lunes, 27 de enero de 2020


RAQUEL VÁZQUEZ





La última resistencia



Una incisión callada,
un desecho de luz.

Existir es tan sólo una promesa.

Una intuición, quizá.
La última resistencia arraigada a los nombres.

Tal vez donde las sílabas rompen de madrugada,
donde cada rendija
es un árbol con frutos: existimos.

Aunque no sea más que de sombra a sombra.



KRIS VALLEJO





Seré olvidada



Aunque sea parte de todas las cosas
Seré olvidada

En la trama abierta de la hierba
escucho todos los nombres
y ninguno es el mío

Da igual
todo fruto será amargo
una espada un pensamiento

En el desierto siembro un árbol que dando tumbos se aleja
como el libro que olvidó su idioma
como la noche triunfal en una tormenta

Es una voluntad fallecida disuelta por los escarabajos

Mi destino ya no se lee mas en los horizontes

A pesar de todo
Arrastro el hambre del camino que me fue negado



CARLOS VILLALOBOS




  
Exhumación de la Madre



No, Madre, no estás piedra sin palabras en la tumba.
Tu cadáver aún sabe a beso.
Tu vientre es una llaga en llamas
que alumbra cuando Dios se apaga.

No, Madre, no estás en el fondo de los perros.
No cupo tu nombre en las fosas que dejó el olvido.

Aún hay saliva de la luna en tu cadera.
Aún hay ceniza de tu hueso cada viernes.

He visto tu evangelio carcomido por la culpa.
He visto la luz a rastras en los templos del castigo.

Urge, Madre Nuestra, que regrese tu regazo,
que nos salves del humo,
y del aliento que madura con el trueno.

Urge que nos laves la duda con la duda misma
que nos quites del ojo estos buitres del noveno mandamiento.




MARISA MARTÍNEZ PÉRSICO





XXII



Es preciso causar algún desorden
desinflarse en su atenta vigilancia.
No divulgar ni al viento
aunque él se muera
también
de mediodía
esos remilgos de hacerse
vulnerable.


MARIA MERCÈ MARÇAL




  
Tercer aniversario



Hace tres años, ya: desconocidas,
cada cual con la carga, y la giba, y la sombra,
buscando un pacto, en un baile de máscaras
que alteran y duplican los espejos.
Tres años del andar, desandar, dar de nuevo
los pasos de una a otra, a menudo llegando
a idéntico lugar, una vez y otra vez
-como aquel que anduviera a tientas por el bosque
siguiendo por inercia los errores sabidos
para no figurarse extraviado del todo.
Tantas veces sorbidas por el mismo remanso
y el ovillo enredado por igual laberinto,
al tirar de ese hilo que lleva a la salida,
deshaciendo, de noche, el velo que tramaban,
de día, voluntad, razón, ternura.


Versión de Clara Curell



DULCE MARÍA LOYNAZ





Espejismo



Tú eres un espejismo en mi vía.
Tú eres una mentira de agua
y sombra en el desierto. Te miran
mis ojos y no creen en ti.
No estás en mi horizonte, no brillas
aunque brilles con una luz de agua...
¡No amarras aunque amarres la vida!...
No llegas aunque llegues, no besas
aunque beses... Reflejo, mentira
de agua tus ojos. Ciudad
de plata que me miente el prisma,
tus ojos... El verde que no existe,
la frescura de ninguna brisa,
la palabra de fuego que nadie
escribió sobre el muro... ¡Yo misma
proyectada en la noche por mi
ensueño, eso tú eres!... No brillas
aunque brilles... No besa tu beso...
¡Quien te amó sólo amaba cenizas!...