domingo, 25 de diciembre de 2011

25 DE DICIEMBRE



LOS CONSEJOS DE TÍO DÁMASO «A LUIS CRISTÓBAL»
Para el hijito del poeta Luis Rosales


Haz lo que tengas gana,
Cristobalito,
lo que te dé la gana,
que es lo sencillo.

Llegaste a un mundo donde
manda la chacha,
mandan los mandamases
y hay poca lacha.

Caso nunca les hagas
a los mayores.
Los consejos de Dámaso
son los mejores.

Tira, mi niño, tira,
si te da gana,
los libros de papito
por la ventana.

Cuélgate de las lámparas
y los manteles,
rompe a mamita el vaso
de los claveles.

¿Qué hay pelotón de goma?
Chuta e impacta.
¡Duro con la pintura
llamada abstracta!

Rompe tazas y platos
¡Viva el jolgorio
y las almas benditas
del purgatorio!

La mejor puntería
te la aconsejo
si es que se pone a tiro
cualquier espejo.

Aún hay más divertido:
coge chinillas,
y con un tiragomas,
¡a las bombillas!

Pero ahora se me ocurre
algo estupendo,
donde papá se encierra
vete corriendo.
¡Macho, cuántos papeles!
Tú, con cerillas,
vas y a papá le quemas
esas cosillas...

¡Verás qué cara pone!
¡Qué gracia tiene!
Anda, sin que te vea,
mira que viene.

Vamos a divertirnos
tú y yo, mi cielo.
Es un asco este mundo:
conviene que lo
pongamos boca abajo.
¡Es tan sencillo!
Vamos a hacer un mundo
nuevo, chiquillo.
Dámaso Alonso



NANA

Duérmete, niño mío,
flor de mi sangre,
lucero custodiado,
luz caminante.

Si las sombras se alargan
sobre los árboles,
detrás de cada tronco
combate un ángel.

Si las estrellas bajan
para mirarte,
detrás de cada estrella
camina un ángel.

Si la nieve descansa
sobre tu carne,
detrás de cada copo
solloza un ángel.

Si viene el mar humilde
para besarte,
detrás de cada ola
dormirá un ángel.

¿Tendrá el sueño en tus ojos
sitio bastante?
Duerme, recién nacido,
bien de mi carne;

lucero custodiado,
luz caminante,
duerme que calle el viento,
dile que calle.
Luis Rosales



CANCIÓN DE NAVIDAD

La Virgen María
penaba y sufría...
Jesús no quería
dejarse acostar...
-¿No quieres?
-No quiero.

Cantaba un jilguero,
sabía a romero
y a luna el cantar.
La Virgen María
probó si podría
del son que venía
la gracia copiar.

María cantaba.
Jesús la escuchaba.
José, que aserraba,
dejó de aserrar...

La Virgen María
cantaba y reía.
Jesús se dormía
de oírla cantar.

Tan bien se ha dormido
que el día ha venido,
inútil ha sido
gritarle y llamar...

Y, entrando ya el día,
como Él aún dormía,
para despertarle
¡la Virgen María
tuvo que llorar!
Eduardo Marquina



CANCION DE CUNA

Una Canción de cuna
me ha hecho mi mamá,
dice cosas muy bellas
y ya la empiezo a tararear.

Me compara con las flores
por su exquisito olor,
y del cielo me dice
que vengo, pues un ángel me bajó.

Me canta cosas hermosas
todas con gran amor,
y ella sabe que le entiendo
aunque pequeño y dormido
estoy.

Habla de los colores que
salen de mí corazón
y que son el nacimiento
de un arco iris de amor

a cada instante que pasa
me dice cuando me ama
yo lo sé porque lo siento
cada vez que ella me abraza.

Cuando yo estuve con Dios,
Él escogió mi hogar,
me dijo con cuanto amor
me esperaba
y fue cuando yo la empecé a amar.

Esta canción de cuna
que me hizo mi mamá
la canta como el ángel
que me vino a entregar.
Cristina G. Martinez