martes, 31 de diciembre de 2024


 

SAITO MOKICHI

 


 

 


Bajé en la estación

Monte Superior, mi

hermano pequeño me

recibió, viudo.

 

 

FLORENCIA ABADI

 

 

 


VI

 



Estuve probándome tu ropa

la remera color salmón, la del cuello celeste, la japonesa

nada como ellas para conservar

la forma de tu cintura,

grabada sólo a medias

en la mía

 

estuve mirándome

en el espejo

estuve probándome

tu cintura,

 

todavía no quise tocar los zapatos.

 

WU PEN (CHIA TAO)

 

 


 

 

Diez largos años he pulido esta espada

intacta en la blancura de su helada hoja.

Hoy, como cualquier otro hombre honorable,

su filo busca la injusticia.

 

 

YERAY BARROSO




 

tentativa de escalera

 

Una incisión en el párpado

de una aguja

en que solo la poesía

sabe cómo desconocerme

habitaciones perdidas y yo qué era

retretes

saludan agua olora, colora y vomitiva.

Hay orillas sin isla

y nacimientos sin qué sabré

no han probado este plato

con tentativa de escalera

y vista dolorida.

 

De: “El diablo muda de piel”.

 

ROBERTO GARCÍA DE MESA

 

  

 

Sentido trágico

   

                                        

Todos guardamos celosamente el sentido trágico de la vida,
pero es nuestro secreto.
Así que nadie debe enterarse.
Si sospechan de ti estás perdido.
Te abandonarán primero tus amigos, y, luego, tu familia.
Todos lo entenderán, pero nadie se atreverá a admitirlo.
Y, claro, te tocará la responsabilidad de estar visible,
de ser la diana de sus deseos.
Debes protegerte.
Debes cuidar tus emociones.

Debes vigilar a quien le muestras tus sentimientos.
Todos conocemos la melancolía, pero está prohibido practicarla.
Es un deporte de riesgo.
No debes dejar que lo noten.
Ellos y ellas, los perfectos,
los que te leen,
los que saben dónde tienen que estar.
Tan sólo desean desprenderse de estos ecos molestos del pasado,

de otras vidas no vividas.
Así que procura callar si no quieres que te descubran.
Si lo hacen, te cerrarán todas las puertas.
Sentirás que huyen de ti, pero ellos te verán desde las sombras
y tendrán miedo de la emoción de tus palabras.
En los momentos nocturnos vivirán una experiencia sórdida con ellas.
Encontrarán un placer oculto en estas emociones que tampoco se atreverán a confesar.
Sí. Lo saben.
Todos han conocido el sentido trágico de la vida en algún lugar recóndito de sus almas.
Llegarán a pensarlo, aunque no lo admitan.
En los instantes más íntimos temblarán de angustia,
pero también sonreirán al ver la gigantesca imagen de su propio cinismo.

 

VERÓNICA GARCÍA GARCÍA

 

 

 

Destierro

 



Están vacíos por dentro,

los santos temen la niñez

y el fulgor de la dicha,

roban a los fieles y atan

banderas al cuello de la lluvia.

 

El frío les deja indiferentes,

no acerques tu lengua a su cruz,

no malgastes el agua en su frente.

 

Sobre un manto de claveles

bostezan sangre, empañan

el azul en las cumbres y el gris

que destilan las flores secas.

 

Entran en la fe como quien taladra

la pared del vecino y no se disculpa,

salen de la fe como un derviche estático.

 

A las puertas del infierno esperan,

desterrados del mar ahogan sus ansias.