Los
ojos (glaucos diría mi madre)
serán
heredados de abuelos y los pasaremos
como
bolitas a otros hijos de hijos que
encontrarán
este poema en este cuaderno
un
día
Estaremos
ahí, en cajones de cómodas, en
cajones
de cedro bajo la tierra húmeda
Habremos
dejado un dibujo junto al anotador
delteléfono
que nos diera alguna noticia
habrá
rombos cruzados con trapecios (porque
nos
gustaba la geometría, pero sólo en estos casos)
Nuestro
aire suspirado será el aire de los otros
el
quejido suave del suspiro
nos
lo habremos llevado
De: “Otras son de arena”
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