"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 17 de febrero de 2018
MAYRA REBECCA ENCARNACIÓN
XXI
Busco
en ti lo no hallado en mí…
Absurda
penumbra del amor capitalista
Si te
busco…
Entrecruzo
los senderos para no hallarme
Salto
la llanura y abrazo lo obtuso
A
lontananza surco tu hallazgo
(mientras
a hurtadillas devaneo la posibilidad)
Al
encontrarte…
Toco el
arpegio sin voz
Reproduzco
los síntomas del sinsabor
Grito
por los poros sin respiración
Al
perderme…
Brotan
los escombros del espejo roto
Relucen
los cascabeles fuera de la piel
Me
pierdo / te pierdes
Huyo/
huimos
Regreso
al encuentro de los cuerpos
Empiezo
a encontrarme
Destituyo
el hallarte
Reencarno
en el perderme.
ALEJANDRA RETANA BETANCOURT
Fuiste
la lanza que atravesó mi costilla.
Ella
fue el sedal que cosió el costado herido.
Entre
los puntos, magnolias florecieron.
ANDRÉS TRAPIELLO
Nocturno
Para Carlos Pujol
Como el llover doblaba aquel piano
mi soledad y en su cristal caía.
Eran lentas las notas que llegaban
hasta el torpe temblor de la hojarasca.
Sonaba a sombras frías esa tarde,
el laurel y la yedra, el pozo, el aire,
pero más dulce que el paisaje era
aquella melodía para nadie.
Yo la escuchaba atento y nada oía
salvo las gotas repicar monótonas.
Penumbrosa canción que en sí encerraba
al rosal, al mastín, al que naufraga.
Al que va peregrino no sabiendo
y a aquel que recorrió todo el camino
y ya nada le queda. Misteriosa
canción de viento, de hojarasca y miedo.
Para Carlos Pujol
Como el llover doblaba aquel piano
mi soledad y en su cristal caía.
Eran lentas las notas que llegaban
hasta el torpe temblor de la hojarasca.
Sonaba a sombras frías esa tarde,
el laurel y la yedra, el pozo, el aire,
pero más dulce que el paisaje era
aquella melodía para nadie.
Yo la escuchaba atento y nada oía
salvo las gotas repicar monótonas.
Penumbrosa canción que en sí encerraba
al rosal, al mastín, al que naufraga.
Al que va peregrino no sabiendo
y a aquel que recorrió todo el camino
y ya nada le queda. Misteriosa
canción de viento, de hojarasca y miedo.
[...]
Lo que
era jardín en la ventana
es noche al fin, espesa y negra noche,
y este silencio un eco también negro
de lo que no sonaba.
es noche al fin, espesa y negra noche,
y este silencio un eco también negro
de lo que no sonaba.
ALFONSO COSTAFREDA
De
noche en noche más alto parecía
en la memoria ardiente el árbol de los sueños,
como si tú tuvieras de nuestra vida el fuego,
el poder de una hoguera.
Tantas y tantas veces
de este mundo irreal, prisionero y rehén,
con qué esperanza hoy veo el contorno vivísimo
del día, la realidad de un momento,
con qué avidez, con qué fervor distingo
la voz, la mano, el pecho.
en la memoria ardiente el árbol de los sueños,
como si tú tuvieras de nuestra vida el fuego,
el poder de una hoguera.
Tantas y tantas veces
de este mundo irreal, prisionero y rehén,
con qué esperanza hoy veo el contorno vivísimo
del día, la realidad de un momento,
con qué avidez, con qué fervor distingo
la voz, la mano, el pecho.
NARCÍS COMADIRA
LUCY IAQ
Sol
Si
alguna vez
intentas
mi nombre,
recuéstate
un poco
sobre
aquel pasado,
descansa
y espera...
—Será
al día siguiente—.
Lo hallarás en el lila
de los
amaneceres,
cuando
la luz invada
la
inmensidad
de las eternas nieves.
O será en el monte
de tus
travesías.
En hongos dorados
por
destellos mágicos.
En algarabías
de hadas y duendes.
Será en las distancias,
en las
lejanías,
en el
equilibrio
de
voces ausentes.
(En esperas vanas
de abril y noviembre)
Será leña seca
en los
mediodía.
Tibiezas
de ambientes
El
mantel, el pan,
la
jarra de vino.
Sobremesa
larga...
(Miradas profundas
que barrió el destino)
Será Sol... simplemente
llenando
vacíos
dándole vida a tu vida
desde la permanencia.
Inquietudes fugaces
a través del tiempo.
Ardientes hogueras
¡Jamás extinguidas!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)