jueves, 20 de abril de 2017

SILVIA MAZAR





Los ojos (glaucos diría mi madre)
serán heredados de abuelos y los pasaremos
como bolitas a otros hijos de hijos que
encontrarán este poema en este cuaderno
un día
Estaremos ahí, en cajones de cómodas, en
cajones de cedro bajo la tierra húmeda
Habremos dejado un dibujo junto al anotador
delteléfono que nos diera alguna noticia
habrá rombos cruzados con trapecios (porque
nos gustaba la geometría, pero sólo en estos casos)
Nuestro aire suspirado será el aire de los otros
el quejido suave del suspiro
nos lo habremos llevado


De: “Otras son de arena”



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