viernes, 19 de noviembre de 2021


 

CARLOS FUENTES

 

 

Etcétera

  

Así es como debe ser
dice ella, no hay por qué
contar devuelta esos tres años
sabemos
qué ha sucedido, qué se ha pensado,
etcétera
para terminar bañándonos en la azotea
al amanecer demasiado bueno para
demasiado, demasiado bueno para.

 

 

MARIO VARGAS LLOSA

 

  

La exorcista

 

 

Mi vida parece sin misterio y
monótona
a quienes me ven
de paso a la oficina
en las mañanas apuradas.
La verdad es muy distinta.
Cada noche debo salir a pelear
contra un espíritu malvado
que, valiéndose de
disfraces -perro, grillo,
nube, lluvia, vago,
ladrón- trata de
infiltrarse en la ciudad
para estropear la vida humana
sembrando
la discordia.
A pesar de sus disfraces yo
siempre lo descubro
y lo espanto.
Nunca ha conseguido engañarme
ni vencerme.
Gracias
a mí, en esta ciudad
todavía es posible
la felicidad.
Pero los combates nocturnos me
dejan exhausta y magullada.
En pago de mis
refriegas contra el enemigo,
les pido unas sobras
de afecto y amistad.

 

MARILYN MONROE

 

  

Miedo

 


Tengo tanto miedo a que no me quieran

que cuando me quieren

sólo soy capaz de pensar

en el instante

cercano o lejano

en que dejarán de quererme.

 

ATTILA JÓZSEF

 

  

¡Ay! Por poco...



¡Ay!, por poco me rompe a mí el amor.
¡Ay!, por poco me aplasta a mí el temor.
¿Quién moriría conmigo, mujeres,
en un abrazo abrasador?

Largo es mi invierno; mi verano fugaz.
El dado del otoño ¿a quién me anunciará?
De este tiempo de mirón-guardaparque
¿quién conmigo se fugará?

La reja de los astros brilla en la inmensidad
y mi mente me ata a ese oscuro desván.
¿Quién rompería conmigo, mujeres,
al equilibrio universal?.

 

 

GARY SNYDER

 

 

 

El baño público

 

 

la muchacha del baño

vistiéndose, frente al espejo
la muchacha del baño con un bello lunar y
falda roja me mira:
¿soy acaso
diferente?

el bebé
acostado, salpicado con agua caliente
silencioso, mueve los ojos
inescrutablemente
mea.

las hijas
él detiene y enjuaga a sus dos hijitas
que se retuercen, chillan por
el-jabón-en-los-ojos,
exprimen sus propias cabelleras
con serias manos de esposas,
me clavan una mirada, apuntan, mientras
les enjabona y lava sus
colitas regordetas y apretadas
les revisa las orejas,
& las mete en una tina caliente.
con un granjero joven y bronceado
un viejito arrugado
y un estudiante que canta noche de paz.

—ondeamos y flotamos como las algas
rosa encarnado en la luz vaporosa.

la vieja
demasiado gorda y vieja para cuidarse
sólo está ahí
sacudiéndose ociosamente el rocío de su
mata.

la joven
indiferentemente mira, se seca el cuello
un tímido brote de vello
unos puntitos por senos
—el año próximo se vestirá
escondida.

los hombres
en cuclillas enjabonados y flexibles
tersa densa piel, músculos largos—

veo a los hombres desnudos y muertos
tendidos en las playas
noticieros, la
guerra

 

De: “The Back Country”

 

 

LI QINGZHAO

 

  

Mariposa enamorada de su flor

 


Mariposa enamorada de su flor
lágrimas,
arrastrando los afeites de mi rostro,
humedecen y manchan mi vestido de seda
aquella «canción de adiós»
la repito miles y miles de veces
dicen
que las largas cadenas montañosas tienen un final
pero yo sólo oigo la lluvia fina y delicada golpeando interminable
el pabellón solitario
desde que nos separamos la tristeza del adiós
me destroza poco a poco el corazón
he olvidado incluso si, al brindar por tu partida,
nuestras copas tenían poco o mucho vino
lo mejor
es que entregue este poema
a las ocas salvajes que atraviesan el cielo
en realidad, Donglai
no está́ tan lejos como otros paraísos

 

Versión de Pilar González España