"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 25 de febrero de 2017
SALVADOR ESPRIU
Pontos
En el fondo de los ojos tranquilos del mar
he visto el sueño
caído, roto, del templo
de un dios antiguo.
¡Ay, frío- mármol del tiempo, mi vida
que pierdo contra el hielo de las palabras!
Sobre la roca desnuda de la muerte,
sólo puedo ya lamentar la alta columna
de este dolor, un áspero, solitario
grito sin canto,
sin recuerdo del canto, mientras a la luz del día
se llevan las negras alas del ventisquero
por las cárceles del cielo, y me reflejan,
invitándome a partir, por un serenísimo
y profundo camino, los tranquilos ojos del mar.
En el fondo de los ojos tranquilos del mar
he visto el sueño
caído, roto, del templo
de un dios antiguo.
¡Ay, frío- mármol del tiempo, mi vida
que pierdo contra el hielo de las palabras!
Sobre la roca desnuda de la muerte,
sólo puedo ya lamentar la alta columna
de este dolor, un áspero, solitario
grito sin canto,
sin recuerdo del canto, mientras a la luz del día
se llevan las negras alas del ventisquero
por las cárceles del cielo, y me reflejan,
invitándome a partir, por un serenísimo
y profundo camino, los tranquilos ojos del mar.
Versión de José Batlló
RAFAEL MORALES
La
tarde gris es un ensueño... Apenas
si se nota la brisa, si se siente
que llueve delicada, suavemente
sobre rosas, claveles y azucenas.
si se nota la brisa, si se siente
que llueve delicada, suavemente
sobre rosas, claveles y azucenas.
Qué
tranquilo el ramaje, qué serenas
las nubes lentas, leves del poniente...
OH, caricia de Dios, tibia y silente,
derramada en el aire y en mis venas.
las nubes lentas, leves del poniente...
OH, caricia de Dios, tibia y silente,
derramada en el aire y en mis venas.
A ti
te sueño, Concepción, te evoco
en esta tarde de templada calma,
donde faltan la luz y tu sonrisa,
y, en la dulzura de la tarde, toco
la pureza celeste de tu alma,
que llega con la lluvia y con la brisa.
en esta tarde de templada calma,
donde faltan la luz y tu sonrisa,
y, en la dulzura de la tarde, toco
la pureza celeste de tu alma,
que llega con la lluvia y con la brisa.
RENE CHAR
Desherencia
Antigua era la noche
Cuando la entreabrió el fuego.
Igualmente mi casa.
No se mata a la rosa
En las guerras del cielo.
Destierran a una lira.
Mi pena persistente
De una nube de nieve
Gana un lago de sangre.
La crueldad ama vivir.
Oh fuente que mentiste
A nuestros destinos gemelos,
Del lobo trazaré
Este único retrato pensativo.
Versión de Jorge Riechmann
VICENTE NÚÑEZ
Con discreta frecuencia...
Con
discreta frecuencia,
mi amiga la duquesa
me solicita acrósticos
o tiernas frasecillas
para adular con ellos
a su aleve mancebo.
El corazón y el alma
al escribirlos pongo por entero.
Porque, de alguna forma
-sabiendo los desvíos
de su destinatario--,
de canalla a canalla,
él los hará llegar hasta tus manos.
mi amiga la duquesa
me solicita acrósticos
o tiernas frasecillas
para adular con ellos
a su aleve mancebo.
El corazón y el alma
al escribirlos pongo por entero.
Porque, de alguna forma
-sabiendo los desvíos
de su destinatario--,
de canalla a canalla,
él los hará llegar hasta tus manos.
PAUL CELAN
Noches
de Umbría.
Noches de Umbría con la plata del címbalo y de las hojas del olivo.
Noches de Umbría con el canto que hasta aquí trajiste.
Noches de Umbría con el canto.
Noches de Umbría con la plata del címbalo y de las hojas del olivo.
Noches de Umbría con el canto que hasta aquí trajiste.
Noches de Umbría con el canto.
Mudo
cuanto ascendió a la vida, mudo.
Desocupa y vuelve a llenar los cántaros.
Desocupa y vuelve a llenar los cántaros.
Cántaro
de barro.
Cántaro de barro con el que creció la mano del alfarero.
Cántaro de barro que cerró para siempre la mano de una sombra.
Cántaro de barro con el sello de la sombra.
Cántaro de barro con el que creció la mano del alfarero.
Cántaro de barro que cerró para siempre la mano de una sombra.
Cántaro de barro con el sello de la sombra.
Cantos
por doquier, cantos.
Deja que entre el borrico.
Deja que entre el borrico.
Borriquillo.
Borriquillo en la nieve que esparce la mano más desnuda.
Borriquillo ante el verbo que se cerró de golpe.
Borriquillo que come el sueño de la mano.
Borriquillo en la nieve que esparce la mano más desnuda.
Borriquillo ante el verbo que se cerró de golpe.
Borriquillo que come el sueño de la mano.
Brillo
que a consolar no alcanza, brillo.
Los muertos, los muertos aún mendigan, Francisco.
Los muertos, los muertos aún mendigan, Francisco.
De: "Umbral en umbral"
Versión de Felipe Boso
JESÚS MUNÁRRIZ
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