sábado, 15 de mayo de 2021


 

ANA ROMANO

 


 

De Martina

 



De Martina es la espera

mientras acomoda

cordones

en un cajoncito

Solo los eventuales chisporroteos del velón

atinarían a descubrir

sus ojos ciegos en la oscuridad.

  

 

 

De: “Alfil rojo”

HERNANDO DE ACUÑA

 

 

 

El Viernes Santo al alma



Alma, pues hoy el que formó la vida
y el que tiene poder sobre la muerte,
sólo por remediar tu eterna muerte
dio el precio inestimable de su vida,

 

mira que es justo que en ti tengan vida
los méritos y pasos de su muerte,
y conoce que es viento, sombra o muerte
cuando el error del mundo llama vida.

 

Y así podrás, saliendo de esta muerte,
entrar en posesión de aquella vida
que no la acabará tiempo ni muerte.

 

Endereza el camino a mejor vida,
deja el siniestro que te lleva a muerte,
que el derecho es más llano y va a la vida.

 

EDUARDO MOGA

 

 


 

 

Bajo los álamos,
las sombras amamantan
grumos de nieve.



*

JAMES SCHUYLER

 

 

 

 

Justo antes del otoño

 


en los intervalos quietos entre vientos de equinoccio
el silencio destella
o en un bosque de abetos
se muestra como troncos rayados, claros, oscuros
vistos entre ellos
todos iguales, cada uno diferente:
un bosque despojado de sus ramas más bajas
que yacen vagamente apiladas junto al sendero
musgosas, con liquen, pudriéndose.

 

El sol está en el cielo como si fuera su retrato.
A las áster las inclina una brisa
que para plantas más leñosas sería indigno notar.
Varas de oro erguidas como cúspides
o de otro tipo, que señalan en lenguaje gestual indio:
“Por aquí”.

 

Por la tarde temprano la luna sube al cielo
mientras el sol va hacia el oeste
su luz ingrávida se posa
sobre un zarzal de saucos y cerezos silvestres.
Parece que la luz los presionara
y los tironeara desde arriba
así como una lancha huye de la estela
que parece propulsarla
a través de ilusiones de verde
hechas por árboles negros reflejados en el agua astillada
que toma forma.

¡Maravillosa energía universal,
expresada en una estelar quietud!
La Vía Láctea desplegada
sobre la casa anoche
y las Pléyades
a la vista débilmente exclamaban:
“La mejor forma de ver las estrellas
es mirar un poco hacia un costado”
un universo en su red de espacio
debilitándose, concluyendo, continuando.



SUSANA SZWARC

 

  

 

Declive

 

 


Por el ojo de la cerradura vemos
cómo deja la palangana en el suelo: tiene agua. Ahora
no se ve. Hasta que levanta la mano
blanca, la misma con que la prisionera (jovencita
en Siberia) llevaba maderos hacia el barco.

 

¿Y las niñas? en la escuela
atrás de la vía.

 

Tiene una gillette y el ojo apoyado en la cerradura mira
su negra axila de abeja-madre. Arrasa. Algo se corre.
En el encuadre, un ojo mira al otro.
Si me estiro veo
la palangana (llena) de estrellas y abedules
también blancos: habría nevado.
(El hermano, sobre la nieve, corre
a la muchachita y ahora los ojos ya no ven.)

 

Atrás de la vía:
campanas.

Va a salir.
Abre la puerta y desparrama
el agua (turbia) al gallinero. Nubes la alejan, hacen pasillos
hasta que tiende más ropa en puntas de pie. Los brazos en alto. Abrocha.

¿Cómo hallar ahí dónde posarse?

 


VIGGO MORTENSEN

 


 

Otoño catalán

 


Pasión fugaz
tarde nublada
brisa suave
granitos de olvido
en tus pestañas
te llamo
pienso que hablo
en voz alta
me traga el tráfico
me alegro
voy medio mojado
casi limpio
no pido ni tengo
que dar perdón.