jueves, 20 de abril de 2017


ARTURO ZAFRA MORENO




Vínculos corruptos



El círculo de influencia
se contrae
de manera estrepitosa
y demencial.
Los aros se comen unos a otros
y tú te quedas con el estómago vacío.
Hace años conocí a montones
de personas de todo tipo.
Los había iguales
y totalmente distintos
como un pelo en el suelo
del baño.
Era un entorno cálido y reconfortante.
Los latidos de todos aquellos individuos
me golpeaban cabeza y hombros.
En un estornudo
se volatilizó
como si fuera cocaína.
Me dejaron solo, al desnudo.
Todas las atrocidades del día a día
podían alcanzarme
desde el otro lado del Mediterráneo.


ROBERTO CIGNONI





Torneada en rocío, con
el juego de las voces: entre el
tú y el yo
desciende una sombra, nos silba
tiempo en el aire.

La eternidad
hace palanca en el corazón
donde fluimos, del
uno al otro, en fiel-profundo
epilepsia de los lenguajes.



CLAUDIO PORTIGLIA




In memoriam



Sé que ahora no estás en ningún lado que no sea memoria / después de aquel mediodía insípido /
sin embargo me gustaría que existiera un lugar / porque pasado un tiempo / encontrarte sería la manera de intentar otro diálogo /
alguna razón que nos explique / más allá de la chata y de los juegos / de una infancia demasiado breve /
qué cosas buscabas que no hallaste / qué cosas esperé que no ocurrieron / y qué perdón nos cabe a cada uno



SILVIA MAZAR





Los ojos (glaucos diría mi madre)
serán heredados de abuelos y los pasaremos
como bolitas a otros hijos de hijos que
encontrarán este poema en este cuaderno
un día
Estaremos ahí, en cajones de cómodas, en
cajones de cedro bajo la tierra húmeda
Habremos dejado un dibujo junto al anotador
delteléfono que nos diera alguna noticia
habrá rombos cruzados con trapecios (porque
nos gustaba la geometría, pero sólo en estos casos)
Nuestro aire suspirado será el aire de los otros
el quejido suave del suspiro
nos lo habremos llevado


De: “Otras son de arena”



LUIS BACIGALUPO




El grifo



Me fui
o quise hacerlo y no supe

el agua caía del grifo gota a gota
tinc tinc replicaba la chapa acanalada

era un viento que luego soplaría con furia
el que golpeó tu espalda
yo solo si había atinado a golpear tu puerta
pero ya era tarde
te habías ido
o habías querido hacerlo y no supiste cómo
o no pudiste

el silencio silbaba una melodía inaudita
era maravilloso esperar el sol en la esquina
podía detenerse allí junto a nosotros
y decirnos sus cosas por un rato
sabíamos que no se demoraría en proseguir
su camino al cementerio
nos daba su calor y eso era todo

como estas gotas que no dejan de caer del grifo
y a su modo nos dan también su música inaudita

y mientras sigan cayendo
la chapa tendrá algo que decir
siempre lo mismo
volveremos a la estación donde no debimos descender
volveremos a subir al tren que nunca debió detenerse

y algunos pájaros dicen sus cosas todavía
en otra lengua que el tinc tinc de la chapa ignora
sus cosas son y no son las mismas que nos importan
mientras oímos caer una gota y otra y otra más
del grifo incesante

mañana el sol se detendrá en la esquina
o seguirá su camino directo al cementerio

las nubes dirán…
¿qué dicen las nubes cuando dicen algo acerca
de esas cosas que les importa?

el día es una mano que se agita
un adiós dicho antes y después de la lengua

en esta esquina
en este día estamos aún esperando
¿seguimos juntos todavía, todavía?

golpeé tu puerta y ya no estabas
alguien tal vez debió de golpear la mía
toc toc
siempre la misma manera
¿cómo no vamos a saber de qué se trata?
¿cómo no vamos a terminar nunca de entender?

esta estupidez, esta necedad decís
esta necedad, esta hipocresía digo
esta hipocondría decís
y entonces
empezamos a entender de qué se trata.





NILDA BARBA




las aguas quietas
son ganges que lavan
penumbra
entre gotas de cielo
llevan canoas
surcan las nubes
con remos empañados
y brújulas muertas / también
en voz baja las aguas
sangre celeste
aguas de fuego
disuelven cenizas
en camposantos de siembra
escoltan cestas con nacidos
en voz baja


De: “Doctora Jekyll y Señora Hyde”