domingo, 25 de octubre de 2020

ANA TORRES LICON

 


 

Demencia

 

 


En el entramado de mis pensamientos hay laberintos que se inundan,

recovecos y resquicios que albergan reminiscencias y olvido,

habitados por ausencias que custodia el Cancerbero.

Los demonios se han mudado y los muertos bailan desnudos.

Si me llaman loca no negaré mi padecimiento,

Pues acepto que carezco de sensatez y cordura.

Espero la piedra que se lance en mi contra

así construiré una muralla que preserve mi locura,

abrazaré mis manías mientras miro el mundo,

desde lo alto recolectaré las estrellas

y las esparciré con regocijo y denuedo.

Que me llamen loca cuando beso el cielo,

mientras las mañanas colorean mis mejillas,

cuando mi sangre se embriaga de lluvia.

¡Si!, soy demente y no lo niego.

 

 

BERTOLT BRECHT

 

 

 

La canción del no y el sí

 

 


1

 

Hubo un tiempo en que creía, cuando aún era inocente,

y lo fui hace tiempo igual que tú:

quizás también me llegue uno a mí

y entonces tengo que saber qué hacer.

Y si tiene dinero

y si es amable

y su cuello está limpio también entre semana

y si sabe lo que le corresponde a una señora

entonces diré «No».

Hay que mantener la cabeza bien alta

y quedarse como si no pasara nada.

Seguro que la luna brilló toda la noche,

seguro que la barca se desató de la orilla,

pero nada más pudo suceder.

Sí, no puede una tumbarse simplemente,

sí, hay que ser fría y sin corazón.

Sí, tantas cosas podrían suceder,

ay, la única respuesta posible: No.

 

 

2

 

El primero que vino fue un hombre de Kent

que era como un hombre debe ser.

El segundo tenía tres barcos en el puerto

y el tercero estaba loco por mí.

Y al tener dinero

y al ser amables

y al llevar los cuellos limpios incluso entre semana

y al saber lo que le corresponde a una señora,

les dije a todos: «No».

Mantuve la cabeza bien alta

y me quedé como si no pasara nada.

Seguro que la luna brilló toda la noche,

seguro que la barca se desató de la orilla,

pero nada más pudo suceder.

Sí, no puede una tumbarse simplemente,

sí, hay que ser fría y sin corazón.

Sí, tantas cosas podrían suceder ,

ay, la única respuesta posible: No.

 

 

3

 

Sin embargo un buen día, y era un día azul,

llegó uno que no me rogó

y colgó su sombrero en un clavo en mi cuarto

y yo ya no sabía lo que hacía.

Y aunque no tenía dinero

y aunque no era amable

ni su cuello estaba limpio ni siquiera el domingo

ni sabía lo que le corresponde a una señora,

a él no le dije «No».

No mantuve la cabeza bien alta

y no me quedé como si no pasara nada.

Ay, la luna brilló toda la noche,

y la barca permaneció amarrada a la orilla,

¡y no pudo ser de otra forma!

Sí, no hay más que tumbarse simplemente,

sí, no puede una permanecer fría ni carecer de corazón.

Ay, tuvieron que pasar tantas cosas,

sí, no pudo haber ningún No.

 

LUIS MARRE

 

 

 

Día perdido

 


 

Ya se han ido, dejaron

entrejunta la hoja a la riente niña.

Ella, primero, acecha por los nudos,

encendiéndolos. Ya

retoza por el cuarto, brinca

en los lechos vacíos, ríe

entre las sábanas revueltas, toca

los objetos y dice mesa, libros, zapatos,

repasando la página de ayer en su cartilla.

No me había olvidado, viene,

su cabello derrama sobre mis ojos. Tras

el rubio enredo, qué triste mi cuerpo.

Ya se han ido, a esta hora

hombro con hombro van. Ya otro

ocupa mi lugar sin preguntar por mí.

 

ANNA VENTURA


 

 

La nuez

 


 

Durante un concierto

todos se quedaron dormidos;

incluso los jugadores.

Cuando se despertaron todos

miraron su reloj y vieron

que habían pasado tres horas,

pero nadie se atrevió a confesarlo, y mucho

menos los sueños que había tenido.

Solo el niño que había soñado con

ser una nuez

le dijo a su madre y ella

respondió que el sueño más hermoso que

jamás se había tenido.

A la mañana siguiente,

la mujer que limpiaba la habitación

encontró una nuez

debajo de un sillón

y se la guardó en el bolsillo.

Allí su hijo lo encontró, lo tomó, se lo

comió y lo encontró muy bueno.

Esa nuez era la única prenda

que le quedaba al tiempo por tres horas.

Robada a esos nobles espíritus.

Recogida en la sonora cáscara

de un cálido Auditorio,

fue el único objeto

robado del mundo onírico de

un niño por otro niño.





SAMUEL BECKETT

 

 

 

Gnomo

 

 


Pasa tus años de aprendiz derrochando

Valor por tantos años de ir vagando

A través de un mundo que con cortesía

De la torpeza de aprender se libra

 

 

Versión de Jenaro Talens

 


NOTAS DEL TRADUCTOR:

Inspirado por el Xenien de Goethe, se publicó por primera vez en el Dublin Magazin, vol.IX (julio-septiembre de 1934)

MANUEL MAGALLANES

  

 

 

Marina

 



Tus ojos me han llamado.

Hacia ti has atraído mis deseos,

como la luna atrae

las olas de la mar.

                                Tus ojos buenos

me han dicho «ven, acércate» y en mi alma

las alas han abierto

los impulsos de amor, como gaviotas

que ya emprenden el vuelo.

 

En torno a ti, mi amada,

vuelan mis sentimientos

en ronda infatigable.

Pájaros de la mar parecen ellos.

Pájaros de la mar, que en dilatado

círculo giran, giran, sin sosiego.

 

Cuando las veas descender, acógelos

con amor y en silencio.

Deja a la banda de nerviosos pájaros

posarse sobre ti.

                               Seas en medio

del mar enorme, cual peñón desnudo

que brilla al sol. vibrante de aleteos.