jueves, 21 de febrero de 2013

PEDRO GARFIAS





Nocturno



Recuerdo que las sombras tenían
aquella noche
el color de tus pupilas.
De esta manera yo me sentía
como mirado mil veces por ti
y enajenado
de sentir tu mirada en todo mi cuerpo.
Suspendida de las ramas más altas
amorosamente extasiada,
la brisa contenía su aliento.
Eran las nueve... Eran las doce... ?
Quién habría podido pautar
aquella noche tersa y azul,
inmenso suspiro del cielo.


De “Ala del Sur”

ENRIQUE BANCHS





Vienes a mi…



¡Vienes a mí!: y el Universo nace

lleno de repentina primavera. 
Sube, desvaneciéndose ligera 
la Tierra al Cielo, para que la abrace.

La Tierra ondea como gran bandera 
que a nuestros pies pomposamente yace; 
se extiende, se levanta y se deshace 
etéreamente en la celeste esfera. 

Postrada está la Tierra ante nosotros; 
lejos, en ondas áureas se levanta 
trémula, melodiosa, pura y santa.

No tiene crimen; no la hollaron otros: 
es torrente levísimo de flores 
que está manando de los dos amores.

De “Versos del anochecer”


VICENTE ALEIXANDRE






La luna es una ausencia



La luna es una ausencia.
Carolina Coronado
La luna es una ausencia.
Se espera siempre.
Las hojas son murmullos de la carne.
Se espera todo menos caballos pálidos.
Y, sin embargo, esos cascos de acero
(mientras la luna en las pestañas),
esos cascos de acero sobre el pecho
(mientras la luna o vaga geometría)...
Se espera siempre que al final el pecho no sea cóncavo.
Y la luna es ausencia,
doloroso vacío de la noche redonda,
que no llega a ser cera, pero que no es mejilla.
Los remotos caballos, el mar remoto, las cadenas golpeando,
esa arena tendida que sufre siempre,
esa playa marchita, donde es de noche
al filo de los ojos amarillos y secos.
Se espera siempre.
Luna, maravilla o ausencia
celeste pergamino color de manos fuera,
del otro lado donde el vacío es luna.


ESTELA FIGUEROA






El nunca



Nunca tuve un amado
que hiciera un largo viaje por los campos para verme.
Nunca le saqué las botas a un hombre cansado.
Nunca tuve un amado.
Nunca viví en el campo.
Pero hice de mi casa un lugar
donde brindo tierna hospitalidad a las plantas y los
animales.
Nunca supe qué me quieren decir los ojos de un
hombre
cuando me dice que me quiere.
Pero conozco muy bien la mirada de mi perro.


LUIS CERNUDA






Unos cuerpos son como flores




Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un
hombre.Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.
Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.

FEDERICO GARCÍA LORCA






El poeta habla por teléfono con el amor



Tu voz regó la duna de mi pecho
en la dulce cabina de madera.
Por el sur de mis pies fue primavera
y al norte de mi frente flor de helecho.
Pino de luz por el espacio estrecho
cantó sin alborada y sementera
Y mi llanto prendió por vez primera
coronas de esperanza por el techo.
Dulce y lejana voz por mí vertida.
Dulce y lejana voz por mí gustada.
Lejana y dulce voz amortecida.
Lejana como oscura corza herida.
Dulce como un sollozo en la nevada.
¡Lejana y dulce en tuétano metida!