viernes, 28 de mayo de 2021


 

ROLANDO COSTA

 


 

La voz de un niño

 

 

Miembros felinos ascienden y arrastran cuerpos destrozados; es una alfombra roja el musgo que ha brotado de la sangre, y en ella nuevos seres pululan, seres luminosos que constelan los oscuros pasillos del palacio, encanto de furtivos.

Hay un niño ciego que todas las tardes sube a la torre; ya en su altura, clama por su nombre. Y clama por todos los nombres de los que fueron arrojados a las hienas del mar.

 

 

DORA GUERRA

 

  

Aventura

 

 

Me ha sucedido un beso por la noche,
con la ciudad al fondo llena de agujeros,
y tu camisa blanca
y tus cabellos
y un ciprés imposible
y un color extranjero.

Yo que estaba cansada
de inesperar tu beso,
me sorprendí del querer de tus labios,
del poder de tu cuerpo.

Y me alejé, encendiendo otras memorias
y apagando tu beso.

 

 

LILIAN SERPAS

 

 

 

5



Me envías un mensaje
con esa golondrina
que equivocó la tarde.

  

De: “Microgramas de niebla”

 

MATILDE ELENA LÓPEZ

 

 


 

Mirándome en tu cuadro

“Quiero captar la poesía de tus ojos”,
me dijiste, mientras en el cuadro
les dabas vida irradiadora,
y toda yo surgía como diosa.

 

 

Mi imagen en tu cuadro es una ermita
que guarda una sonrisa misteriosa.
Tan leve es el dibujo de mi boca
que hasta parece que aletea el beso.

Tan pura luz le diste a mis pupilas
que mis ojos te buscan y te atraen.
Pues si ya los robaste, ¿qué me queda
sino seguir el robo que iniciaste?

Me pintaste, quizá, un poco triste,
porque acaso sabías, sin saberlo,
que sólo tú podrías darme vida.

Si pintar el objeto es poseerlo,
objeto de tu amor fueron mis ojos
por un acto de magia que conoces.

 

 

ELISA HUEZO PAREDES

 

 

 

Se hace tarde

 

 

Se hace tarde ya.
Repentinamente caen las sombras
pero no me sorprende ni entristece
la cercanía de la noche.
El amanecer fue lento en su avance.
El mediodía esplendoroso, ardiente
deslumbrante y veloz.
Luego fue disminuyendo la luz cegadora
como si la catarata del tiempo
lo fuera opacando poco a poco.
Llegó el crepúsculo maravilloso
y se adueñó de todo prontamente…
Ha sido tan hermoso
que querría verlo surgir de nuevo
con sus ópalos y violetas teñidos
de oro y grana.
¿Se ha detenido más de la cuenta
para que yo le siga viendo?
Cuánto tiempo más durará
alejando la noche y continuar luciendo
sus increíbles carmines y azulosos púrpuras?
El crepúsculo sigue todavía
pero la noche extiende ya casi
su brazo poderoso.
Se hace tarde a pesar de los fulgores
y sorpresivos destellos.
Pero yo no estoy triste ni sufro pesadumbre
por la cercanía oscura que vislumbro
Cuando la noche llegue, inevitable,
yo estaré dormida.

 

 

FRANCISCO RUIZ UDIEL

 

 

 

Gesto desvanecido en la esquina de una estación

 

 

Esta estación no será más una estación,
quedará únicamente mi gesto desvanecido
en el polvo de alguna ventana,
si acaso hay ventanas,
si acaso decido en las estaciones
desamparar algún gesto.

Esperaré junto a las cabinas telefónicas
a que las horas se desvanezcan azules
en mi cigarrillo encendido
de mirada triste e inclinada,
me verán apretar la mandíbula
para masticar, como las aves
que emigran de una tierra a otra,
cualquier bocado de aire
sin saber qué les espera.

El aire se ha vuelto amargo
y aún no sé en qué otras estaciones
abordará mi soledad otro cuerpo.