lunes, 25 de junio de 2012


JUANA DE IBARBOUROU






El fuerte lazo



Crecí
para ti.
Tálame. Mi acacia
implora a tus manos su golpe de gracia.

Florí
para ti.
Córtame. Mi lirio
al nacer dudaba ser flor o ser cirio.

Fluí
para ti.
Bébeme. El cristal
envidia lo claro de mi manantial.

Alas di
por ti.
Cázame. Falena,
rodeé tu llama de impaciencia llena.

Por ti sufriré.
¡Bendito sea el daño que tu amor me dé!
¡Bendita sea el hacha, bendita la red,
y loadas sean tijeras y sed!

Sangre del costado
manaré, mi amado.
¿Qué broche más bello, qué joya más grata,
que por ti una llaga color escarlata?

En vez de abalorios para mis cabellos
siete espinas largas hundiré entre ellos.
Y en vez de zarcillos pondré en mis orejas,
como dos rubíes, dos ascuas bermejas.

Me verás reír
viéndome sufrir.
Y tú llorarás.
Y entonces... ¡más mío que nunca serás!



CÉSAR VALLEJO





Medialuz



He soñado una fuga. Y he soñado
tus encajes dispersos en la alcoba.
A lo largo de un muelle, alguna madre;
y sus quince años dando el seno a una hora.

He soñado una fuga. Un "para siempre"
suspirado en la escala de una proa;
he soñado una madre;
unas frescas matitas de verdura,
y el ajuar constelado de una aurora.

A lo largo de un muelle...
Y a lo largo de un cuello que se ahoga!


SONYA GARZA RAPPORT





Lo irrealizado



Guardo en mi memoria
cuidadosa, amorosamente conservados
extraños, incumplidos deseos.
Se engendraron en días
De soles, sonrisas
Y blancos lienzos.
no importaban
las dietas
la gente
las deudas
los vestidos,
latía con el mundo
con el río
el árbol
el pájaro –cantor de la creación-
con la hierba.
Me asombra la pluralidad del mundo
me sentía buena, estaba allí…
eso era lo único importante.

FERNANDO PESSOA





Autopsicografía



El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.

JOSÉ MARÍA PARREÑO






Cualquier senda...



Cualquier senda
conduce
o extravía
al que no sabe
dónde va.