martes, 2 de julio de 2013

CARMEN MATUTE



Autorretrato


Mentira:
      el perfume
      la voz
      el encaje
      la mujer de plástico
      flor y ángel.

Verdad:
      esqueleto y piel
      angustia
      pensamiento
      eterna herida
                   inacabada.




JOSÉ CARLOS BECERRA




Por el tiempo pasas



Por el tiempo pasas, lo cruzas, sales de él,
rozas la superficie de la muerte
y distraída sigues hacia donde no sé si sigues.

Eres tú la que cruzas el tiempo,
la que aparta a la muerte como si se tratara de una cortina,
la que se destapa el espejo como si se tratara de una lata de cerveza que luego te bebes y la arrojas vacía sobre el asfalto.



RAFAEL DE LEÓN




Profecía



Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes
y me quedé tan tranquilo...
Otro cualquiera en mi caso,
se hubiera echao a llorá,
yo, cruzándome de brazos
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro
ni enredarme en maldiciones
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.
¿Que te has casao? -¡Buena suerte!
Vive cien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Porque sin sé tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo fui quien más te ha querío,
con eso tengo bastante.
Y haciendo un poco de historia,
nos volveremos atrás,
para recordar la gloria
de mis días de chaval.

-¿Qué tiene el niño, Malena?
Anda como trastornao,
le encuentro cara de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropa
subiéndose a coger níos.
¿No te parece a ti extraño?
No es una cosa muy rara
que un chaval de doce años
lleve tan triste la cara?...
Mira que soy perro viejo
y estás demasiao tranquila:
¿Quieres que te dé un consejo?
Vigila, mujer, ¡vigila!
(Y fueron dos centinelas
los ojitos de mi mare):
-Cuando sale de la escuela
se va pa los Olivares.
-Y ¿qué es lo que busca allí?
-Una niña. Tendrá el mismo tiempo que él.
José Miguel, no le riñas,
que está empezando a querer.
Mi pare encendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre,
y te compró unos zarcillos
y a mí un pantalón de hombre.

Yo no te dije ¡te adoro!
pero amarré en tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensa
dos cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.

-Voy a misa con mis primos.
-Bueno, te veré en la Ermita.
Y qué serios nos pusimos
al darte el agua bendita.
Mas luego en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
-Dice mi tiíta Rosario
que la cigüeña es sagrá,
y el colorín, y la fuente,
y las flores, y el rocío,
y el romero de los montes
y el bronce de esta campana
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el río,
y aquella cinta lejana
que la llaman horizonte.
¡Todo es sagrao: cielo y tierra,
porque too lo hizo Dios.

¿Qué te gusta más? ¡Tu pelo!
¡Qué bonito le salió!
-Pues, ¿y tu boca, y tus brazos,
y tus manos redonditas,
y tus pies fingiendo el paso
de las palomas zuritas?

Con la pureza de un copo
de nieve te comparé;
te revestí de piropos
de la cabeza a los pies.
A la vuelta te hice un ramo
de pitiminí precioso.
Y luego nos retratamos
en el agüita del pozo.
Y hablando de estas pamplinas
que se inventan las criaturas,
llegamos hasta la esquina
cogidos por la cintura.
Yo te pregunté: -¿En qué piensas?
Tú dijiste: -En darte un beso.
Y yo sentí una vergüenza
que me caló hasta los huesos.
De noche, muertos de luna,
nos vimos por la ventana.
-¡Chis!... Mi hermanito está en la cuna,
le estoy cantando la nana.

"Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco."

Y mientras que tú cantabas
yo, inocente me pensé
que nos casaba la luna
como a marío y mujer.

