miércoles, 3 de abril de 2019


ANNA DE NOAILLES





El día feliz



Aquí estoy derrotado y temblando de verte,
Bel verano que vienen a jugar y sentarse
en el frondoso jardín, bajo el árbol y el árbol.
¡Como tu dulzura en mi alma gotea!
Encuentro el prado, el estanque, los nogales redondos, los
rosales con sus mosquitos, el
abeto cuya corteza es resinosa y caliente;
Toda la miel del verano aromatiza y merodea
en el viento que cuelga de las flores como un enjambre.
- Las uvas ya están hinchadas y madurando;
El olor de la gran cantidad de trigo se eleva desde la tierra,
el día es abundante y puro, el aire apaga
como el agua que bebemos a la sombra en los pozos,
el jardín descansa,
- Ah! momento delicado y delicado del año,
te respiraré todos los días
y presionaré sobre mi corazón la cosecha del camino;
Voy a probar y tomar en mis manos la
madera, las fuentes de agua, el seto y sus espinas.
- Y, cuando en el borde meñique de las colinas
Descenderás y morirás, hermoso sol,
regresaré, siguiendo en el aire tranquilo y vermeil
El camino del silencio y el olor a fruta,
Hacia el jardín florido, lleno de hierbas familiares ,
Feliz de encontrar, en el momento más querido de la noche,
El jardín para dormir, el agua fresca y la regadera ... 

ROBINSON QUINTERO




Peluquero



Sólo ante un dios inclina uno la cabeza
y cierra confiado los ojos

Sólo ante un dios entrega uno sus pensamientos
indefenso y sin miedo

El poema es el oficio de las manos de un hombre

Un dios sostiene firme el pulso del peluquero


VACHEL LINDSAY





Euclides



El viejo Euclides trazó un círculo
En la arena, hace mucho.
Lo limitó y circundó.
Con ángulos así y así.

Un conjunto de ancianos solemnes
Asintió y discutió mucho
Sobre arcos y circunferencias,
Diámetros y lo demás.

Un niño permaneció cerca,
De pie, en silencio, toda la mañana,
Para verles dibujar tan deliciosas
Imágenes redondas de la luna.


ROGER WOLFE




Llega, toca, lárgate



Es inútil, le dije.
Escribir.
Escribir es inútil.
Ya, me contestó.
Ya lo estaba yo pensando
el otro día.
¿Y a qué conclusión llegaste?
Pues eso. Lo que dices
tú. Que carece por completo
de sentido.
Sólo que...; bueno,
también poner ladrillos
es inútil.
Sirve para construir casas...,
y paredes. Paredones, también.
Quizá se trate de eso.
¿De qué?
Un oficio,  joder, un
oficio. Ni más ni menos
que un oficio.
¿Como decía Pavese?
No, como Pavese no. Como ese músico
de jazz. ¿Te acuerdas?
Freddie Green.
Llega, toca, lárgate.


JORGE EDUARDO EIELSON





Doble diamante



¿Conoces tu cuerpo          esfera de la noche
esfera de la noche
Huracán solar        conoces tu cuerpo
Conoces tu cuerpo      conoces
Tu admirable cabeza tus piernas moviendo
El centro miserable
De mis ojos de oro
Mis ojos de oro de mirarte
De oro de soñarte
De llorarte?

¿Conoces tu cuerpo
Fuerza de los años
Calor de los planetas?

¡Ah criatura! Tu desnudez me ahoga
Tus zapatos me queman
Días imantados son mis noches
Vacío       colmo encontrado     asilo frío. Contigo
Los astros me aburren
Las especies lloran
Muero     me levanto     clamo     vuelvo a morir
Clamando grito    entre ramas orino y fumo     caigo
Como un rayo fácilmente en tu garganta. Contigo
Sólo silencio     placa de horrores    sedimentos
Cascada inmóvil    piedra cerrada
Abismos de oro nos persiguen
Rabiosos amigos
A través de rayos    cantos    blasfemias
Soles y serpientes mundos de vidrio
Pomos perdidos
Amaneceres con lluvia       lluvia de sangre
Temperatura y tristeza.

¡Ah misteriosa! Odio tu cabeza pura
Imbécil terciopelo tigre de las alturas
Odio el círculo salado
En que te pienso oculta
Odio el peso de los días
Los pulpos que me beben gota a gota
Bebiéndote a la vez ¡somos rocío!
Los pulpos luminosos que gobiernas
Los cedros empapados por tu aliento
Los siglos de hermosura en que agonizo
La luna y mis deseos de matar
La imagen de tus labios frescos     los ríos y los montes
Los pasos encantados de mi mano
En tu garganta.
¡Ah mis 30 000 flores vivas
Suave ejército vespertino batallón perfumado!

Rotación de mi cuerpo
Hazme volver a mi cuerpo
Destrúyeme los ojos en el acto
Las uñas y los dientes sobre el fruto
Conviérteme en silencio.

Deja rodar mis lágrimas en cambio
Sobre el espejo que adoro
Sobre la viva  atroz  remota  clara
Desnudez que me disuelve
Sobre el diamante igual que me aniquila
sobre tantísimo cielo y tanta perfección enemiga
Sobre tanta inútil hermosura
Tanto fuego planetario
Tanto deseo mío.


De: "Doble diamante"

GUILLAUME APOLLINAIRE





Noche renana



Colma mi vaso un vino como una llama trémulo
Escuchen la canción lenta de un barquero
Sobre siete mujeres vistas sobre la luna
Trenzándose su verde y larguísimo pelo

Canten de pié más alto mientras bailan la ronda
Que yo no escuche más cantar al barquero
Y pongan cerca mío a las muchachas rubias
De mirada inmóvil de trenzas recogidas

El Rin el Rin está ebrio donde viñas se miran
Todo el oro nocturno temblando ahí se refleja
En su agonía la voz canta siempre a estas hadas
De los verdes cabellos que hechizan al verano

Mi vaso se ha quebrado como una carcajada


Versión de L.S.