sábado, 31 de diciembre de 2011


31 DE DICIEMBRE


LA FECHA CORRESPONDE AL DIA EN QUE FUERON TWITEADOS LOS POEMAS



TRISTEZA SIN BIENVENIDAS

La tristeza me abraza sin prudencia
sin calma, sin pausa
es un arrebato de mi propia locura
de mi propia inercia
de mi propio abismo.

Le imploro que parta y ella es terca
la necedad la viste con adornos
de seda, brillante y con soltura
se sienta, se para, me acorrala.

Con su figura tan desmemoriada
tan tenue es su clemencia
tan quieta es su arrogancia.

Hoy no me da respiro ni piedad
no permite a mis músculos la calma
no deja de mirarme, amenazante
no deja de dolerme
de hostigarme.

Le imploro que parta y ella es tenaz.
Esta vez no ronda mis desvelos
es el desvelo mismo que me aparta
de mis mas elementales distracciones.

Ya se irá
la conozco, de memoria
pero mientras dure su presencia
tomando café conmigo en esta noche
no puedo sino escuchar sus vanidades
sus logros
sus diplomas
ausentes de toda bienvenida en mis paredes
en mis cuartos vacíos
en mis manos inertes.

Cuando se vaya
siempre hay una vez que se va, la conozco
andaré por otras nubes
viajaré por otros mares
me ahogaré en otras bocas
auguraré destinos y recompensas
a las almas que me lloran sus desvelos
y después,
mas tarde o mas temprano,
volverá
la conozco, de memoria
a inaugurar nuevos dioses sin misterios
a despilfarrar sus virtudes en mi casa
a desafiar mis sueños inconclusos
y ganar,
por un día,
mis batallas.
Gabriela Mari



HAIKU

Tan silenciosa ...
Flameando en el ciruelo
la primavera
Lía Miersch



XII

Me sorprendió escucharte decir
una frase que te había escrito antes:
"Espantar mi soledad en tus brazos",
y eso rememoro hoy
que ya no estás
cerca de mi letargia.
Lisandro Cardozo



CIUDAD TRISTE

I

Con el pelo suelto
cayendo como cascada
me pierdo en la
ciudad enredada de
vientos confusos
las pupilas huyen
en zapatos
cansadas de
gotear esperanza.

Entre los muros Pedro de
Valdivia asoma su casco
en una esquina
deslumbrando a la
muerte
observa las figuras que
como sombras se
pasean por
calles padeciendo de vida
vida fortuita y cansada
congelada en
algún juego de la niñez.

II

Los niños mojan sus
sonrisas en las fuentes
corren con los dientes
asomados persiguiéndose
atravesando calles
descuidando los harapos
ellos pasean sus
sueños por las nubes
sudan la infancia de
noches entre adultos.

Los niños descubren la
soledad sin saber todavía
su significado en el diccionario.

III

Como fugitivos los
sueños se esconden a
cualquier presencia en
los rincones de las
casas
pregunto al silencio si
no los he pisoteado esta
mañana
quiero saber si siguen
vivos donde estén
si existen a pesar de
las circunstancias
pero el silencio no
responde
calla dictador de la
mordaza fecundo hacedor
de censura
escapo de las paredes a
buscar las últimas estrellas
que no se rinden al sol
salgo a recuperar la
pupila suspendida en el
aire
a mi risa perdida en una
esquina cualquiera.

La ciudad despierta
mientras tanto con
la bulla de siempre
el humo de siempre
el hastío de siempre.
Cecilia palma

30 DE DICIEMBRE


LA FECHA CORRESPONDE AL DIA EN QUE FUERON TWITEADOS LOS POEMAS

SOY

Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.

Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.

Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,

del tiempo, que es de uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.
Jorge Luis Borges



LOS OSCUROS

La fruta estaba hecha
para que la gustáramos,
para olerla y gozar su lozanía.
Pero nosotros no podíamos comprarla.

El sol estaba hecho
para amar nuestra piel,
estremecer la vida de todo nuestro cuerpo.
Pero a nuestra guarida el sol no entraba.

El pan de cada día, en fin, estaba hecho
para hablarnos todas las mañanas
de campos fecundados.
Pero nosotros sólo comíamos mendrugos duros y agrios.

También había música y otras cosas dulces,
pero habitaban en el aire alto,
y nosotros sólo captábamos sus ecos.

Nos debatíamos en la cueva obscura
en el cuartucho húmedo
donde la única verdad es la miseria.

Entonces, no aprendimos
el himno de alabanza,
y la sonrisa en nuestros labios
era una flor enferma.

Dicen que Dios hizo a los hombres iguales
y semejantes a Él en armonía y belleza.
¿Cómo es, entonces, que ahora
formemos este vértice inmundo
del que huyen todas las miradas
y contra el que se vuelven bruscamente las espaldas?

- Hablo por boca del hombre que se arrastra
por húmedos rincones
de morada siniestra.
Dice que también de él era la tierra –

¿Quién hurtóme el rojo clavel
llamarada impetuosa,
quién bloqueó mis salidas,
quién me esperaba
aún antes que pensara nacer,
con la triste cadena?

No estuvo equilibrada en mi balanza
la desdicha con la bienaventuranza.

Te regalo de antemano mis huesos
para que hagas con ellos
trémulas flautas que canten elegías
mientras a blanca mesa se sientan prósperas familias,

y hay sol, hay pan, hay fruta.
Pero llora, es verdad, en todo el aire
trémula flauta su llanto innumerable.
Matilde Casazola



BORDES

Toma toda esta piel
me estoy desbordando
caigo por las orillas de las cosas
resbalo en la superficie
de este silencio
soy toda ya
demasiado
algo
y
alguien
que busca ser tomada de piel
toda
por ti
causando el caer
Florencia Smiths



UN PADRE NUESTRO LATINOAMERICANO

Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande.

Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas
sucias de la miseria

en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo

cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad

sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omnipresencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora

pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o se deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a la pájara
en los cancilleres que murmullan yes sir
en cada mano que se convierte en puño

claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día

ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos queda pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos

a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores

todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta

no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.
Mario Benedetti