martes, 24 de mayo de 2016



JUAN DE DIOS PEZA




Nieve de estío



Como la historia del amor me aparta
de las sombras que empañan mi fortuna,
yo de esa historia recogí esta carta
que he leído a los rayos de la luna.

Yo soy una mujer muy caprichosa
y que me juzgue a tu conciencia dejo,
para poder saber si estoy hermosa
recurro a la franqueza de mi espejo

Hoy, después que te vi por la mañana,
al consultar mi espejo alegremente,
como un hilo de plata vi una cana
perdida entre los rizos de mi frente.

Abrí para arrancarla mis cabellos
sintiendo en mi alma dolorosas luchas,
y cuál fue mi sorpresa, al ver en ellos
esa cana crecer con otras muchas.

¿Por qué se pone mi cabello cano?
¿Por qué está mi cabeza envejecida?
¿Por qué cubro mis flores tan temprano
con las primeras nieves de la vida?

No lo sé. Yo soy tuya, yo te adoro,
con fe sagrada, con el alma entera;
pero sin esperanza sufro y lloro;
¿tiene también el llanto primavera?

Cada noche soñando un nuevo encanto
vuelvo a la realidad desesperada;
soy joven, en verdad, mas sufro tanto
que siento ya mi juventud cansada.

Cuando pienso en lo mucho que te quiero
y llego a imaginar que no me quieres,
tiemblo de celos y de orgullo muero;
(Perdóname, así somos las mujeres).

He cortado con mano cuidadosa
esos cabellos blancos que te envío;
son las primeras nieves de una rosa
que imaginabas llena de rocío.

Tú me has dicho: "De todos tus hechizos,
lo que más me cautiva y enajena,
es la negra cascada de tus rizos
cayendo en torno a tu faz morena".

Y yo, que aprendo todo lo que dices,
puesto que me haces tan feliz con ello,
he pasado mis horas más felices
mirando cuán rizado es mi cabello.

Mas hoy, no elevo dolorosa queja,
porque de ti no temo desengaños;
mis canas te dirán que ya está vieja
una mujer que cuenta veintiún años.

¿Serán para tu amor mis canas nieve?
Ni a suponerlo en mis delirios llego.
¿Quién a negarme sin piedad se atreve
que es una nieve que brotó del fuego?

¿Lo niegan los principios de la ciencia
y una antítesis loca se parece?
pues es una verdad de la experiencia:
cabeza que se quema se emblanquece.

Amar con fuego y existir sin calma;
soñar sin esperanza de ventura,
dar todo el corazón, dar toda el alma
en un amor que es germen de amargura.

Buscar la dicha llena de tristeza
sin dejar que sea tuyo el hado impío,
llena de blancas hebras mi cabeza
y trae una vejez: la del hastío.

Enemiga de necias presunciones
cada cana que brota me la arranco,
y aunque empañe tus gratas ilusiones
te mando, ya lo ves, un rizo blanco.

¿Lo guardarás? Es prenda de alta estima
y es volcán este amor a que me entrego;
tiene el volcán sus nieves en la cima,
pero circula en sus entrañas fuego.



ROSSANA ARELLANO




Fragmentada



Sobre el vestido raído,
toda la luz consumida…

Ya nadie enciende el sol,
los hombres se volvieron pequeños,
sin diálogo
nos presentan infinitas tardes
donde ninguna sonrisa
pasea las bocas.

Cae la luna, sobre el agua,
no flota y se hunde…

Contemplo la flor en mi mano,
bañada de lágrimas mías,
fragmentada en el secreto,
inaugurando un llanto ajeno
se burla,
probablemente sea hastío.




ALI CHUMACERO




De tiempo a espacio



Naciste desde el fondo de la noche,
del sueño donde el tiempo comienza a ser raíz
y la mirada sólo tibio aire,
cuando aún no era ojo sino apenas un viento suave,
un aroma erigido sin mano que lo toque.

Eras la flor ahogada flotando sobre el cuerpo
en nuestro amanecer hacia la luz;
destrozabas la noche con tus ojos,
hundida en mi desnudo
tal un vivo rumor de brisa que al oído
volcara la virtud de su marea,
y mi aliento en tu savia navegaba,
y tu voz en mi pulso se moría
como sombra de ave agonizante,
transformando mi cuerpo en sueño tuyo,
en vivo espejo abandonado
o silencio que cruza los espacios.


ESDRAS PARRA



  
Veo en mis sueños cómo el cuchillo corta el polvo...



Veo en mis sueños cómo el cuchillo corta el polvo
                                         o entra despacio en mi corazón
hay ocasiones en que el mundo pierde sus encantos
entonces tomo el camino que me ha sido vedado
y doy albergue a sus más oscuros secretos.

recibe este cuerpo como si fuera nieve.


EMILIO PRADOS



  
Junto al arroyo

                                          Amanecer.



Caudal del sueño,
lluvia del estío:
¿adónde va
la nube en que has nacido?

Eco del bosque,
corazón del viento:
¿dónde a voz
que te dejó en el cielo?

Rumor el agua
entre los tallos débiles:
¿adónde va
el frescor de tu corriente?

Cuerpo fugaz del hombre,
esbelto junco:
¿dónde olvidó tu sombra
su desnudo?

Belleza, soledad.
contemplación callada:
¿dónde el aroma fiel
de tu palabra?...

(La voz de Dios
resuena contra el tiempo...)
¿Dónde, el amor,
oculta su misterio?




LAURA FIOCCA



  

Morada de la noche



Una coraza de luz
me perdió allí
donde no hay rostros.

Morada turbia de la noche
me devolviste ciega
a mi reflejo.