Fama no se compra
De
los fenicios pasó a los griegos,
de los griegos inmigró con los pájaros al África,
del África, a España,
y de un salto, con los conquistadores,
esta estoria pasó al cerro Cordillera,
donde aún se oyen
brutales carreras de caballos
del famoso don Enea, y de la muy fermosa
e sesuda doña Dido, de cuando
Troya se había encendido,
y que la fama y que la nombradía,
de un salto dentro de otro salto,
con una espuela, se vuelven a España,
y de España pasan al África,
del África, con el retorno de la primavera,
vuelven a los fenicios,
de los fenicios a los griegos,
por todo el mundo ahora
— a voces corre, y se dice:
en el cerro Cordillera
se dan unos gallos grandes
que llevan la boca
a la altura del ombligo
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