"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 20 de agosto de 2025
ABDULLA PASHEW
Si
vuelvo una vez más
Si
vuelvo una vez más,
por las mañanas,
festejaré en los campos exuberantes como un cordero
masticaré una brizna de hierba amarga
y humedeceré mis pies en el rocío hasta que me caiga.
Si
vuelvo una vez más,
subiré a los nogales,
como una ardilla.
Como una nube baja,
iré a la deriva sobre verdes prados.
Como un sauce triste,
¿debería inclinarme por arroyos,
tocando con ternura las piedras en sus bancos?
Oh, ¿sólo para volver una vez más?
Si
vuelvo una vez más,
Con ojos asombrados observaré
cómo las cabezas de maíz amarillean;
cómo maduran las manzanas y las granadas,
cómo los pájaros hacen sus nidos;
cómo los jóvenes aprenden a volar;
cómo las golondrinas migrantes
se sientan en fila en los cables de telégrafo;
¡donde se originan los arroyos
y a donde ellos fluyen!
Si
vuelvo una vez más,
beberé un sorbo de agua
en el seno de cada primavera
para hacerlas a todas mis madres.
En cada cueva
pondré mi cabeza sobre una piedra cada noche
para hacerlas a todas mis cunas.
Si
vuelvo una vez más,
traeré lenguas de fuego
a aquellos que no pueden hablar.
Traeré alas de fuego
a las aves que no pueden volar.
Si
vuelvo una vez más,
no permitiré a los jóvenes romper las flores
para colocarlas en floreros muertos.
Les
enseñaré cómo colocarlas
en los pechos de sus amantes
antes de abrazarlas.
Si
vuelvo una vez más,
celebraré los cumpleaños de los niños
que no han conocido celebraciones.
En lugar de velas,
quemaré mis dedos,
quemaré las pupilas de mis ojos,
quemaré el más joven de mis versos.
Si
vuelvo una vez más,
me inclinaré sobre cualquier cuna.
Cumpliré mi palabra:
¡Ah, niños, si tan solo regreso una vez más!
SHERKO BEKAS
Separación
Si
quitas las flores de mis poemas
Una de mis cuatro estaciones morirá
Si les quitas el viento,
Dos temporadas morirán
Si quitas el pan,
Tres temporadas van a morir
Si les quitas la libertad
Todo el año va a morir y yo también.
MATÍAS JOSÉ MORALES
Le
dio me gusta, luego miró el cielo
durante horas con un cigarro
apagado en la boca
No es chiste, tampoco grato.
Al
final del día dragones toman té
con finas tazas inglesas. En una de ellas
una
flor se destiñe y sueña con que le quiten
cada uno de sus pétalos.
Si
un crítico de cine
viera la escena diría: durante toda la película
se
le ve sudar y no por bochorno, también
traga saliva, baja la mirada y sobre todo
duda.
ALEJANDRO SEBASTIANI VERLEZZA
arpegios
resuenan
las tramas
y tu centelleo, imagen,
retumba, ahora,
ahora;
qué
silencio
podrá darte vida.
.
GEORGES HUGNET
La
hora del pastor
Los
campos invadían las calles
y los salones de lámparas de cristal.
Oquedales se instalaban en los patios,
hayas se anudaban en las lumbreras,
un buey se transformaba en mesa.
Niños con zuecos, el rostro blanco,
derrochaban sin contar entre los helechos.
Vestíase talones y peinadoras.
A mediodía, señores de frac, inclinados sobre los musgos,
una por una recogían un centenar de perlas.
Un
vestido de noche corría y gritaba en un claro del bosque.
JÓZSEF ATTILA
Bella
mujer de antaño
Bella mujer de antaño que quiero ver de nuevo,
ella en quien se escondía el cariño de un hada.
Cuando íbamos los tres a pasear por los prados,
iba, grave y risueña, sobre el fango ligero.
Y si ella me miraba no evitaba un temblor,
bella mujer de antaño que quisiera no amar.
Sólo quiero mirarla de nuevo, simplemente
mirarla soñadora bajo el sol del jardín,
un libro entre las manos, cerrado como ella,
y en torno, los tupidos follajes en el viento
de otoño. Quiero verla, meditando despacio,
como pensando en algo, en el quiosco sonoro,
mirar furtivamente y emprender el camino
que se oculta en las frondas y va a la lejanía.
Las dos hileras de árboles le dirían adiós.
Como un niño que mira a su madre ya muerta,
así quisiera ver una vez más a aquella bella
mujer de antaño que se pierde en la luz.
