"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 24 de diciembre de 2015
FERNANDO PESSOA
Navidad
Un Dios ha nacido. Otros mueren. La realidad
Que no ha venido ni se ha ido: un cambio de Error.
Tenemos ahora otra Eternidad,
Y siempre lo pasado fué mejor.
Ciega, la ciencia trabaja en el inútil suelo
Loca, la Fé vive el sueño de su culto.
Un nuevo Dios es una palabra -o un nuevo sonido
No busques ni tampoco creas: todo está oculto.
Versión de Rafael Díaz Borbón
Un Dios ha nacido. Otros mueren. La realidad
Que no ha venido ni se ha ido: un cambio de Error.
Tenemos ahora otra Eternidad,
Y siempre lo pasado fué mejor.
Ciega, la ciencia trabaja en el inútil suelo
Loca, la Fé vive el sueño de su culto.
Un nuevo Dios es una palabra -o un nuevo sonido
No busques ni tampoco creas: todo está oculto.
Versión de Rafael Díaz Borbón
CÉSAR VALLEJO
Al
callar la orquesta, pasean veladas
sombras femeninas bajo los ramajes,
por cuya hojarasca se filtran heladas
quimeras de luna, pálidos celajes.
sombras femeninas bajo los ramajes,
por cuya hojarasca se filtran heladas
quimeras de luna, pálidos celajes.
Hay
labios que lloran arias olvidadas,
grandes lirios fingen los ebúrneos trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.
grandes lirios fingen los ebúrneos trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.
Espero
que ría la luz de tu vuelta;
y en la epifanía de tu forma esbelta,
cantará la fiesta en oro mayor.
y en la epifanía de tu forma esbelta,
cantará la fiesta en oro mayor.
Balarán
mis versos en tu predio entonces,
canturreando en todos sus místicos bronces
que ha nacido el niño-Jesús de tu amor.
canturreando en todos sus místicos bronces
que ha nacido el niño-Jesús de tu amor.
JOSÉ HIERRO
Villancico
en Central Park
Vistió
la noche, copo a copo,
pluma a pluma,
lo que fue llama y oro,
cota de malla del guerrero otoño
y ahora es reino de la blancura.
¿Qué hago yo, profanando, pisando
tan fragilísimo plumaje?
Y arranco con mis pamnos
un puñado, un pichón de nieve,
y con amor, y con delicadeza y con ternura
lo acaricio, lo acuno, lo protejo.
Para que no llore de frío.
pluma a pluma,
lo que fue llama y oro,
cota de malla del guerrero otoño
y ahora es reino de la blancura.
¿Qué hago yo, profanando, pisando
tan fragilísimo plumaje?
Y arranco con mis pamnos
un puñado, un pichón de nieve,
y con amor, y con delicadeza y con ternura
lo acaricio, lo acuno, lo protejo.
Para que no llore de frío.
VICENTE HUIDOBRO
Alerta
Media
noche
En el jardín
Cada sombra es un arroyo
Aquel ruido que se acerca no es un coche
Sobre el cielo de París
Otto Von Zeppelín
Las sirenas cantan
Entre las olas negras
Y este clarín que llama ahora
No es un clarín de la Victoria
Cien aeroplanos
Vuelan en torno de la luna
Apaga Tu Pipa
Los obuses estallan como rosas maduras
Y las bombas agujerean los días
Canciones cortadas
Tiemblan entre las ramas
El viento cortisona las calles
Como Apagar La Estrella Del Estanque.
En el jardín
Cada sombra es un arroyo
Aquel ruido que se acerca no es un coche
Sobre el cielo de París
Otto Von Zeppelín
Las sirenas cantan
Entre las olas negras
Y este clarín que llama ahora
No es un clarín de la Victoria
Cien aeroplanos
Vuelan en torno de la luna
Apaga Tu Pipa
Los obuses estallan como rosas maduras
Y las bombas agujerean los días
Canciones cortadas
Tiemblan entre las ramas
El viento cortisona las calles
Como Apagar La Estrella Del Estanque.
CARMEN BOULLOSA
I-
Filo de luz...
Filo de la luz
fruta abierta que a la noche
vuelves fuego
y que a la llama cambias en fresco sentido:
llego a buscar tu aliento:
más sedienta:
pozo de amor que me asombras,
cántaro de día.
Filo de la luz
fruta abierta que a la noche
vuelves fuego
y que a la llama cambias en fresco sentido:
llego a buscar tu aliento:
más sedienta:
pozo de amor que me asombras,
cántaro de día.
De: Abierta
JAIME GARCÍA TERRES
Rincón del extranjero
Esconde la plegaria salvaje de tus ojos,
tentaciones en flor. Mas di, muchacha,
¿dónde puedo morar en esta tierra?
De blandas latitudes vengo; mi país desconoce
los suelos calcinados, el ávido prestigio sobre cada tumba.
Por mi cuerpo resbala savia diferente. ¿Amar aquí?
¿Sembrar aquí los manes del olvido?
Y cuando muera, dime
qué nave, qué nostalgia, devolverá mis restos
al decoro y la paz de los abuelos.
Esconde la plegaria salvaje de tus ojos,
tentaciones en flor. Mas di, muchacha,
¿dónde puedo morar en esta tierra?
De blandas latitudes vengo; mi país desconoce
los suelos calcinados, el ávido prestigio sobre cada tumba.
Por mi cuerpo resbala savia diferente. ¿Amar aquí?
¿Sembrar aquí los manes del olvido?
Y cuando muera, dime
qué nave, qué nostalgia, devolverá mis restos
al decoro y la paz de los abuelos.
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