martes, 10 de septiembre de 2019


AZUMA KONDO





Bandera nacional



Hijo mío, hoy es un día festivo
¿Por qué izaste una bandera blanca?

Padre, de la bandera del Sol Naciente
sólo expulsaron al rojo.


MARITZA CINO ALVEAR




  
7



La muerte,
carnal disfraz
éxtasis oculto
en los lunares de su espalda.


De: “Cuerpos guardados”


MASAO NAKAGUIRI





Guerra



Una cabeza de hombre, salpicada de arena.
Un hilo de sangre que se alarga infinitamente.
Metales que se diluyen, ojos que quedan entreabiertos.
Mujeres semidesnudas.
En el extremo del mundo
creí haberlos visto.

Hojas de caucho despedazadas y empapadas.
Corrimos desesperados.
Nos volvíamos locos.
El índice de mi mano se crispó contra mi voluntad
y tu figura desapareció;
quiero decir: te maté.

Un pedazo de plomo que ató mi dedo a tu corazón.
Los dientes menudos, los pies pardos, y todas las cosas
pequeñas.
En el extremo del mundo
creí haberlos visto.
Pero, ¡Peter!
¿Por qué sonríes a quien te mató?
De lejos
llegas fluyendo dulcemente.
Te acercas titubeando, amigo,
No sé si te llamabas Henry
O Robert.
Sin embargo, ¿por qué no me culpas a mí, tu sacrificador?

Por fin, regresamos a la patria
en cuya belleza habíamos creído.
Mis zapatos militares cubiertos de lodo
pisan ahora las calles carcomidas de Tokio.
Pero tú, ¿en dónde estás tosiendo?
¿En dónde estás lamiendo ese queso de sangre?

Amigo, podrás mirar, lo sé,
a este pobre hombre que mató a su amigo
trepando como topo en el rincón del mundo.
Y comprenderás
que es mucho más penoso haber sobrevivido
que estar muerto.


ANA ROSETTI





Quinto



Y decirle: Acúsome, reverendo padre. Acúsome del descuido que os reveló
mi rostro, de la negligencia de mi velo en ocultar mi codicia. Acúsome del
lazo que tendí a los pies de vuestra reverencia, de la tela de araña emboscada, del grillete que aprisionó
vuestra mirada en mi sombra. Acúsome de ser lanza en el vientre, medusa entre las piernas, desvelo
de vuestra reverencia y sed. Acúsome de clavaros la aguda y persistente dentellada de los rosales del remordimiento.


De: "Virgo Potens"


YUKIO HARUYAMA





Es una calle blanca
Es una silla blanca
Es un perfume blanco
Es un gato blanco
Es un cuello blanco
Es un calcetín blanco
Es un cielo blanco
Es una nube blanca
Y parada de cabeza,
mi Kodak
es una señorita blanca



JULIA PRILUTZKY





Voy hacia ti como una rosa viva...



Voy hacia ti como una rosa viva
deshojada en distancias y en esperas...
No lo sabes aún. Y no aceleras
el encuentro en la hora decisiva.

Voy hacia ti con precisión altiva
y antes que yo  -oscuras mensajeras
del porvenir-  las grises hilanderas
van tejiendo la trama fugitiva.

Estás en mí. Y no eres el culpable:
algo de tu presencia indescifrable
me dilata en las venas el latido

y se estira en mi piel con grave alarde.
Mis pájaros se alargan en la tarde
y todo es tan perfecto, que ya ha sido.