jueves, 9 de enero de 2014

JOSEFINA PLA


 

Todo comenzó en el espejo

 

Todo comenzó en el espejo.
En la palma indiferente del agua
la nube fingió islas, cimientos el arco iris.
Todo comenzó en el espejo.
En el cielo engañifa de la charca
la rama empolló el huevo de la luna;
cosió el pájaro un velo con costura perdida.

Todo comenzó en el espejo.
La estrella guiñó mintiendo al pez incauto;
la luna escribió música que no despertó a nadie.

Y en el espejo una mañana
reconoció el viajero su secreto fantasma,
se vio pómulo y sien,
pupilas de agua para siempre cautiva,
frente como una lápida de sí mismo.
Se vio por fuera, se olvidó por dentro.
Y comenzó a clasificarse
según color y pelo.

Y los amantes murieron por él dos y tres veces,
y los viejos gustaron anticipada la agonía,
y el hombre del color perdió patria y amigos,
y la belleza vendió a su esposo el sueño.

-Todo comenzó en el espejo-.

 

LOURDES ESPÍNOLA




Me Miro Entera



con mis cinco sentidos en alerta
  para ver que vacié mi cuerpo de ti,
  con deseo y mente detenidos.
Lengua,
vientre
senos… ¡alto!
Que ya no está aquí,
que no estará,
que ni siquiera estuvo;
  que todo fue inventado,
que ni siquiera existe él,
o nosotros.
Que no existió nada de eso,
nunca.

 

DELFINA ACOSTA


 


 

Quién pudiera aprender los largos versos
que saben las oscuras golondrinas;
ellas retornan al oír el canto
de lo que fue un lejano Ave María.
Quién dijera de pronto al recordarme:
delante de una lámpara encendida
dejaba en cada línea de papel
los versos que las páginas perdían.
Solía al ver crecidas su melena,
su lágrima y su uña andar sombría.
Y le han crecido por andarse triste
en vez de cualquier cosa, margaritas.
Y que se diga un dulce cuento al niño:
bajó la muerte a ella cierto día
en que la lluvia se volvió una gota
sobre la rosa que perdió la vida.

 

LISANDRO CARDOZO


  

XI

 

(29-09-08)

 

Sentir en la profundidad de la mente
los acordes del arpa
de Andreas Vollenweider,
una nota larga de oboe
o las campanas sumándose al tenue ritmo,
solamente se comparan
a la inmensa felicidad que
siento hoy cuando estoy contigo.

NILA LÓPEZ



 

Interluido

 

3

 

Duermes, Adriana.
Tu diminuto sueño
busca ya su madera en el océano.
El aire,
el sol sobre tus cabellos.
La tarde en tus ojos claros.
Abrázame,
rosa primera de mi vida,
cuerpo de mi cuerpo,
niña.

 

 

 

JUAN MANUEL MARCOS


 

 

Cincuenta veces cincuenta

 

 

In memóriam
José Asunción Flores (1904-1972)

 

De la hermética quietud boscosa
y el puntual rumor de los torrentes,
del eco antiguo de las gestas,
la diáfana sonrisa mestiza de unos ojos
-Palmera de cristal, la vida-
una crepuscular melancolía en cocoteros
de eternidad y silencio,
la vaga cicatriz de la nostalgia,
la dulce monotonía de las tardes de otoño vegetal,
la morena altivez popular de los quebrachos
y las tranquilas extensiones verdes,
de la palabra bilingüe y candenciosa y terrestre,
de pálidas hogueras bajo la lluvia mansa
y el mítico silbido de oro y matorral en la siesta inocente,
como un relámpago rojo, como un pájaro,
como violento cántaro,
una luminosa explosión de profecías,
la Guarania nació
del pueblo
en el pueblo,
por el pueblo
forjada para siempre de manantial y roca
y una enamorada primavera de claveles
en sus labios de aroma y agua clara.
Desde entonces fue haciéndose esperanza y campana.
Desde entonces la patria tuvo color y milagro,
tuvo hijos que cantan y
caminos
sin más sombra que el viento.
La Guarania, pura esencia natural
de la mañana,
saludó al universo con sílabas filiales
-melodías de espacios infinitos-
salió como una flecha de luz sobre los árboles,
dialogó sin misterios en un idioma único,
fue de todos, por fin, como una madre entera,
y entonces,
empezaron los lobos a aullar para apagarla,
gastaron ojos ciegos de espeso líquido,
de fétida negrura y de infamia caliente.
Navegan todavía esas miradas oscuras
las cloacas inútiles del rencor y del vómito.
¡Alerta, vigilante del día y su jornada!
¡Alerta, solitarios camalotes enlutados de anhelos!
¡Alerta ciudadanos de piedra y tierra firme!
¡Alerta, compañeros del humo y la alegría!
¡Alerta, militantes del joven cataclismo!

Está naciendo -como inmenso volcán, retumbo, multitud,
lágrima, beso
áspera paloma victoriosa
una Guarania nueva de pólvora y futuro,
una Guarania invicta, elemental
como la sangre.