miércoles, 3 de febrero de 2016


MARIO BENEDETTI




166



en foto sepia
estabas vos y el tiempo
se fue contigo


MIGUEL FLORIANO TRASEIRA



  
Desde el centro



Savia eras, sustento alucinado.
Arraigo inmemorial, tierra, martirio
dispuesto a la razón de mi delirio,
efigie en las leyendas del pasado.

Contigo confundí pasión y empuje
y límite y fervor y labio y beso
y anhelo y realidad y el parco exceso
que acaso esta proeza desdibuje.

Ya hoy, cumplido el tiempo, confidente
precario de la fuerza y la virtud,
no siento más que Nada si arrincono

el don de tus hazañas. Penitente,
me hiero solo pleno de inquietud
y ruego la piedad de mi abandono.


De: Quizá el fervor



RAQUEL LANSEROS



  
In nomine libertatis



Si es verdad que el rencor
desgasta y envejece lentamente
        con su rumor callado de piedra de molino
apuesto por ser joven ahora y siempre.

Mi casa está vacía
       de chivos expiatorios y culpables.
Acumulo tan sólo
el valor necesario para seguir viviendo
bajo la protección de la alegría.

No me he inclinado nunca por el ánimo fácil
de tomar y obligar. Incluso lo pequeño
se me ha antojado siempre un mecanismo frágil
                                                 con más de una respuesta.

En mi alcoba no reinan
prohibiciones ni leyes. Mi palabra
es un patio sin llave
donde es bien recibido quien aprecie
la sombra de una higuera y un vaso de buen vino.

No frecuento los presos ni los jueces.
Sentencias y dictámenes les dejo
a aquellos que no dudan. Yo sólo estoy segura
que amo la libertad y sus orillas.

Cuando falte, buscadme entre las alas
de un pájaro que escapa del invierno.
Con las manos vacías se hace mejor camino.
No me pesan los créditos. En este mundo nuestro
toda deuda es de juego.




RENÉ MORALES HERNÁNDEZ




De la importancia de la sangre en el reconocimiento de ciertas especies



Recuérdame como el peor de las bestias.
Como un asesino que se sentaba a comer contigo
sin haberse lavado las manos.

Recuérdame por un miércoles cualquiera.

No tiene importancia.

Yo te seguiré reconociendo por la sangre.



(El Bestiario del Perro o El libro que justifica la santidad de todas las bestias)


JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO



  
El aire huele a humo
                                                    A Gabriel Celaya



¿Qué hará con la memoria
de esta noche tan clara
cuando todo termine?
¿Qué hacer si cae la sed
sabiendo que está lejos
la fuente en que bebía?

¿Qué hará de este deseo
de terminar mil veces
por volver a encontrarle?

¿Qué hacer cuando un mal aire
de tristeza la envuelva
igual que un maleficio?

¿Qué hará bajo el otoño
si el aire huele a humo
y a pólvora y a besos?

¿Qué hacer?¿Qué hará? Preguntas
a un azar que ya tiene
las suertes repartidas.




JORGE GUILLÉN



  
Tú, tú, tú, mi incesante...



¡Tú, tú, tú, mi incesante
primavera profunda
mi río de verdor
agudo y aventura!

¡Tú, ventana a lo diáfano:
desenlace de aurora,
modelación del día:
mediodía en su rosa,

tranquilidad de lumbre:
siesta del horizonte,
lumbres en lucha y coro:
poniente contra noche,

constelación del campo,
fabulosa, precisa,
trémula hermosamente,
universal y mía!

¡Tú más aún: tú como
tú, sin palabras toda
singular, desnudez
única, tú, sola!