"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 27 de marzo de 2020
NOÉ JITRIK
Contámelo otra vez
Y
en cuanto a lo que podemos llamar “mi” dolor
(no es por el cariño que lo digo)
se parece a un brote
se parece a una mano
que altanera cierra una puerta
un pantalón
porque mi dolor
no es la cumbre del dolor infinito
sino un alga en una roca menor
un puntazo fulgurante en un pie
producto de un zapato descartado por la historia
no es el prestigioso dolor
la herida culta
a “mí” me duele cada fruto de mi cuerpo
desde el malentendido hasta la compulsión
el menor movimiento de mi existencia
me hace desear el grito
la pomada universal que me apacigüe
no puedo más que gritar sólo gritar
ni siquiera puedo
con la timidez con el desgano
no puedo hacer collares en los puertos
ni puedo con el dolor que me desanima
me pone de mal humor estoy rabioso
mis espumarajos alejan a la gente
soy un perro que la sociedad reprime
voy a hacer una declaración
conseguiré muchas firmas
me voy a corregir alguna vez
sanos propósitos de enmienda me estimulan:
claro, ahora estoy equivocado tengo la impresión
de estar haciendo todo al revés
debo tomarme mi tiempo por ejemplo
para secarme al salir del mar
la gota que hierve en la piel causa un daño profundo
para erradicar hasta el fin
el último grano de arena
voy a empezar por mí, ordenar la casa
aunque me duele esto del sol
que regresa infatigable y después
sutilmente se agota entre las matas
estuve aquí hace diez años y ahora
o hace doscientos mil o nunca estuve ni siquiera ahora
y eso me llena de dolor insatisfecho
hasta cuándo podré decir
estuve aquí hace diez años
y (recuerdo) alegre me puso la alegría elemental
de descubrir un cangrejo
una vieja lo había descubierto y en sus manos
la bestia deprimida se le parecía
ella creía que era un juego
ese múltiple pataleo esa araña en flor
¿y si lo olvido, no seré igualmente feroz?
me duele este dolor de cada instante
yo quisiera liberarme del enredo
por qué cuando digo blanco se me escucha gris
es terrible es tembloroso
que yo haga por tu bien
y me estés odiando sin tregua
que yo te explique y mis palabras me estén condenando
a la muerte cabal de tu impaciencia.
(no es por el cariño que lo digo)
se parece a un brote
se parece a una mano
que altanera cierra una puerta
un pantalón
porque mi dolor
no es la cumbre del dolor infinito
sino un alga en una roca menor
un puntazo fulgurante en un pie
producto de un zapato descartado por la historia
no es el prestigioso dolor
la herida culta
a “mí” me duele cada fruto de mi cuerpo
desde el malentendido hasta la compulsión
el menor movimiento de mi existencia
me hace desear el grito
la pomada universal que me apacigüe
no puedo más que gritar sólo gritar
ni siquiera puedo
con la timidez con el desgano
no puedo hacer collares en los puertos
ni puedo con el dolor que me desanima
me pone de mal humor estoy rabioso
mis espumarajos alejan a la gente
soy un perro que la sociedad reprime
voy a hacer una declaración
conseguiré muchas firmas
me voy a corregir alguna vez
sanos propósitos de enmienda me estimulan:
claro, ahora estoy equivocado tengo la impresión
de estar haciendo todo al revés
debo tomarme mi tiempo por ejemplo
para secarme al salir del mar
la gota que hierve en la piel causa un daño profundo
para erradicar hasta el fin
el último grano de arena
voy a empezar por mí, ordenar la casa
aunque me duele esto del sol
que regresa infatigable y después
sutilmente se agota entre las matas
estuve aquí hace diez años y ahora
o hace doscientos mil o nunca estuve ni siquiera ahora
y eso me llena de dolor insatisfecho
hasta cuándo podré decir
estuve aquí hace diez años
y (recuerdo) alegre me puso la alegría elemental
de descubrir un cangrejo
una vieja lo había descubierto y en sus manos
la bestia deprimida se le parecía
ella creía que era un juego
ese múltiple pataleo esa araña en flor
¿y si lo olvido, no seré igualmente feroz?
me duele este dolor de cada instante
yo quisiera liberarme del enredo
por qué cuando digo blanco se me escucha gris
es terrible es tembloroso
que yo haga por tu bien
y me estés odiando sin tregua
que yo te explique y mis palabras me estén condenando
a la muerte cabal de tu impaciencia.
De: “Comer y comer”
RUBÉN BAREIRO SAGUIER
Danza de las horas
La mañana huele a cascarita de limón.
La siesta a cáscara de naranja
la noche a cáscara seca.
WILLIAM CARLOS WILLIAMS
Tres posiciones
I:
ELAINE
suspendida
pues todavía
no
está lista para el salto
—salvo
en los ojos
sus
pies desnudos
comienzan
en la punta
del
pasto donde tal vez
no
pueda dar énfasis
al
verano y el rizo
de
su cabello rubio
la
sonrisa a medias
hacia
planes adultos
atrapa
pantorrillas
que se doblan
apenas
muñecas
a
punto de escapar
II.
