Poema
antirepublicano
Si
pública es la mujer
que por puta es conocida,
república viene a ser
la puta más corrompida.
Y
siguiendo el parecer
de esta lógica absoluta,
todo aquel que se reputa
de la República hijo,
debe ser, a punto fijo,
un grandísimo hijueputa.
Este
soy: Un pobre diablo
que a tragos pasa la vida
en verso y prosa perdida
en el juego del vocablo.
El
alma, como un venablo
me hirió el amor enemigo,
más no importa: sumo y sigo,
que aún me queda corazón
para darlo con pasión
a la madre y al amigo.
Salud
a ti, el más ardiente
bohemio, gentil “cuartazo”.
Padre
y señor del Chispazo,
Sultán de la carambola,
te tiro de ‘bola a bola’
mi más cariñoso abrazo.
En
algún sueño de esos
que tengo yo a porfía,
soñé que la cogía,
que la cogía a besos
y besos y más besos…
y que me la comía!
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