jueves, 31 de diciembre de 2020

NIKOLAI GUMILIOV

 



El teléfono




Una voz femenina en el teléfono
Se escucha inesperada y audaz.
Cuánta dulce armonía hay
En esa voz sin cuerpo

La Suerte en su transcurrir benévolo
No siempre pasa de largo:
El sonido del laúd del serafín
Es como tu voz en el teléfono.

  

Versión de Jorge Bustamante García

WILLIAM BLAKE

 

 

 

El ángel

 

 

Sueño soñado, ¿significado?
Yo era una virgen con un reinado,
Un ángel bueno a mí me cuidaba,
(¡Maldito lloro a nadie encantaba!)

 

Lloraba noche, lloraba día
Él mis lágrimas recogía
Lloraba día, lloraba noche
Yo le ocultaba muy bien mi goce.

 

La mañana se sonrojó
Sacó él sus alas y voló.
Sequé mi cara, armé el temor:
Escudos, lanzas, diez mil o mayor.

 

Pronto mi Ángel ha regresado:
Yo estaba armada, él vino en vano;
Pues el tiempo joven ya voló
Y así mi cabello encaneció.

 

 

 

ENRIQUE GONZÁLEZ ROJO

 

 

 


Precisión

Para Maricela y Mario




El poeta ante la ventana

¿no estará más bien frente a un espejo,

un espejo que, como una abuela, derrocha todo el día

en bordar imágenes y entretejerlas

con espectros invisibles que circulan

por la sala?

Un poeta frente al espejo

puede tratar de sumergirse, de la mano de Alicia , en la

superficie acuosa y atrayente.

Puede meter los pies, las piernas y la audacia

en su propio delirio. Puede lanzarse a la busca, con su

[redada de ojos,

de inéditas dimensiones y nuevos puntos cardinales.

Puede comprar un minifundio

en el País de las Maravillas,

dedicarse a la inspección de la relojería

de los milagros y lanzar hacia el cosmos

la cometa oscilante de su numen.

Mas zambullirse en el espejo

-y salpicar de esbozos de fantasmas

y luciérnagas a los lectores-,

es dejar lo terreno

hablando solo,

en una lejanía que le pisa los talones

a la ausencia definitiva.

Lo que contempla el poeta,

lo que está entre sus hambrientas pupilas

y las diferentes posturas del viento,

es una ventana, no más que una ventana.

No es un muro

y su ejército de párpados blindados.

O una venda de manos en los ojos.

Es no más una ventana.

¿No escuchan lo que están sus cristales

murmurando? ¿No advierten cómo está la

[transparencia,

con su voz sin igual, recitando, de modo indescriptible,

el poema de lo cierto, lo exterior atestado de poesía?

¿No ven ahí el lugar

donde el pastor-de-miradas del ojo del poeta

las saca a pastar el ser

en los campos infinitos del afuera?

 

 

AUSIÁS MARCH

 

  


 

XXIX



Así como el toro huye por el desierto
al ser superado por su semejante que lo fuerza,
no vuelve ya hasta tener la suficiente fuerza
para destuir a aquel que lo perjudicado,
así pues, me conviene huir de vos,
pues vuestro gesto mi esfuerzo ha confundido;
no volveré hasta que del todo se haya ido
el gran pavor que me impide ser dichoso.



RICARDO HERNÁNDEZ PEREIRA

 

 


 


La patria del ridículo

 

 

Habitamos una tierra de nadie
una tierra extraña
donde año con año plantan su carpa los eternos titiriteros
meten sus clavos en la entraña de nuestros hijos
y martillan rabiosos
con la sonrisa estampada en la mirada

 

Vienen a cambiarnos la vida, dicen
aseguran un regalo para nuestros ojos
y si realmente creemos
podremos hacer esos sueños
una entera realidad para nuestra carne

 

Se visten de lino
se pintan la cara
y nos presentan el estrafalario circo de las pulgas
y en medio de su sonrisa ridícula y atroz
nos narran, con altibajos, las proezas de sus alimañas
¡nos gritan en la cara sus acrobacias!
y nos exhortan
a que imitemos sus portentos
porque nosotros también somos (ellos bien lo saben)
hijos de la pulga
el piojo
la lombriz
y la cucaracha.

 

Y mientras nos cantan sus canciones de feria
mientras nos muestran sus títeres siniestros
y danzan y lanzan

 

papelitos que la audiencia come
como palomitas de maíz
nos envuelven en su telaraña de ideas infinitas.

 

“Estas ideas son maravillosas”, sentencian

al mismo tiempo que nos sacan de los bolsillos
las pocas monedas que nos quedan para soportar el hambre de las horas
nos sustraen los sueños
mientras depositan en nuestras manos
un espejo para reírnos de lo que hallamos
en el fondo de su reflejo

 

“Respetaréis estas ideas”, dicen
mientras levantan su carpa
y nos anudan con sus lazos y correas

 

“¡Respetaréis las ideas!”
gritan

“¡Respetaréis!”
gruñen, mientras se alejaban afanosos,
sin dejar de apuntarnos con sus cañones de ensueños celestiales

 

Y así
se marchan
dejando a los habitantes de aquella extraña tierra
con una enorme sensación de desasosiego
deseando olvidar
por al menos unos cuantos años
la enorme vergüenza que les carcome la cara
anhelando a que llegue otro nuevo circo
que nos haga reír y olvidar
al menos por unos instantes
los días de miseria y desencuentros
que nos dejaran los actores del circo anterior.

 

 

CARLOS CAÑAS

 

 

 

Canción

 

 

Hoy, en este mediodía claro, abierto,
las mariposas elevan sus flores de fantasía
para tejer de misterio
la blanca luz que se derrama
sobre el oro verde de la tierra.

Y las gentes, como anunciadas
del blancor de las ovejas,
entre las calles se agrupan
para arder su entusiasmo
en los decorados de las tiendas.

Y ya en el campo, la luz se transforma
por el verde de las hojas
y el rosa de las rosas, en luz de arco iris.
El río, entonces, inventa su canción
de estirado violín de agua.

Todo camina con la piel caliente.
En el horizonte de hiriente vidrio,
árboles calcinados se sonríen.
Y un poco más lejos, en la altura,
las nubes se dibujan en corderos
alimentando su gula
en el pasto azul del cielo.