jueves, 20 de octubre de 2022

IRENE DOMÍNGUEZ

 

 

 

ESPAÑA se agita desde estas calles

y yo, a lomos de los tacones de Don Quijote vuelvo de la tierra del idealismo,

odiando a los altos cargos siempre

con nudillos en las heridas.

Hay que darle al viento una tregua. Me fumo las letras, cáncer de tinta.

Little Irene

me llamas, cayendo por tu boca,

creyendo en la monogamia porque no existe. Eres el opio del pueblo,

yo te crucifico cuando quieras;

me siento demasiado poco virgen hoy.

 

De: “Presuntamente nuestros”

 

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