jueves, 20 de mayo de 2021


 

CHARLES OLSON

 


 

El poema que pediste para ti

 

 

hasta que se conoce la naturaleza
a mitad del camino cuando vamos del nacimiento
hacia la muerte el sendero

 

por lo tanto de allí en adelante
sin sendero

 

EDITH CHECA

 

 


Estás plagado de retrocesos…

 

 

Estás plagado de retrocesos,
de indecisiones como mareas
insistentes hacia la costa
y lo lejano.
Casi ahogado en la espuma de tu flirteo
con la muerte,
con la muerte de la especie
que como baluarte ondeas
frente a las retinas impávidas
del deseo ¿humano?
Saber de oscuridades de piélagos
y de reencuentros en arenas que no genuflexionan
su respetable secreto ante el albor de un ocaso.
Saber de leyendas bajo el cristalino
que transforma caballitos de mar
en caballitos de feria
y estrellas de mar
en estrellas de cine.
O realza rocas sin nombre
y medusas peregrinas
para consuelo de plañideras enlutadas de mentira.
Saber, bajo el cristalino quebrado,
por esa soledad que deshidrata,
que está callado el mar por tanta muerte.

 

 

ED SANDERS

 

 


 

Canto a los posters

 



Fue un año de maravillosos posters
especialmente en Francia

 

Este es un canto para todos los hermosos posters de protesta
fabricados en el apuro de irse
fabricados en el subterráneo de las iglesias
fabricados en las pensiones
fabricados en las charraterías
fabricados en los sindicatos

 

Este es un canto para todos los hermosos posters de protesta
papel lustre, plumones, pintura, pegamento, pinceles
las pinceladas de diez millones de posters del 68
brillan en una galaxia en alguna parte
como un sendero jeroglífico

 

El dos de mayo
treinta jets
volaron sobre Jerusalem
formando la estrella de David

 

con nubes detrás
para la celebración del veinteavo aniversario de Israel.

 

 

BALBINA PRIOR

 

 

 

Manifiesto de cualquier nocturno

 

 

Reivindico el desenfado
y la desinhibición de mis deseos,
el punto de alcohol compatible con mis sentidos,
el encuentro furtivo con un amante efimero,
el bullicio sin rumbo de un grupo humano,
el golpe mortal a la rutina,
la amargura cuando sale el sol,
el exceso, sobre todo el exceso

 

Magnifico la valentía
de todos aquellos que viven con ojeras,
que no le ponen precio a la hora,
que desacatan las leyes ordenadas de la Naturaleza,
que amarían sólo hasta el alba,
capaces de todo en el punto exacto de la Medianoche,
de nada cuando unas gotas de luz
rayan la noche descarada,
vencida ya.

 

Y por qué no, cosas menores,
el riego purificante en la madrugada,
el irrespirable ruido del camión de basura,
la inestabilidad de la calle bajo la farola,
el robo del BMW sólo para hacer un trompo,
el tirón en cualquier esquina del drogadicto
falto de estatus de enfermo,
siempre insensible sociedad de Derechas.

 

Porque al fin, somos un recinto privado,
como si la vida fuese un parking subterráneo
y nadie pudiese salir sin tarjeta decodificada.

 

FERNANDO ESPEJO

 

 


 

La flor



Si te parece
puedes llevarte todo esto que me estorba
e irte…

 

Recogiendo las hojas de la niebla,
la ventana cerrada
y la luz encendida…

 

Llévate, si las quieres,
la mesa puesta,
la pluma destapada y la tarde de otoño.
Todo eso.

 

Yo tengo todavía el libro abierto
la fecha carcomida
y las palabras.
Ahí están,
además, son cosas tuyas.

 

Si te gusta el violín, te lo regalo
lo mismo que la flor
y los recuerdos.

 

Para cuando regreses ven sin nada.

 

 

JESÚS HILARIO TUNDIDOR

 

 


 

Poema inicial

 

 

Aquí, tranquilamente,
voy a decirte una palabra,
la última palabra
donde quedó tu corazón antiguo…

 

Aquí, tranquilamente:
Dios era carne entonces
y tú lo recreabas en tu espíritu.

 

Ay, arrodíllate,
no volverás dos veces a ser niño.