"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 20 de octubre de 2022
JEAN-PIERRE DUPREY
El
bosque sacrílego
-NÚMERO
1: Cuando la araña habrá escupido tres veces, cuando habrá hilado su voz de
tela tejida por sus muletas de trompetas, el mundo habrá cambiado de sentido y
la tierra de nombre. Y ya oigo decir que la vanguardia del ejército de los
cadáveres ha incendiado las tumbas y proclama la llegada de la libertad por el
ataúd…
-NÚMERO
2: Tengo que coser los árboles para el velo de nuestra señora pues yo me
proclamo sastre… (hunde su puñal en un tronco de árbol) Las hojas gritan y
algunas ramas sangran…Pero este alcohol de cabeza de madera carece de sabor. ¡Tengo
sed!
-NÚMERO
3: Os saludo con todos mis colmillos; ¡y que la lepra consuma vuestros
disfraces! (…) ¡A la hora determinada de una cifra exacta que es XII -y esta
hora no varía- aparecerá, en la encrucijada de los espacios que faltan, el
caballero Sagitario cuya montura, la montura de espectro, pisa un sol de
disco!… El resultado no está previsto, pero predigo en consecuencia el próximo
fin de las hostilidades de la paz… Por lo demás, la batalla ya está
rabiosamente emprendida y es la misma rabia de los cadáveres en libertad que
lleva el viento bueno y malo.
NÚMERO
4: ¡Muy buenos días según la costumbre y las cortesías de perro! (…)
NÚMERO
1: La muerte no tiene importancia ya que no es más que una especie de
genuflexión. Pero mi brazo ha chocado y mi cráneo me duele, abierto sobre un
abismo en mi interior…
NÚMERO
2: …¡Igual que mis asas o, si prefieres, mis brazos! Me desvelan un vacío
flotando dentro del vaso de mi cuerpo; ¡y pronto veré heridas en mis dedos o
fuera! Pero ni sangro ni sudo…
…¡Pero
cojeo! Y mi pata izquierda es demasiado corta para mí… (arranca su máscara y
reaparecen todos sus rasgos de loco-furioso-como-cojo)
EL
LOCO: ¡Me falta un signo! Mi cojera es testigo.
NÚMERO
1: Sueño de vampiro… ¡Cristal del mar y triple muerte en mis ojos! El viento
nos construirá un edificio público y el cielo de la tempestad que se acerca
será nuestra sala de armas. ¡Ven! ¡Con tu locura si lo prefieres, pero ven!
VOZ
DEL NÚMERO 1: Llegamos tarde, pero ¡no importa!… Mordamos a los muertos y
hagamos a los vivos signos imposibles a los que atribuiré, sin embargo, un
sentido netamente negativo. La batalla está en su apogeo… Pero nosotros dejamos
aquí nuestras insignias de perros…
VALERY LARBAUD
Noche
en el puerto
El
rostro vaporizado en Portugal
(¡Oh, vivir en este olor de naranja en niebla fresca!).
De rodillas en el diván de la cabina oscura
– Giré los botones de las ramas eléctricas –
A través de la ventana redonda y clara, recortando la noche,
Espío la ciudad.
Es eso; es eso. Reconozco
La avenida de los casinos y los cafés deslumbrantes,
Con la perspectiva de sus globos de luz, blancos
A través de las cortinas colgantes de las palmeras oscuras.
He aquí las fachadas iluminadas de los hoteles inmensos,
Los restoranes irradiando en las aceras, bajo las arcadas,
Y las rejas doradas de los jardines de la Residencia.
Conozco todavía todos los rincones de esta ciudad africana:
He aquí el servicio postal y la estación del sur, y sé también
El camino que tomaré para ir del embarcadero
A tal o cual tienda, hotel o teatro;
Y todo eso está al final de esta ondulación azul de agua calma
Donde vacilan los reflejos de los fuegos del yate…
Algunos meses soleados de mi vida aún están allí
(Tal como el recuerdo me los representaba, en Londres),
Están allí de nuevo, y reales, ante mí,
Como una gran caja llena de juguetes sobre el lecho de un niño enfermo…
Volveré a ver también las gentes que he conocido
Sin amarlas, y que son para mí mucho menos
Que las palmeras y las fuentes de la ciudad.
