"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 15 de diciembre de 2021
EMILIA PARDO BAZÁN
XII
Aquello
que pensé junto a tu cuna
contarte quiero aquí.
Pensé, mi bien, en cuanto la fortuna
reserva para ti.
En
el combate que te guarda acaso
el mundo engañador;
en las espinas que han de darte al paso
las rosas del amor.
En
el estudio grave, en el camino
que un día has de seguir;
en la callada esfinge del destino
que vela el porvenir.
En
esa frente, donde oculto siento
un germen, un botón,
que algún día dará de pensamiento
completa floración:
luz
que opaca al presente y misteriosa
mañana brillará
porque en sí tiene el alma, cual la rosa
en el capullo está…
Pensé
que, venturoso o desdichado,
con pena o con placer,
temprano o tarde, al panteón helado
tendrás que descender;
y
que yo debo a su recinto frío
antes que tú llegar…
y pensé muchas cosas, ángel mío,
que no acierto a expresar.
De:
“Las frases frágiles”
JOSÉ MARÍA PLAZA
Museo
del Prado
Hoy
he visto a un japonés
en el Museo del Prado
mirando un cuadro al revés.
Velázquez
se ha levantado
y las Meninas también,
y las dos majas de Goya
no se lo pueden creer.
Tiene los ojos a cuadros
de tanto mirar y ver.
Y de ver sin mirar nada,
que también podría ser.
Con
su lienzo y su pincel
he visto a El Greco muy serio
retratando a un japonés.
JUAN MARCELINO RUIZ
Venganza
Perra
Esta
noche,
meteremos
los perros a la alcoba,
les
prestaremos
las
sábanas, la almohada,
la
lámpara de tenue luz
y el
pudor tejido en los prejuicios.
Mientras
pretenden dormir como la gente
tú y
yo tomaremos el
patio por asalto:
ladridos
al gato del vecino,
a la
luna
y a
la titilación absurda de los grillos.
Con
los dientes
romperemos
la cuerda que ata los instintos:
no
ser hombre y mujer:
ser
hembra y macho;
antes
y después de amarnos
moveremos
el rabo
para
espantar lo que quede en la cordura.
Y
después, ya satisfechos
dormir
el uno junto al otro
lamiendo
agradecido tus orejas,
y
cuando el sol dibuje nuestras sombras
ir a
rascar la puerta en la cocina:
algún
buen hueso quedaría en la cena.
SEBASTIÁN KIRZNER
Las
baldosas
I
Las
baldosas se mueven cuando camino.
Ya
no sé dónde pisar,
debería
alejarme de ellas,
pero
no puedo despegarme.
II
Que
las baldosas no te muevan el piso.
Que
no te sirvan de excusa,
para
no llegar jamás a mi casa,
para
no tocar jamás mi timbre
III
Quien
tiene baldosas como cimientos,
disfruta
el confort de un buen punto de apoyo.
IV
Que
no construyan tu tumba de baldosas,
porque
te caminarán encima,
te
volverás peatonal, tendrás giro
y
punto de cruce.
V
Tan
solo abrir tus ojos de baldosas.
Despegar
tu mirada del cemento,
para
que no me veas tan gris,
tan
álgido por dentro.
VI
Que
no termines caminando como baldosas secas.
Porque
tendrás un traje beige, un attache,
y
gozarás del olor del microcentro a mediodía.
VII
Que
no te resulte cuadrado mi cerebro de baldosa.
Que
puedas tomar un cincel, un martillo
y
quebrarlo para recordarme,
o
para entender qué se siente
ser
quien golpea el cemento.
VIII
Si
las baldosas pudieran hablar, nada dirían.
Porque
las baldosas no hablan,
pero
los cuerpos sí.
Y en
su transitar dejan una estela,
un
lenguaje propio,
una
pálida y sutil decadencia.
IX
Si
las baldosas pudieran soñar,
te
dirían que te quedes
pisando
sus bellos rostros de hormigón.
X
Que
las baldosas no te sueñen despierta.
Que
no te quedes atascada, sobre otras caras,
sobre
otros ojos o bocas neutras.
XI
Que
no se vuelvan tu pasos, baldosas yertas.
BENJAMÍN MORALES
Éxodo
seremos la sed de 40 años,
el aljibe y la grieta en el cielo.
Seremos
la sequedad,
Los muros de granito
Y un suspiro brillante como el mar que perdimos.
Seremos
la muerte de 3 mil hombres,
La caída del oro y la llama,
La vasta sonrisa de tu nombre.
–
LEO LOBOS
Silencioso dentro de la noche
Ser como o rio que deflui
silencioso dentro da noite
Manuel Bandeira
Fluir, leve andar
descalzo inflar lentamente los pulmones
pesar cada paso sentir
cada instante entrar
silencioso dentro
de la noche
como si ella
fueras
tú
