"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 4 de enero de 2017
ARMANDO ROA VIAL
1
ES EL VIEJO PHILLIPUS
empañado en el espejo,
ensayando en el silencio el sendero más estrecho,
cuando razones y palabras
ya no arden de su boca.
¿Para qué?
¿Para quién?
Apenas un jadeo.
La noche como un río que se curva.
El húmedo cuchillo de la luna
raspando las tinieblas.
La escritura sin rostro de la muerte.
La espesa neblina de la sangre.
Saturada la esperanza,
Phillipus de Arimatea
emerge de un sueño entrecortado
sin desplomarse todavía,
como un fúnebre acróbata,
en la cuerda más frágil del corazón,
donde ya sólo vibran para él amargos estertores.
El hombre, según Phillipus,
es un pensamiento nihilista en la mente de Dios.
De: “Zarabanda de la Muerte Oscura”
BLANCA SANDINO
Sábado
de isobaras
Sin un temblor me aíslo tras el anverso de mis manos:
las palmas empujan el aire (aunque no lo creas, ofrece resistencia).
Mi única salvación es huir.
Huir, antes de que estalle la borrasca que presiento
(mantén la mirada firme -me digo- en una sola dirección).
Pero he amanecido como si me doliera el día,
y el sábado -o el mundo-, entre mis dedos,
no es más que una enorme jaula:
estoy fuera, y no sé cómo volver a entrar.
Sin un temblor me aíslo tras el anverso de mis manos:
las palmas empujan el aire (aunque no lo creas, ofrece resistencia).
Mi única salvación es huir.
Huir, antes de que estalle la borrasca que presiento
(mantén la mirada firme -me digo- en una sola dirección).
Pero he amanecido como si me doliera el día,
y el sábado -o el mundo-, entre mis dedos,
no es más que una enorme jaula:
estoy fuera, y no sé cómo volver a entrar.
CARLOS BARRAL
Fósiles
Sumérjase el alma un instante
en el árido mar del deseo
y surja falaz de su espuma
tu efigie de bronce
Sumérjase el alma un instante
en el árido mar del deseo
y surja falaz de su espuma
tu efigie de bronce
*
Agite la brisa a su soplo
tus negros y sueltos cabellos
y envuelta en su halago
la bruma de tu cuerpo.
Agite la brisa a su soplo
tus negros y sueltos cabellos
y envuelta en su halago
la bruma de tu cuerpo.
*
Al blanco cuenco de tus blandas manos,
febril apoyo de mi ardiente frente,
al brillo rojo de tus labios finos
dulce caricia de mi boca torpe,
siempre soñada.
Al blanco cuenco de tus blandas manos,
febril apoyo de mi ardiente frente,
al brillo rojo de tus labios finos
dulce caricia de mi boca torpe,
siempre soñada.
Tú que derramas sobre tu frente un bucle,
al inclinarse triste la cabeza,
tú, que amedrentas en tus ojos negros
la melancólica luz y el dulce brillo
la que en el cuello dilatas un sollozo,
y en los labios humedeces un suspiro.
al inclinarse triste la cabeza,
tú, que amedrentas en tus ojos negros
la melancólica luz y el dulce brillo
la que en el cuello dilatas un sollozo,
y en los labios humedeces un suspiro.
*
Sincronía de suspiros blandos,
sabrosa de salobre, teñida de resol,
moldeada en la morena carne
de la virgen del arpegio dulce
y pastoral.
Sincronía de suspiros blandos,
sabrosa de salobre, teñida de resol,
moldeada en la morena carne
de la virgen del arpegio dulce
y pastoral.
(1942)
MARISA LEÓN
Por
una flor
¿Y si fuese un soldado fusilado por una flor?
¿Y si fuese un soldado fusilado por una flor?
A mí las balas de pétalos
y los rincones adorados por tréboles.
Cambalache de árboles en peregrinación
himen de un ejército de amapolas
con residencia en este cuerpo que galopa
que empuja hacia la luna llena su necesidad...
Ya nacen los manantiales al Este
la necesidad de un relámpago
para hacer de esta guerra la rebelión de la orquídea
triunfo de flores en apariencia dormidas
de violetas y jazmines al ocaso de la rendición...
Ya vengo vestida de hojarasca, si fuese la miel del
junco
ya, de papiro, para hacer de cometas, nuevas
batallas...
A veces, del imperio de las malvas, desciendo a los
infiernos
para revolverme en el fango del loto
morir de adentro, con la luz del garoé, de lluvias
morir transitando un campo de girasoles, de muerte
desarmada...
Retumba la vida, a golpes de tierra
y de la flor, que si mata, no se muere, sólo se pierde
y las campanas susurran entallada fertilidad de flores
libadas.
Yo vengo con la estirpe de la sangre a derramar la piel
del Alma...
KAREN VALLADARES
Debo
elegir la rabia
Debo elegir la rabia,
Debo elegir la rabia,
la furia, el llanto y el grito y la herida y otra
vez la rabia.
Veo que corre mi sangre, que no es mi sangre,
y siento que aquí nadie puede ser feliz.
Ser feliz es una maldición.
Hay que vivir como si nada importara,
golpeándose el pecho; elegir la rabia,
tomar un poco de ron, y pensar que nada importa.
Elegir el fuego, el insulto, la voz irritada,
la queja, la mano empuñada, la casa vacía, la
soledad, la mesa sola.
Vuelvo a elegir la rabia,
y pienso en toda la mierda que debo decir.
Esta noche será húmeda hasta los ojos,
y no por la lluvia de este invierno inconcluso.
Pienso en el invierno,
en las hojas cayendo de los árboles,
en el moho de las paredes, en el aullido de un
gato, y me da rabia.
Vuelvo a elegir la rabia porque todo es una terrible
porquería.
Nadie se ama, nadie se toma de la mano,
nadie se besa. El amor no es cierto.
Elijo la rabia para detener el tedio
de esta casa sin vida.
De: "Maldita poesía"
MARÍA GERMANÁ MATTA
Carrera
de obstáculos
¿Qué sentido tiene
andar cabizbajo
con la luz oscurecida
de lo opaco?
murmurando ruido
con el asterisco
de un futuro a cuestas
domina tu aflicción
antes que el granizo
de las sombras
bombardee
de las sombras
bombardee
tu cabeza
y luego el vacío
te circunda
pestañea por enésima vez
y despierta el regocijo
que condensa tus pupilas
contempla la luz
y sus partículas elementales
su celeste perfección
es siempre una promesa
el delirio te reclama
lleva la esencia
del alba
en su rocío
tiritan las ideas
el miedo
paraliza los impulsos
dando paso a las incoherencias
saltan las alarmas
de la urgencia
ralentiza la pulsación
de tu caos interior
inspira
vístete con la turgencia
de un suspiro
en el umbral de la calma
se deshilachan los temores
desenreda
sus cuerdas inexactas
da paso a la antesala
de lo desconocido
intenta
que resurja el movimiento
intenta
que resurja el movimiento
deja que el instinto
fluya
por la corriente adormecida
de tu sangre en vela
desde el silencio
renueva
la voluntad que se antepone
a los obstáculos
siente la vibración secreta
de la savia
de la savia
la sabiduría verde
del mundo
y su legado
en construcción
y ese sueño colectivo
que reclama tu ADN
se vislumbre
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