"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 19 de enero de 2022
MARIANO PEYROU
He
tratado de ser leve
Subo
y abro la puerta, estoy
muy inspirado. Aquí
falta algo. Es mediodía,
no tengo ganas de seguir
con el recuento. Los marineros,
los antiguos cazadores, una bizca
preciosa que escapó en el último
escalón, todos sabían manipular
sus barajas. He tratado
de suavizar mis tendencias naturales.
Un animal infalible espera que suene el disparo.
En lo más alto, comienza la carrera.
RODOLFO USIGLI
Pausa
Ahora
conozco el mecanismo de ser hombre
y sé
como pararlo…
Conozco
todo el movimiento
o lo
que así llaman los hombres—
Pero
no hay movimiento.
Aquí
nada se mueve: ni el tiempo ni los cuerpos—
Aquí
todas las formas se mantienen inmóviles.
En esta
roca muerta el viento mismo
en un
truco que parece moverse
porque
se ha transfigurado
en una
larga vaga y transparente estatua de sí mismo.
Aquí
todo está inmóvil
entre
siglos de piedra y amores vegetantes
y
sexos de mentidos motores.
Y el
hombre cree moverse y removerse
clavado
en una tierra que ha perdido
todo
recuerdo ya de movimiento
todo
espectro de ritmo—
El mundo
es una pausa miserable, angustiada—
Cada
día digo menos
cada
día hago menos
cada
día espero menos.
El
mundo es una pausa miserable
y sin
embargo se mueve angustiada
E
pur si muove
Una
Pausa…
VERÓNICA JAFFÉ
Solo
tres laureles
acartonados,
verde
seco esperanza,
imprecisa,
te dedico,
poema,
amigo,
porque
coronas,
así
sean de espinas,
le
quedan solo a mis poetas
y
sus antiguas alabanzas.
TANIA FAVELA
Charles
Fourier
Charles
Fourier
murió
en Montmartre
rodeado de gatos
arrodillado
al borde de su cama
rezando
conservar
el fuego sagrado
fue su sueño
su utopía
la Nueva Harmonía
hombres
y mujeres
jugando
como niños
amándose
más allá
de toda restricción
whitmaniano
antes que Whitman
legó a éste
su visión:
la
felicidad
como cima del hombre
la bondad
como semilla del corazón
una
comunidad
una colmena
conservar
el fuego
encendido
pasar
la llama
de mano
a mano
Whitman
sabía esto
Más
allá
de las palabras
(no cabe
duda)
existe
una herencia
FRANCISCO SERRANO
Concreción
del instante
A Pablo Serrano
¿Qué
está pasando aquí?
¿Quién sueña estos paisajes donde el tiempo
parece haberse detenido?
¿En
qué
lugar de la extendida playa vibra
la voz de esa muchacha, que no se oye
porque un rumor más alto llena el cielo
con la prestancia de su limpidez?
Pero
¿qué pasa aquí?
¿Qué sueña esa mujer, cuyos recuerdos
se fugan como pájaros?
¿Tal
vez
ha vislumbrado el sitio donde nace
la música que tañe su deseo?
¿Y
ese grupo de niñas en la playa,
bajo nubes recíprocas, que entonan
una dulce canción como una fronda?
¿Alguien sabe qué está pasando aquí?
Un
barco entra en el puerto.
El sol trepa los muros
de un templo frente al mar.
Alguien tras una verja
busca en vano su sombra.
Todo fluye y no obstante
todo está detenido. Se diría
que cada cosa es su propia apariencia.
Nada
puede escapar al rigor de esta luz.
Bajo su ser gravita la certeza
de una visión tenaz, que ha percibido
el espacio donde el tiempo reposa:
no la inmovilidad, sino el fulgor
del puro movimiento consumado.
De
acuerdo, pero… ¿qué sucedió aquí?
Unos
cuantos momentos, vueltos tiempo
sustraídos al tiempo; o la experiencia
de la brevedad:
el ser del instante
que el ojo del pintor ha concretado
en la magia de un sueño metafísico.
CÉSAR SILVA MÁRQUEZ
Hotel
Lois
el puerto era una flor cortada en nuestras manos
J. C. Becerra
salgo
a la noche y entro en la playa
las arenas reciben mis pies
el fresco viento arrastra
olas hambre
y voces
sobre todo la voz que acaricia
la moneda que es el mar
aquí
estuve en 1993
el hotel lois era azul y la ciudad
se construía alrededor
la
vida era una pelea constante
pero entonces qué es la vida
cuando con cerveza
cruzas la mitad del país en auto:
a media mañana te despides
del pacífico
y una noche después
el golfo de México pesa como una perla en tu mano
no
te percatas
de que este puerto es tuyo
una flor como dijo el poeta
una puerta que cierra
para que el sol caliente los huesos
el aire nos despeine
y enumere olas y pájaros
el brillo en el ojo de la cerveza
en
el bar del lois el arpa desgaja notas
parte en dos la música
y la fiesta es el anzuelo
que atrapa una flor de barcos
tampoco
sabía que mis amigos
se destrozarían poco a poco
yo que viví el naufragio dulce de la fiesta
cómo lo iba a saber
si las ciudades se arremolinaban
en el licor
y la vida era libros
que pensaba escribir
el
júbilo estaba a mis pies
y la pasajera edad
tomaba el sol a sus anchas
en
1993 tenía 19 años
ahora el lois esplendoroso me llama
el
bar abre tantas cervezas para recibirme
