El
Viajero
para Javier Egea
Te
acompañaban siempre los violines.
Tus poemas estaban en ti como los peces
en el fondo de un río.
Tus poemas estaban en ti como los peces
en el fondo de un río.
Eso
es lo que vi en ti:
peces en el desierto,
música amenazada.
Te vi hacer bosques y subir montañas,
te vi cavar abismos con tus manos.
No supe dónde ibas.
peces en el desierto,
música amenazada.
Te vi hacer bosques y subir montañas,
te vi cavar abismos con tus manos.
No supe dónde ibas.
Te
vi buscar la sombra entre la luz,
te vi buscar la muerte entre la vida,
y no pude entenderte.
te vi buscar la muerte entre la vida,
y no pude entenderte.
Yo
no sé qué has ganado, pero sé qué has perdido:
tu música,
tus peces,
tus montañas azules.
tu música,
tus peces,
tus montañas azules.
No
puede ser feliz quien entierra un tesoro.
No puede ser feliz
quien envenena el agua de su vida.
No puede ser feliz
quien envenena el agua de su vida.
De "Un caso
sencillo" 1986
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