domingo, 24 de julio de 2022


 

ZHIVKA BALTADZHIEVA

 


 

Ovidio mira el Danubio

 

 

El agua confusa fluye lenta
hacia el Mar Negro, hacia el Ponto.

Queda poco.

La llanura de los dos lados es un melocotón
partido

y la vertiente del río
parece ser la semilla, la costilla del devenir,

la lanceta fría.

Todo es forma,
todo informe

e inclemente.

 

Versión de Eva Davidova y Francisco Larios

 

 

LISEL MUELLER

 

 

 

El final de la Ciencia Ficción

 


Esto no es fantasía, es nuestra vida.

Somos los personajes

que invadieron a la Luna,

que no pueden detener sus computadoras.

Somos los dioses que pueden deshacer

el mundo en siete días.

 

Ambas manos son detenidas al mediodía.

Comenzamos a vivir por siempre,

en cuerpos adelgazados, cuerpos de aluminio

con números escrito en nuestras espaldas.

Marcamos nuestras palabras como Muzak.

Nos escuchamos los unos a los otros a través del agua.

 

El género está muerto. Inventa algo nuevo.

Inventa a un hombre y una mujer

desnudos en un jardín,

inventa a un niño que salvará al mundo,

un hombre que carga a su padre

fuera de una ciudad en llamas.

Inventa una madeja de hilo

que guíe a un héroe a un lugar seguro,

inventa una isla donde él abandona

a la mujer que salvó su vida

sin algún remordimiento por su traición.

 

Invéntanos como éramos

antes de que nuestros cuerpos brillaran

y dejáramos de sangrar;

inventa a un pastor que mata a un gigante,

una chica que crece convirtiéndose en un árbol,

una mujer que se reúsa a volver

a darle la espalda a su pasado y es convertida en sal,

un joven que le roba su primogenitura a su hermano

y se vuelve la cabeza de una nación.

Inventa lágrimas reales, amor difícil,

palabras ancestrales, dichas con lentitud,

difíciles como los primeros pasos

de un niño atravesando la habitación.

 

Versión por David Ruano González

De: “The Need to Hold Still”

 

 

SABRINA USACH

 

  

Telar

 

 

a la hora de la penumbra cuando solo se escucha
un lejano ladrido de perro incansable retomo
el aparato bendito que me deja oler la lana
y su fragancia a chamiri a jarilla a retortuño
a mullaca -sí tejer es construir el pasado yendo
hacia adelante- corre por la piel un sordo rumiar
de animales andinos en vez de hierba parecen
alimentados a fuerza de silencio miran estoicos
la inmensidad avanzan de a poco dispares
son como cardones con múltiples espinas raídas
por el viento algo de esa aspereza refulge
en cada movimiento de urdimbre a urdimbre
-me hago la idea de sus ofrendas para contrarrestar
la culpa de los cueros esquilados y a la intemperie
abrigándose en infinita espera tibetana- intuyo:
han asumido el sacrificio sin queja para decir
la trama de un lenguaje milenario creo verlo apenas
más allá de este texto en las manos estoy tejiendo
mi amuleto con la desnudez de los redentores

 

OUMAR FAROUK SESAY

 

 

Mi poema dentro de tu poema

 

 

Veo mi poema dentro de tu poema
Cuelga en los baches de las metáforas
Sigilosamente regaña imágenes que huyen
Mis versos en la sombra de tu verso
Estrofas de pie en la severidad de las palabras
Surten el nacimiento de mi poema

Siento el pulso de mi poema
Late dentro de tu poema
Bombea “poesía” a mi poema
Siento el latido del corazón de tu poema
Que pulsa al tiempo con el corazón de mi poema

Escucho la voz tapada de mi poema
Que murmura como una nota que pasa
Y un mosaico de voces de poetas
De generaciones atrás que acarrean metáforas
A mi poema mientras leo tu poema

Siento el sentimiento de mi poema
En cada poro de tu poema
Filtran sentimiento en mi poema

Como el sentimiento en tu poema

Siento el espíritu de tu poema
Acariciando el alma de mi poema

Ahora quiero escribir un poema
Con sombras de ciclos entrelazados
Acolchonado por la huella en la arena
Y niños aturdidos por bombas en los bunkers
Igual a la metáfora en tu poema

Veo mi poema en tu poema
Y quiero escribir un poema
Igual a tu poema
Que inspire poetas que leen mi poema
Aunque esté de cuclillas en el vientre de tu poema

 

Versión de G. Leogena

 

VIOLETA PARRA

 

 

 

Gracias a la vida

 

 

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros, que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho
Graba noche y día, grillos y canarios
Martillos, turbinas, ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con el las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro al bueno tan lejos del malo
Cuando miro al fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es mi mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto
Gracias a la vida que me ha dado tanto.

 

 

SRETEN VUJOVIC

 

  

Antiguo yo

 

 

Y he aquí la mañana
En la que el sol pone los ojos
Que yo auguro
A aquellos
Que saben sonreír
Y lo absorben todo
Ellos ven los amaneceres antiguos
Y así
Lo que yo fui y seré
En lo porvenir
Aquel que espera aturdido
Allí
En alguna parte
De su existencia