y buenos días, y toma,
y he venido a conocerte, aprender
cómo decir gracias en el idioma
de los que también rasgan
y también
se desgarran,
cómo decir
café, cariño, patria,
shalom, salam aalaikum, aprender
cómo se dice pasa, entra, esta es mi casa
en un país al sur del que apenas
quedan ruinas, aprender
obrigada, spasiba, aprender
qué colores no existen en las lenguas de África.
Y cómo responder que sí en Pekín.
Llegar a las ciudades y descubrir
los entresijos del mercado,
entender,
aprender
cuál es en cada tierra
la etimología de alma, y de qué modo
saludaban al miedo mis bisabuelos.

Encontrar las palabras elementales.
Y luego hablar.


De: “Los idiomas comunes”


MARTA JAZMÍN GARCÍA NIEVES

  


El presagio de la inercia



Mi voluntad tiene la forma de un pájaro
muerto, abierto y quieto en el aire.
Presiento cómo extiende
compasivo
su escondite de plumas cenizas
debajo del sol
y encima de mi libertad.

Sobre este camino desnudo
también hace frío de los simulacros celestes
que sobrevuelan la Tierra.

Ya una vez creí escuchar
las campanadas de mil parpadeos
anunciando una visión de mí
abandonada en los desagües del desierto.

y otra vez
bajo esta sombra
los ojos se entreabren como labios
en medio de todas las palabras.



RICARDO PLATA SOTO




Amanecer inconcluso



Mañana te veré para despedirnos,
los días del adiós siempre son circulares,
nuestro encuentro se escarchará
con el polvo del amor no concretado,
cada suspiro será una plegaria para que te quedes
mi alma será un rosario incompleto y desequilibrado.

Mañana acabarán todas las catástrofes,
mañana las palabras darán una fiesta triste y solitaria
las luces darán su último discurso de iluminación
y parpadearán en clave morse,
ninguno de los dos entenderá el mensaje.

Las miradas caerán gota a gota
y tendremos un alfiler transparente en la mirada,
pero ninguno de los dos abrirá la llave de las lágrimas.
Todo nos pesará, hasta lo que no existió
y estas cansada de cargar fieras que bautizó el amor en tu nombre
y llevarás tu colonia de extractos naturales del miedo
y las manos se te cansarán de hacer preguntas,
ninguno de los dos sabe el lenguaje de las señas.

Te pondrás pálida y el silencio se expandirá como epidemia
nadie nombrará las frases del abandono
callaremos, amor, y ese será el final.

No dormiré para espantar los primeros signos del  amanecer
y así te quedes un día más.



VICENTE ROBALINO



  
Deseo resucitado



Si pudiéramos hablar del aire
que se lleva tan lejos las palabras
y nos deja solo miserables nubarrones.

Si pudiéramos admitir la distancia
para pensar que todo sucede en un ahora
que todo tiene el ritmo fugaz de lo expresado.

Si pudiéramos decir de nuestros ojos
que se engañan cuando miran los cipreses dormidos.

Si pudiéramos dejar que el cuerpo hable
que nos cuente por sí mismo sus verdades

cuánto deseo otra vez resucitara.

CHRISTIAN ZURIETA



Quédate



Te amor de lejos.
Te cientos de colibríes.
Te gusto haberte conocido.
Te cargo de conciencia.
Te Quito llueve contigo.
Te luciérnaga la mirada.
Te amiga desde dentro.
Te pronto tu presencia.
Te rastro de tu cuerpo.
Te fuera los pretextos.
Te noche que pasamos.
Te vino que bebimos.
Te paraíso con la boca.
Te chinezco de los nervios.
Te juramento de mi vida.
Te miedo que te vayas.
Te poema que congelo.


SANTIAGO GRIJALVA







La leche materna
no me pertenece.

Recuerdo que no fue mi deber
cargar contigo
por nueve meses.

Hijo,
eres el reflejo
de tu padre
al otro lado del espejo.

Por esta razón eres
el niño que duerme
hasta el anciano que se abandona en su canto.

Los cuentos de animales
te habitan
y te impiden recordar.

Niño Amazonia,
la ciudad no te dejó nacer.