ERICA
la
línea melódica es
todo,
en
esta obra
cuando
por primera vez
fui
testigo
de
tu cabeza
la
sostuve admirado
entre
los dedos
reverencia
fue
mi aceptación
del
nombre
escandinavo
Erica
por
los ancestros
de
tu padre
el
resto todavía
es
un misterio
tu
nariz que desprecia
girando
en el puente
señala
el camino
al
interior
III:
EMILY
tus
largas piernas
hechas
para
enaltecer
la
pequeña cabeza
tu
abuelo
lo
sabe
si
algo
sabe
ofrece
la
danza
en
talento
la
línea
en
el doblez
de
tu barba
deja
que
te lleve
lejos.
De: “Pictures from Brueghel”
MYRIAM MOSCONA
De el que nada
(Fragmentos)
El
que nada se oye en esta alberca de sombra
XV
Mira
mi cuerpo, este animal antiguo
HVT
me
oigo respirar
aquí
en
el costado izquierdo
en
lo que sólo
se
entiende
con
los ojos
cerrados
órbita
del brazo
el
otro
lento
tira
arcos
baja
más
al
fondo
el
ojo
atiende
al movimiento
exhala
se
desdibuja
toma
aire
más
abajo
dice
la boca
respirando
el
peso del agua
sostiene
en
la ranura
un
tú o un yo
un
ojo
un
labio
¿qué
ves en ese estanque?
torsiones
latidos
nada
respirar
en otro tiempo
giro
el corazón
ofrezco
mi
pecho
huellas
para vibrar en el agua
el
cielo
no
los cuervos
su
paso:
el
aire barrido
que
había sanación
que
había un color
capaz
de curarlo todo
abrirlo
que
había un principio
un
brazo apurando el agua
un
remo
las
manos
estos
puntos
nervios
adormecen
surcos
movimientos
del brazo
las
ondas se repiten
no
hay nada
ahí
—dijo—
las
huellas
ese
punto
que
explota
con
los ojos
cerrados
un
grito
en
el lugar
allí
donde
lo blanco
comienza
a desteñirse
el
pájaro
en
la rama
espera
la
penumbra
porque
lo aturde tanta luz
dije
dormido
dije
dormida
me
oigo respirar
antes
del comienzo
se
hincha
torsión
del tronco
los
pulmones se llenan
las
venas se tiñen
azules
guindas
se
tira —se gira—
se
vuelve siempre
hacia
lo que está antes
el
cuerpo
sabe
rezar
sin
palabras
colores
bajo el agua
avanzo
remonto
estragos
de aire
el
pensamiento blanco
deja
que lo inunde
hasta
que sienta ramalazos
ahora
"éntrame"
"la
respiración
sacar
la cabeza en cuatro tiempos"
"la
respiración
sacar
la cabeza en cuatro tiempos
el
ritmo girar los hombros muy redondos
el
cuerpo como flecha" —dijo—
el
cuerpo como flecha y cada vez se veía más
un
despellejado con los ojos tan abiertos
llueve
verde
espeso de las aguas
más
denso el movimiento
un
cielo invertido
ir
y venir
horizontal
la
respiración
eleva
¿hundirse
en esa elevación?
en
ese mismo flujo
remonto
"no
tienes remedio"
—dijo—
sobre
el agua
el
único sonido que interna
los
azules
en
mi oído
la
ola dibuja tus ojos
voy
a través
una
ola
seguida
de
un mismo pensamiento
los
ojos
se
hunden
se
flotan
"respira
de lado" —dijo—
inspiro
un
bandoneón se despliega
exhalo
la
luz
honro
la luz
pedazos
de sol
el
cuerpo abierto sobre el agua
nada
que pedir
acaso
morirse con los ojos
los
cuerpos se arrastran
aparece
el mar
del
lado izquierdo
sopla
un
aire sucio
frotándose
la
lluvia borra los jardines
el
agua en contra
atravesarla
la
órbita del brazo
aquí
la prueba
lo
que duele
¿acaso
hablar
de haberlo visto?
no
hables de dios dios
odia
a sus animales
"abrázalo
en largas oleadas nádalo
ve
más atrás"
un
aire barrido
disloca
su centro
como
quien gira
con
violencia
el
cuello
para
regresarlo
a
su lugar
un
hueco se cierra
contra
la carne
¿seré
yo
quien
perdona
o
soy
lo
perdonado?
el
dolor y lo dolido
¿dónde
se limitan?
alguien
que cae
el
cuerpo
ese
animal
vaciándose
de aliento
nadar
con la cabeza adentro
el
cuerpo lo morible
no
era real —era un ojo abierto—
nadando
al aire
como
si un brazo me elevara
"ábrete"
—dijo—
si
ese estadio blanco se abriera
yo
entraría
una
herida azul
habría
que
tocar
el
aire arrastra
lo
limpio
lo
turbio
lugar
es sólo tiempo
estas
manos —las abro—
que
vuelvan
a
decirme
dónde
ir
WYSTAN HUGH AUDEN
La pregunta
Todos
creemos
que
nacimos de una virgen
(¿pues
quién puede imaginarse
a
sus padres copulando?)
y
se sabe de casos
de
vírgenes preñadas.
Pero
la pregunta persiste:
¿de
dónde sacó Cristo
el
cromosoma que faltaba?
WALLACE STEVENS
En las Carolinas
Las
lilas se marchitan en las Carolinas.
Ya
las mariposas revolotean sobre las cabañas.
Ya
los recién nacidos interpretan el amor
En
las voces de las madres.
Madre
intemporal,
¿Cómo
es que tus pezones de áspid
Al
fin manan miel?
El
pino endulza mi cuerpo
El
lirio blanco me embellece.
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