miércoles, 25 de junio de 2014

FERNANDA SIERRA


 

Opción

 

Como pequeños animales irracionales
Niños inconscientes
Fabricados para una finalidad necesaria
Para pulmones colados
Y estómagos vacíos
Y mentes vacías
Desde la infancia
Y zapatos malos
Que de seguro serán desechados
Sin opción
Como niños de estómagos vacíos
Animales inconscientes

 

PABLO NERUDA


  

Maternidad

 

Por qué te precipitas hacia la maternidad y verificas
tu ácido oscuro con gramos a menudo fatales?
El porvenir de las rosas ha llegado! El tiempo
de la red y el relámpago! Las suaves peticiones
de las hojas perdidamente alimentadas!
Un río roto en desmesura
recorre habitaciones y canastos
infundiendo pasiones y desgracias
con su pesado líquido y su golpe de gotas.

Se trata de una súbita estación
que puebla ciertos huesos, ciertas manos,
ciertos trajes marinos.

Y ya que su destello hace variar las rosas
dándoles pan y piedras y rocío,
oh madre oscura, ven,
con una máscara en la mano izquierda
y con los brazos llenos de sollozos.

Por corredores donde nadie ha muerto
quiero que pases, por un mar sin peces,
sin escamas, sin náufragos,
por un hotel sin pasos,
por un túnel sin humo.

Es para ti este mundo en que no nace nadie,
en que no existen
ni la corona muerta ni la flor uterina,
es tuyo este planeta lleno de piel y piedras.

Hay sombra allí para todas las vidas.
Hay círculos de leche y edificios de sangre,
y torres de aire verde.
Hay silencio en los muros, y grandes vacas pálidas
con pezuñas de vino.

Hay sombra allí para que continúe
el diente en la mandíbula y un labio frente a otro,
y para que tu boca pueda hablar sin morirse,
y para que tu sangre no se derrumbe en vano.

Oh madre oscura, hiéreme
con diez cuchillos en el corazón,
hacia ese ladi, hacia ese tiempo claro,
hacia esa primavera sin cenizas.

Hasta que rompas sus negras maderas
llama en mi corazón, hasta que un mapa
de sangre y de cabellos desbordados
manche los agujeros y la sombra,
hasta que lloren sus vidrios golpea,
hasta que se derramen sus agujas.

La sangre tiene dedos y abre túneles
debajo de la tierra.

MIGUEL ARTECHE SALINAS


 
 

No tuvo

 
 

No tuvo príncipes,
No tuvo tiranos de botones dorados
No tuvo simoníacos
Que intentaran comprar los dones del Espíritu
No tuvo consejeros falsificadores
Ni biombos bípedos
No tuvo traidores salvo dos
(Uno murió crucificado,
El otro en los colmillos de Lucifer).
Sobre todo no tuvo príncipes.
¿Por qué príncipes?
¿Por estar entre los primeros,
Ser los primeros o ser los últimos?
Sobre todo no tuvo aduladores.
Los aduladores, como se sabe, están
Hundidos hasta el cuello
En una laguna de excrementos.
No tuvo cardenales trepadores
Ni papas que murieran en olor de maldad.
No tuvo.

Que Dios se apiade de ellos.
Y de nosotros.

 

 

FANNY CAMPOS ESPINOZA


 

 
Juana Soledad Esperanza
 
 

Yo no he muerto por inanición
con los dientes chirriantes aguardo
tu muerte ....tu cuerpo símbolo extraño
vuelva a dar sentido a la espera
.................................................colgada del cuello
.................................................junto a tu fotografía
.................................................muy cerca de mis pechos
Bajo mi bufanda roja
una niña pequeñita
susurra tu nombre
niña pequeña tu voz
muy dentro de la mía
en brazos de su madre
me pregunta .........................a la que baila una cueca sola
...........................................en las calles atestadas
...........................................cuando anda más loca
...........................................atestiguando la muerte difusa
a esa pregunta
tu paradero
...............................y no tengo respuestas

y me canso de no saber
para qué compro tantos claves rojos
el día de todos los mártires
si no encuentro
...............................tumba en la cual ofrendártelos.

 

 

 

GABRIELA MISTRAL


 

Riqueza

 

Tengo la dicha fiel
y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída;
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
Como el doble contorno
de dos frutas mellizas
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida


 

FERNANDO ORTEGA BENAVIDES


 

Silbido del aire

 

Para encontrar la herida luz
de la tarde tuve que abstenerme
resistirme a oírlo de manera tangible

El correr de un niño en los juegos de la plaza
se cobija en ese silbido trizado
y un perro guardián lo persigue
como a los otros niños
buscando un cómplice en su roído deambular

Los juegos son el recipiente de lo que ronda
fuera del silencio propio del aire
y los ancianos que pasean a sus perros
...son las venas irrigadas de ese silbido

...ellos miran la tierra buscando ese vaticinio
la agilidad de antaño les fue reemplazada
por ésta forma de traducción:

El subir y bajar de los niños en los resbalines
la exhalación del tiempo en el polvo que levantan

Por hundimiento del anciano cabizbajo
-polvillo a contraluz del sonido-
vibra la muerte del oído
y del ojo del sol en el ojo
silbido trizado en la cordura
de la penuria de la infancia.