"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 6 de noviembre de 2018
ALEYDA QUEVEDO ROJAS
Si estoy está
Mi
esposo con sus manos tibias
baña mi
cuerpo dolorido
con
raíces y hojas de menta
Mientras
duermo me mira respirar
Si me
alejo
entre
las violetas
él me
sigue
si estoy está conmigo
Es
madero de alta mar
al que
me abrazo con amor.
De: “Soy mi cuerpo”
BENJAMÍN VALDIVIA
Laguna
El
árbol encalla.
Solamente
el reflejo del mástil
anota su temblor
el reflejo del mástil
anota su temblor
en la
bitácora del agua.
De: “Paisajes transparentes”
TAMARA ORELLANA VALDIVIESO
Purificación del Fuego
Entregamos
tu cuerpo a las llamas.
Ahora
es sagrado
el
fuego
YOLANDA ARROYO
Yo, Makandal
Seré
Makandal
guerrera
transmutada en el género que sea necesario
para
destronar este racismo
que
tanto nos pone en falta
en
carencias
en
desdichas
que nos
atormenta y humilla
destronaré
a los blancos que se pintan el rostro
aquellos
que aún hoy se burlan de mi etnia
de mi
raza
mi
color
mis
bembas grandes palesianas
mi piel
oscura mozambiquea y juliaburguesina
mis
caderas cual Quimbamba
cual
Tembandumba macheteando de cuajo el blackface
Seré
Makandal
guerrera
transmutada
carnavalesca
mosquito
sobre la cabeza del racista rey, presidente o gobernante
picadura
mortal para que ya no se pinte
para
que ya no se burle
para
que entienda el dolor causado
primero
por sus cadenas
luego
por su risa estéril de mi existencia
desestabilizadora
Seré
Makandal
y mi
dominio será esta patria de discrimen y desigualdad
que
convertiré en antirracista, en abolicionista
porque
se nos va la vida
a mí, a
mis hermanos de lucha, a nuestros hijos y nietos por venir
al
reino de este mundo
ALEJANDRA MACHUCA
Ruta
extrañar
una luz, la mitad de un eje,
la
imagen de un prisma que surca junios sin tristeza
aún así
dar el
paso equívoco
minar
todos los metros cuadrados
todas
las longitudes de cemento con el paso firme y el
volumen
alto en los oídos en la calle
el
agotamiento obligatorio
la
marea predestinada
la
velocidad para ocultarse
mutar a
invisible antes de que el ángel me de aviso
y al
final
ningún
remolino con espinas
al
final ni siquiera un estornudo
todos
los presagios nos prometen luz
viene
el cosmos
viene
un gesto infantil
descendiendo
en una caravana de globos aerostáticos de azúcar y neón
se
aproxima una ruta
otra
ruta
siete
vientos calmos
cuatro
ojos
descansando
en el atardecer
ALEKSANDR PUSHKIN
Yo la
amé,
y ese amor tal vez,
está en mi alma todavía, quema mi pecho.
Pero confundirla más, no quiero.
Que no le traiga pena este amor mío.
Yola amé. Sin esperanza, con locura.
Sin voz, por los celos consumido;
la amé, sin engaño, con ternura,
tanto, que ojalá lo quiera Dios,
y que otro, amor le tenga como el mío.
y ese amor tal vez,
está en mi alma todavía, quema mi pecho.
Pero confundirla más, no quiero.
Que no le traiga pena este amor mío.
Yola amé. Sin esperanza, con locura.
Sin voz, por los celos consumido;
la amé, sin engaño, con ternura,
tanto, que ojalá lo quiera Dios,
y que otro, amor le tenga como el mío.
1829
Versión de Rubén Flórez Arcila
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