¡Pamplinas! Figuraciones
que se inventan los chavales,
después la vía se impone:
tanto tienes, -tanto vales.
Por eso, yo al enterarme
que llevas un mes casá,
no dije que iba a matarme,
sino que me daba igual.
Mas como es rico tu dueño,
te vendo esta profecía:
Tú, cada noche, entre sueños
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que mi boca te besó.
Y te llamarás ¡Cobarde!
como te lo llamo yo,
y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico.
Y se llevó la cigüeña
mi corazón en su pico.
Pensarás: no es cierto nada.
Yo sé que lo estoy soñando.
Pero allá en la madrugada
te despertarás llorando,
por el que no es tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querío:
con eso tengo bastante.
Por lo demás, tó se orvía.
Verás cómo Dios te envía
un hijo como una estrella.
Avísame deseguida,
me servirá de alegría
cantarle la nana aquella:

"Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco."

Pensarás: Nno es sierto nada.
Yo sé que lo estoy soñando".
Pero allá en la madrugada
te despertarás llorando
por el que no es tu marío
ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querío:
con eso tengo bastante.



EDUARDO MITRE




Deshora

                        polvo serán, mas polvo enamorado
                                             Francisco de Quevedo


La cercanía infranqueable entre sus cuerpos.
Un puente de miradas donde se cruzan
y se separan.
                            En sus labios:
un vaivén de palabras
o de silencios
-no la lenta fragua del beso.
No el hondo goce
                                    ni la dicha tersa
de las desnudeces enlazadas:
sólo el roce eléctrico
de los muslos que se adivinan.

Sólo el asombro de conocerse
en la esquina
de los tardíos encuentros.

Y el sueño donde quizá se poseen
al lado
de otro cuerpo que duerme.

Y el carbón del deseo
que ha de volverse sin duda
puro diamante

al precio de no haber sido nunca
los dos el mismo leño
la húmeda llama
                                  en el lecho
                                                         de esta única vida.

De "Líneas de Otoño"


ANTONIO ALFECA



  
Nada.



Un sutil sorbo de briznas amarillas
creando el cálido clamor del cabello
-¿ilusión del volar, o su memoria?-

Tan inextenso lo oscuro que necesitó pupila
proyectado en presentidas aves.

Rozando la sombra de la respuesta.
La hierba hollada del resquemor por lo vivir
en el rumbo de la sangre presentida,
en el sentido madreazulado.

Paren la piedra círculos concéntricos.

El eco y el gesto buscando
su vez incorporada y táctil;
brazos prestado de los cauces
perdidos en sed no abarrotada;
la ausencia incesante de los frutos
viviendo laberinto o reptil vientre;
y vibrante, el aire heraldo
delata la pielrecuerdo,
presencia de revés recostada,
Adán.


VÍCTOR DE LA HOZ





Transición universal



Porque en el infinito también hay cultivos de sueños…
Tan solo volar,
Tan solo sentir la caricia divina..
El gozo exquisito de vivir en el amor..
en la abundancia del espíritu
en la riqueza del sentimiento trasmitido…vivenciado
en la noche de temor,
en el día de ceguera,
en todo lo que titila,
en todo lo que se esconde,

Porque en la inmortalidad también hay cultivos de sueños…

por dondequiera que pase..
allí esta…
olores,
el enigma de un día inmortal
es tan solo un recuerdo pasajero..
ante la eternidad…
es tan solo un fosforo moribundo..
ante la fogata abismalmente divina,
ante el verdadero fuego de la vida..
si,
donde tan solo un poro es un universo terrenal,
Donde tu tan solo eres parte del todo,
y donde el todo lo somos tú y yo,
música deliciosa para nuestros oídos.

Porque en los sentidos también hay cultivos de sueños…

Continuidad y nulidad,
un avistamiento de la perfección del equilibrio,
la sombra espectral del fantasma se esconde en tu ignorancia..
no lo alimentes con tu alma..
es tan solo un barato fantasma taciturno..
tu alma vale más de mil centauros..

Porque en el amor también hay cultivos de sueños…

pero si el avistamiento es nulo…
y la continuidad eterna lejanía
lucha!
Contrarresta!
vence!
Desgarra tu conciencia y renace!
por que más allá del desierto está la puerta del infinito…
el último portal a la divinidad,
Los ángeles cantan y entonan sus cornetas anunciando tu llegada
ve!
el universo te está esperando!