"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 15 de marzo de 2016
VICENTE GERBASI
Mi
padre el inmigrante
Relámpago extasiado entre dos noches,
pez que nada entre nubes vespertinas,
palpitación del brillo, memoria aprisionada,
tembloroso nenúfar sobre la oscura nada,
sueño frente a la sombra: eso somos.
Por el agua estancada va taciturno el día,
doblegando los juncos hacia barcas de olvido.
El alma silenciosa en las violetas tiembla.
¿No somos un secreto guardado por las horas?
Mirad cómo en el césped de la tarde
la mirada es un brillo de azahares,
cómo se esconde el ser
en el suspiro leve de las frondas.
Algo se cierra siempre en torno a nuestra frente.
El frío de las piedras corre por nuestra sangre.
Un susurrar de nardo desciende por los valles.
Y siempre el hombre solo, bajo el sol y los truenos,
perseguido por voces y látigos y dientes.
El hombre siempre solo, con su mirada, suya,
con sus recuerdos, suyos, y con sus manos, suyas.
El hombre interrogando a sus calladas sombras.
Escucha: yo te llamo desde mis soledades,
desde mis suspirantes comarcas de palmeras,
abiertas a los signos luminosos del cielo.
El viento se te enreda con nieblas siderales,
y te detiene al pie de negros abedules.
Venados de la luna van corriendo
por la antigua memoria,
y en tu silencio caen llamas del corazón.
ÁLVARO RODRÍGUEZ TORRES
La disidencia
y la imagen
Del
aire hacia fuera;
en
todo caso lejos del tiempo y el azogue
engendra
la imagen sobre el vidrio.
Ni
antes ni destino:
¿A
qué lugar, a qué cielo de los mundos
habrá
huido la luna mortal?
FRANCISCO HILARIO SAAVEDRA BARRIOS
Analogía
Quebrada
la historia eterna, circular
que
recorre el destino con rodeos
desquebranta
la aurora aún boreal
la
jubilosa ansiedad de mis anhelos.
Mi
sangre corre cual bravío río
en un
caudal interno, furioso, violento
palpita
al corazón tan vivo
y
siento que soy torrente, luz de rayo...
Y no
existe el miedo.
Soy
del horizonte donde nace el día,
ese
primer rayo de sol reluciente.
Del
mar soy la ola que encrespa en la roca
y el
sonido errante del viento en el cielo.
Soy el
misterioso secreto infinito
de
todas las ciencias, de todos los tiempos,
la
razón inquieta que surge en silencio
dándole
la forma al homo sapiens místico.
Soy
esa callada frase, que profunda,
nace
en el cerebro, personaje inquieto,
y
aunque la palabra con toda su magia
no le
ha dado forma, materia en el viento,
y
cuando lo haga, como nace un sueño,
con
luz renovada parirá otro cambio.
Y soy
la esperanza, el esfuerzo mismo
voluntad
que afirma el dulce reencuentro.
Soy
un abrazo de ese tibio amigo
y el
beso que falta para salvar al mundo.
En
fin, hoy soy lo que nunca he sido
soy
yo con mi cuerpo, mi corazón,
mi
fin, mi principio.
en
otras palabras...Hoy me siento vivo.
LARISSA ORELLANA
II
Antes de irse
Violencia trapeó la sangre
de sus flores aplastadas
y se blanqueó la cara con dos kilos
de harina.
Antes de irse
Violencia trapeó la sangre
de sus flores aplastadas
y se blanqueó la cara con dos kilos
de harina.
De: Primavera
blanca.
ÁLVARO RUIZ FERNÁNDEZ
Poema
de la gruta.
Heme
aquí en la gélida gruta
donde
el sol es la puerta
que
alumbra los primeros escalones
que
descienden a este suelo de piedra
donde
el primer hombre bendice al último
en la
oscuridad que antecede a la luz.
Me
alimento de filtraciones y musgos incoloros
y
recorro el universo palpando los muros
que
llevan a otras situaciones primeras
como
el de la mujer deseando subir
los
peldaños que llevan al horizonte
curvo
de la vida y la recolección.
Yo he
querido guarecerme abajo
grabando
las primeras escenas del hombre
sobre
las rocas de este altar
con
tintes de sangre y sacrificios violentos
de
hombres que alzaron el vaho
hacia
el cielo de una noche sin astros.
De
una noche en los oscuros bosques
donde
los troncos del alma suben al cielo
mucho
antes de que Prometeo nos diese el fuego
que
iluminó los rostros y alejó las sombras
de
nuestra auténtica superstición que era
un
dios oculto y vengador.
Encendí
antorchas en cada cueva
y en
la original enfermedad de seguir a la mujer
subí
a la pradera y depredé a mi alrededor
de
todos los metales fabriqué distintos cuchillos
los
que utilicé en el degüello de animales
con
cuyas pieles me cubrí.
Todo
lo restante lo dice el entierro del pasado
voces
de otros hombres que vieron el sol
que
sumaron, adoraron y murieron
largándose
en una barca aritméticamente abstracta
hacia
el centro de la memoria
en un
régimen axiomático gobernado por las dudas.
Que
por antonomasia son exactas
ya
que la regla elude la confirmación
y el
universo que es trastorno continuo
alumbra
indistintamente los dos hemisferios
en la
idea de una deducción a la velocidad de la luz
ausente
en los prados inmediatos del color.
ARGENTINA CASANOVA
Trópico
Vivo en la zona más caliente de la tierra, cinturón del trópico
amarre de las aguas a la selva, árboles dedos que sostienen
racimos verdes preñados de nidos, ruta de navíos y de tormentas
el día apunta a las entrañas orada horas y dobla el horizonte
Yo soy del trópico de las faldas de fuego, horizonte que hierve
cuerpo húmedo bajo la tempestad, serpiente de agua corre entre la
(selva
boca del infierno pintada del paraíso, Treno de la garganta del agua
Y sí:
yo soy del trópico donde se cocinan las médulas
Las palabras tienen el tufo de los mangles y la selva virgen
Ves ríos profundos, maraña de imágenes en lo profundo
Persiguen tábanos detrás las orejas, alfileres en los ojos
canto herido en la insolación de abril.
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