miércoles, 25 de junio de 2014

FERNANDO ORTEGA BENAVIDES


 

Silbido del aire

 

Para encontrar la herida luz
de la tarde tuve que abstenerme
resistirme a oírlo de manera tangible

El correr de un niño en los juegos de la plaza
se cobija en ese silbido trizado
y un perro guardián lo persigue
como a los otros niños
buscando un cómplice en su roído deambular

Los juegos son el recipiente de lo que ronda
fuera del silencio propio del aire
y los ancianos que pasean a sus perros
...son las venas irrigadas de ese silbido

...ellos miran la tierra buscando ese vaticinio
la agilidad de antaño les fue reemplazada
por ésta forma de traducción:

El subir y bajar de los niños en los resbalines
la exhalación del tiempo en el polvo que levantan

Por hundimiento del anciano cabizbajo
-polvillo a contraluz del sonido-
vibra la muerte del oído
y del ojo del sol en el ojo
silbido trizado en la cordura
de la penuria de la infancia.

 

 

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