Estas gentes que no viajan, pero que quedan
Cerca de sus excrementos sin jamás aburrirse,
Volveré a ver sus cabezas un tiempo olvidadas, y ellos
Que continúan con su vida estrecha, sus ideas y sus asuntos
Como si no hubieran vivido desde mi partida…
No, yo no iré a tierra, y mañana
Al amanecer la “Jaba” levantará el ancla.
Mientras tanto pasaré esta noche con mi pasado,
Cerca de mi pasado visto por un hoyo
Como en los dioramas de las ferias.
PIERRE JEAN JOUVE
Helena
Qué
bella eres ahora cuando ya no existes
El polvo de la muerte te ha desnudado incluso del alma
Cómo eres de codiciada después que hemos desaparecido
Las ondas las ondas llenan el corazón del desierto
La más pálida de las mujeres
Hace buen tiempo sobre las crestas de agua de esta tierra
En el paisaje muerto de hambre
Que rodea la ciudad de ayer los malentendidos
Hace buen tiempo sobre los circos verdes desatendidos
Transformados en iglesias
Hace buen tiempo en la meseta desastrosa desnuda y trastornada
Porque estás muerta
Esparciendo soles por las huellas de tus ojos
Y las sombras de grandes árboles enraizados
En tu terrible cabellera que me hacía delirar.
Versión
de Norberto León Insuasty Plaza
JUAN BONILLA
Adolescencia
Domingo.
Envejecemos
a
gran velocidad en horas lentas.
El
transistor va paulatino
rompiéndonos
quinielas.
Otra
semana sin chalet,
sin
Harley en la puerta.
Lunes,
Carlos Martel en Poitiers,
fractales
y cervezas,
ganas
de huir a cualquier parte,
perderse
con quien sea.
Martes,
dibujo técnico
y El
árbol de la ciencia,
La
Guerra de las Galias,
pero
adónde, y cuánto cuesta,
dormir
en estaciones,
viajar
a pie por las cunetas.
Y
miércoles, sistema
periódico,
memorizar valencias,
luego
el partido de futbito
con
el reojo puesto en las muchachas
que
juegan a balonvolea.
Y
jueves, un análisis sintáctico
y la
mente veloz que se pasea
por
ese mundo hambriento
que
nos aguarda afuera.
El
viernes, como siempre,
velocidad
de onda,
diapositivas
de la estratosfera,
luego
las claves del Barroco
y al
fin llenar una quiniela
antes
de ir a tenderse al parque
a
fabricarse, con hachís y besos,
la
insolente quimera
de
que quizá nos merezcamos más…
El
sábado, un dolor de cabeza,
luego
cine y discusiones
sobre
Dios, o la patria o la manera
mejor
de preparar gazpacho,
alguien
ha conseguido mariguana buena.
Domingo.
Envejecemos
a
gran velocidad en horas lentas.
Un
gol del Elche y otro del Bilbao
nos
rompen la quiniela.
Otra
semana sin chalet,
sin
Harley en la puerta.
De:
“Horizonte de sucesos”
VÍCTOR BAYONA
Biología,
climatología, economía
En
la playa,
unos
críos recogen medusas
con
una red de juguete.
Los
abuelos las meten en un cubo
y
las enseñan a los bañistas
aconsejando
precaución.
Los
expertos afirman
que
esta multitud de las medusas
se
debe al notable incremento
en
la temperatura media del planeta.
(A
más temperatura,
mayor
número de medusas en las costas).
Yo
vivo en un pueblo que se sustenta en el turismo.
Si
el mar se llena de medusas,
no
habrá niños suficientes
ni
ancianos que lo limpien.
Los
socorristas izan las banderas
y
todos asentimos
ante
el mar en verano,
un
inevitable signo de los tiempos.
De:
“A ciencia cierta”
IRENE DOMÍNGUEZ
ESPAÑA
se agita desde estas calles
y
yo, a lomos de los tacones de Don Quijote vuelvo de la tierra del idealismo,
odiando
a los altos cargos siempre
con
nudillos en las heridas.
Hay
que darle al viento una tregua. Me fumo las letras, cáncer de tinta.
Little
Irene
me
llamas, cayendo por tu boca,
creyendo
en la monogamia porque no existe. Eres el opio del pueblo,
yo
te crucifico cuando quieras;
me
siento demasiado poco virgen hoy.
De:
“Presuntamente nuestros”
