jueves, 13 de septiembre de 2012


JULIO CORTÁZAR





Démons et merveilles



De colinas y vientos
de cosas que se denominan para entrar
como árboles o nubes en el mundo

De enigmas revelándose en las lunas
rotas contra el aljibe o las arenas
yo he dicho y esperado

Creo que nada vale contra esta caricia
abrasadora que sube por la piel
Ni el silencio, ese desatador de sueños

Vivir
oh imagen para un ojo cortado
boca arriba perpetuo

SERGIO GARCÍA





Ojala



Ojala tuviera
la sonrisa que la cautiva
la voz que la enamora
la palabra que la convenza

Ojala tuviera
El tacto que la encienda
la voluntad que la retenga
la razón que comprendiera

Ojala tuviera
la verdad que buscara
la boca que deseara
la mirada que la pierda

Pero solo tengo
este amor que la demanda



BENJAMIN PRADO






El Viajero



                                                 para Javier Egea

Te acompañaban siempre los violines.
Tus poemas estaban en ti como los peces
en el fondo de un río.

Eso es lo que vi en ti:
peces en el desierto,
música amenazada.
Te vi hacer bosques y subir montañas,
te vi cavar abismos con tus manos.
No supe dónde ibas.

Te vi buscar la sombra entre la luz,
te vi buscar la muerte entre la vida,
y no pude entenderte.

Yo no sé qué has ganado, pero sé qué has perdido:
tu música,
                      tus peces,
                                            tus montañas azules.

No puede ser feliz quien entierra un tesoro.
No puede ser feliz
quien envenena el agua de su vida.

De "Un caso sencillo" 1986

FLOR ALBA URIBE






Delictia carnis



Voy por tu cuerpo
con la avidez
gozosa
de un lobo que demarca
su nuevo territorio,
preciso tu latido,
tu miel,
tu levadura,
el tacto que me brinda
paraísos contrarios.
-Tu piel,
con su fragancia
de tierra lloviznada,
transpira como un niño
que juega entre la niebla-.
Con manos
como olas,
con labios
como insectos,
con el abrasado viento
de mínimas palabras
me aferro
a tus costados,
deambulo
por tu cuerpo,
convoco en tus fronteras
el solapado fuego.
Y, así,
de toque a beso,
de humedad a silencio
te creces en ternura,
te viertes
en codicia,
aprendo de tus manos
mi resplandor más hondo,
y bebo
en tu saliva
mis sales y mi aroma.

CRISTINA MAYA





Una puerta abierta a ti




Vencida estoy
en tu noche febril.
Soy esa luna
que lentamente se desangra,
soy esa luz que se debate
entre la libertad del aire
y la penumbra.
Pues al sumirme en ti
como en un sueño,
he iniciado mi viaje
por un extraño laberinto
donde sólo se plasma
la única imagen tuya.
Abordo ahora un infinito tren
con rumbo conocido,
el tuyo.
Divago en tumultuosas calles
en extranjeros mundos,
buscándote.
Soy quien me bebo
sorbo a sorbo la ausencia
con la firme esperanza
de encontrarte.
Hay una puerta abierta a ti,
detente en ese umbral,
quiero saciar la sed
de esta aventura,
calmar ese deseo de tenerte,
de sentirte cotidianamente
habitando en mi casa,
abordando mi lecho.
Detente en esta orilla,
pasajero de todos mis momentos,
estación del silencio
infatigablemente recorrida.