"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 5 de junio de 2022
EDUARDO EMBRY
Fama no se compra
De
los fenicios pasó a los griegos,
de los griegos inmigró con los pájaros al África,
del África, a España,
y de un salto, con los conquistadores,
esta estoria pasó al cerro Cordillera,
donde aún se oyen
brutales carreras de caballos
del famoso don Enea, y de la muy fermosa
e sesuda doña Dido, de cuando
Troya se había encendido,
y que la fama y que la nombradía,
de un salto dentro de otro salto,
con una espuela, se vuelven a España,
y de España pasan al África,
del África, con el retorno de la primavera,
vuelven a los fenicios,
de los fenicios a los griegos,
por todo el mundo ahora
— a voces corre, y se dice:
en el cerro Cordillera
se dan unos gallos grandes
que llevan la boca
a la altura del ombligo
ESTHER DE CÁCERES
El silencio
Los
pájaros
desde el silencio
cantan.
Desde enjambres de amor y de tormento
cantan.
Desde prisiones y en la dilatada
casa del aire
cantan.
Entre cipreses de la muerte
cantan.
Pero un pájaro solo que ha atravesado el Fuego
solo en lo alto
solo y extático
en misteriosos cielos de silencio y alma
canta.
JULIO VICUÑA CIFUENTES
Por los barrios bajos
Domingo.
Tarde. Es el otoño. Niños
que en la calzada se persiguen. Risas
de pulcros mancebitos de talleres,
los leones del barrio en estos dias.
Mozas que lucen indumentos charros,
en las aceras; ebrios, camorristas
de profesión. Bajo el parral del huerto,
rasgueos de guitarra, seguidillas.
En el balcón de una casita nueva,
el rostro indiferente de una niña,
y tras ella, la madre, enjalbegada,
que parece decirnos: -¡Todavía! .
MANUEL ANDROS FLORES
Jugando al doctor por orden cronológico
En
un cerro con virgen,
A orillas del mar,
En una Medialuna,
Arriba de un árbol gigante,
Sobre una mesa servida,
En una selva silenciada,
En una frontera polvorienta,
En un jacuzzi en Beverly Hills,
En el baño de un avión,
En una piscina sin agua,
En una silla,
Detrás de una puerta,
En un tren,
Sobre la nieve derritiéndose,
En un baño de damas con graffittis,
Sobre un techo con gatos,
En un barco en el Río de La Plata,
Al borde de una autopista,
En una fábrica de aceite,
En un hospital,
En una viña en otoño,
En una biblioteca privada.
BOŽIDAR PROROČIĆ
No me voy a entregar
No
me van a quebrar
fantasmas
de la noche
almas
derrotadas
Defensor
de la verdad soy
página
arrancada
del
dolor y del destino
el
Lobo estepario
de
las estepas de Hesse
con
la pluma en la mano
de
su libertad
No
me voy a entregar
a
las sombras sinsentido de la noche
a
las que atacan
ni a
mi soledad
Quedo
desafiante
a la
defensa de la libertad,
la
verdad y la justicia
porque
la vida quiere
a
los fuertes y no los débiles
Versión de Zeljka Lovrencic
ROLANDO CÁRDENAS
Las noches blancas
Y
era una luz que parecía estar a toda hora,
cuando los días comenzaban a crecer
curvándose hacia lentos países nevados.
Se transmitía sin límites
en un quehacer casi silencioso
desde los cielos rojos y llenos de colinas
donde hasta tarde navegaban los pájaros.
También parecía venir por el mar
con un rumor misterioso y de color ceniza.
Antigua claridad de los hielos que se quedó allí
desde la primera noche polar,
verificando un remoto rito que detenía las sombras,
pero que al mismo tiempo transcurría.
Se estaba con nosotros largas horas
como si nos quitara el sueño o el cansancio,
envejeciendo con los pastos y el viento.
Como un recuerdo que lo inunda todo
emergen esos días meridionales
desde el tiempo del hombre que perdió su sombra,
porque esas noches lejanamente iluminadas
venidas por el hielo, el mar y el cielo rojo,
no parecían extrañas en la tierra dispersa,
rodeando esa casa
perdida en un gran soplo blanco.
